INTRODUCCIÓN
En la actualidad existe un interés exponencial en torno al control ambiental en dependencias sanitarias, ya que constituyen un foco de infección, tanto para los pacientes como para el personal sanitario1.
Factores como el aire, las superficies y el instrumental suponen un riesgo elevado en el desarrollo de infecciones, actuando como reservorio de numerosos patógenos2,3. En medicina humana en la última década se han llevado a cabo numerosas investigaciones a este respecto, centrándose actualmente en el desarrollo de estrategias de prevención y control, estando aún poco investigado en el ámbito de la medicina veterinaria.
Las enfermedades intrahospitalarias, nosocomiales o Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS) son causa de morbilidad y mortalidad en medicina humana y veterinaria, provocadas por la exposición de los pacientes a tres posibles fuentes: su microbiota endógena, patógenos provenientes de otros pacientes o trabajadores sanitarios y, finalmente, patógenos presentes en el ambiente hospitalario3. La microbiota endógena se ha considerado la principal fuente de infecciones nosocomiales durante más de dos décadas, pero se estima que en torno al 20-40 % de las infecciones se adquieren vía horizontal de otros pacientes o personal sanitario y el 20 % del ambiente4. Los estudios reportan que un 5-10 % de los pacientes en medicina humana se contagian en las dependencias hospitalarias5, datos que no difieren de lo estudiado en clínicas veterinarias de pequeños animales, donde se han obtenido prevalencias que oscilan entre 0,8 % a 18,1 %6. En medicina veterinaria, además, estas infecciones tienen una problemática aún mayor, debido a la concurrencia de diversos factores tales como el uso indiscriminado de antibióticos, tratamientos prolongados con inmunosupresores y las reducidas dimensiones de las instalaciones7, las cuales favorecen la transmisión de estos agentes patógenos, especialmente en clínicas de pequeñas especies.
La contaminación del aire en ambientes hospitalarios está siendo un problema acuciante en los últimos años. Debido a la pandemia de la COVID-19, donde numerosas investigaciones han puesto de manifiesto la importancia de una buena calidad microbiológica del mismo, se ha vuelto a poner quizá, con más énfasis el foco en las infecciones intrahospitalarias adquiridas por mala calidad ambiental.
El aire es un medio para la propagación de muchos tipos de microorganismos, que son vehiculados en forma de aerosoles, alcanzando diversos medios y permaneciendo en ellos8. Es por ello que el control de la calidad del aire es un aspecto fundamental en la prevención de enfermedades nosocomiales en centros sanitarios, tanto para los pacientes que habitualmente presentan inmunodepresión, como para el personal sanitario que trabaja en dichas instalaciones9.
Entre los microorganismos relacionados con las infecciones nosocomiales, las bacterias, en primer lugar, y los virus son considerados los agentes nosocomiales de mayor relevancia, ya que estos suponen un 90 % de dichas enfermedades10. Existen diferencias sustanciales en lo reportado en las investigaciones en relación a los microrganismos aislados en el ámbito de la medicina humana y veterinaria (Tabla 1).
Tabla 1. Comparativa de los microorganismos más frecuentemente aislados en controles ambientales en quirófanos de medicina humana y veterinaria11,12,13.
MEDICINA HUMANA | MEDICINA VETERINARIA | ||
---|---|---|---|
Bacterias | Hongos | Bacterias | Hongos |
Staphylococcus aureus Streptococcus spp. Legionella pneumophila Bacillus spp. | Aspergillus spp. (A. niger, A. fumigatus, A. flavus) Scedosporium spp. Rhodotorula spp. Candida spp. | Staphylococcus intermedius Staphylococcus aureus Meticilina Resistente (MRSA) Enterococcus faecalis Enterococcus faecium Acinetobacter baumannii Pseudomonas aeruginosa | Aspergillus spp. (A. niger, A. fumigatus, A. flavus) Cladosporium spp. Alternaria spp. |
Estos patógenos productores de infecciones nosocomiales han suscitado preocupación e interés en medicina humana y veterinaria, especialmente por el desarrollo de resistencias, incitando a desarrollar programas de control consistentes en incentivar el uso racional de los fármacos antimicrobianos12. En medicina humana se calcula que más del 50 % de las prescripciones de antibióticos se realizan sin pruebas que confirmen la infección, datos que no distan mucho de lo observado en la práctica de la medicina veterinaria14. El crecimiento exponencial de las resistencias unido al decremento en la creación de nuevos antimicrobianos de prácticamente el 50 % en las últimas décadas, según datos de la Food and Drug Administration (FDA), ha provocado que esta problemática sea transcendental en el ámbito sanitario actual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 las resistencias a los antimicrobianos ocasionarán unos 10 millones de muertes anuales. Como consecuencia de ello se ha elaborado un Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos. Es por esto que la monitorización y seguimiento de los agentes causantes de enfermedades nosocomiales y la evaluación de sus perfiles de resistencia en el ámbito hospitalario sea de extrema importancia15, siendo en la actualidad una actividad rutinaria en medicina humana y, por el contrario, escasamente practicada en la clínica veterinaria.
Profundizando en el ámbito de la medicina veterinaria y más concretamente en los animales de experimentación, podemos aseverar la enorme importancia que suponen el control ambiental y la prevención de infecciones nosocomiales en las instalaciones de un animalario o bioterio (unidad en la que se alojan animales con fines experimentales), puesto que estas pueden desvirtuar estudios y producir sesgos en la investigación, suponiendo graves pérdidas económicas y de recursos. A todo esto, cabe añadir que el contacto estrecho entre el personal y los animales pueden producir infecciones ocupacionales (zoonosis)13, por lo que la gestión de la calidad ambiental de las instalaciones y las medidas de bioseguridad cumplen con una doble función preventiva.
Las instalaciones en las que se encuentran los animales de experimentación deben promover su bienestar y seguridad. La estandarización de las condiciones ambientales mediante un protocolo de bioseguridad y un programa adecuado de vigilancia son métodos que aseguran la salud y los comportamientos normales de los animales de experimentación, proporcionando datos fiables en el trascurso de la investigación16.
Por todo lo mencionado anteriormente, y ante la escasa investigación existente en relación al control ambiental en dependencias hospitalarias veterinarias y de animales de experimentación, se hace necesaria la inclusión de un estudio ambiental para determinar qué agentes pueden observarse y qué medidas de bioseguridad deberían implementarse para asegurar una óptima calidad microbiológica del aire, esperando así abrir nuevas líneas de investigación.
En este sentido, este estudio busca identificar los agentes patógenos presentes en el aire de quirófanos y bioterio de animales de experimentación del Departamento de Cirugía Experimental del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla Centro Sanitario de Vida y Esperanza (HCDGU-CSVE). Los resultados obtenidos permitirán evaluar la microbiota presente en estas dependencias así como revisar los protocolos de limpieza y desinfección y la normativa de bioseguridad.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó a cabo un estudio observacional transversal para analizar la calidad microbiológica del aire presente en las instalaciones del Servicio de Medicina y Cirugía experimental del HCDGU-CSVE.
Para ello se seleccionaron varias localizaciones repartidas por las dependencias de quirófano y bioterio y se procedió a la realización del muestreo del aire de las mismas. Se siguieron criterios de proximidad con rejillas de ventilación y con puertas y ventanas que dan acceso a otras dependencias y en las que puede haber una contaminación cruzada entre ambientes.
Para el desarrollo del estudio se realizó una diferenciación entre las dos principales instalaciones de muestreo (IM). En el bioterio se establecieron un total de 8 puntos de muestreo (PM), mientras que en la zona quirúrgica se establecieron únicamente 6 PM. Estos PM consistieron en la realización de un filtrado automático del aire ambiental en determinados puntos de las salas de las IM, obteniéndolas a diferentes alturas y por duplicado, unas con un medio de cultivo consistente en Agar Sangre y otras con Agar Sabouraud. En total se obtuvieron un total de 40 muestras (n = 40): 24 correspondientes a las zonas quirúrgicas y 16 a bioterio (Tabla 2).
Tabla 2. Puntos de muestreo en bioterio y área quirúrgica.
Punto de muestreo bioterio | Lugar de muestreo | |
---|---|---|
1 | Sala 1 de ratas | Rejilla de ventilación |
2 | Sala 1 de ratas | Cerca de los racks (centro de la sala) |
3 | Sala 2 de ratas | Rejilla de ventilación |
4 | Sala 2 de ratas | Cerca de los racks (centro de la sala) |
5 | Pasillo | Rejilla de ventilación de la entrada |
6 | Pasillo | Entrada sala de ratas |
7 | Sala de limpieza | Rejilla de ventilación |
8 | Sala de limpieza | Puerta |
Punto de muestreo área quirúrgica | Lugar de muestreo | |
1 | Área prequirúrgica | Rejilla de ventilación |
2 | Área prequirúrgica | Rejilla de calefacción del centro de la sala |
3 | Área prequirúrgica | Puerta |
4 | Quirófano | Rejilla de ventilación |
5 | Quirófano | Rejilla de calefacción del centro de la sala |
6 | Quirófano | Puerta |
El muestreo de los emplazamientos se llevó a cabo en dos días, haciéndolo coincidir con las limpiezas a fondo de las dependencias establecidas en el Plan Normalizado de Trabajo (PNT) de dichas instalaciones. Durante la toma de muestras se consultó el registro de parámetros ambientales, concretamente la humedad relativa y la temperatura. Algo que se consiguió únicamente en las dependencias del animalario. En las salas de ratas se registró durante la toma de muestras una humedad relativa del 34 % y una temperatura de 20,3° C.
Las muestras de aire se tomaron con AIR IDEAL® 3P Traceability de BioMérieux Industry, un aerobiocolector de impactación validado acorde a la norma de la International Organization for Standardization (ISO) 14698-1, utilizado para detectar la presencia de microorganismos viables en el medio ambiente por muestreo preciso de un volumen dado de aire. En el presente estudio se realizaron mediciones con un caudal de 100 litros de aire por minuto, muestreando un total de 500 litros en 5 minutos por cada muestra obtenida.
Tras la finalización de la toma de muestras, los medios de cultivo fueron incubados en el Servicio de Microbiología del HCDGU-CSVE. La temperatura para las placas de Agar Sangre fue de 37° C durante 48 horas y de 30° C durante 5 días para las placas que contenían Agar Sabouraud.
Una vez respetado el tiempo de incubación, se procedió a la observación macroscópica de las características morfológicas de las colonias y al recuento de las unidades formadoras de colonias (UFC) presentes en cada una de ellas, así como una tipificación previa en base a sus características. En algunas colonias se procedió a la realización de pruebas bioquímicas diferenciadoras. En este caso fueron realizadas la prueba de la catalasa para diferenciar UFC de Streptococcus spp. de Staphylococcus spp., seguidamente se realizó la prueba de la coagulasa para evaluar la presencia o ausencia de Staphylococcus aureus en las colonias sospechosas.
Posteriormente, se procedió a la evaluación de las características microscópicas de las colonias de interés, mediante la tinción de Gram para bacterias y azul de lactofenol para hongos.
Finalmente, se realizó la identificación de los microorganismos encontrados en los medios de cultivo. Para ello, se introdujeron muestras en un sistema de identificación microbiana basado en la espectrometría de masas (Matrix-Assisted Laser Desorption/Ionization Time-Of-Flight) (MALDI Biotyper® ), que permite la identificación objetiva de microorganismos en pocos minutos hasta el nivel de especie basándose en el perfil proteico ribosomal de estos.
Los resultados se han expresado en unidades formadoras de colonia (UFC) por volumen de aire muestreado (0,5 m3), así como la indicación de los diferentes géneros y especies de microorganismos que han crecido en él. Las muestras fueron analizadas en el Servicio de Microbiología del HCDGU-CSVE.
Para el análisis estadístico de los datos se ha empleado la versión 20 del Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) de IBM. Los análisis realizados en función del tipo de variables consistieron en análisis descriptivos y pruebas de normalidad (Shapiro-Wilk) para las variables cuantitativas discretas (UFC), así como la realización de un test no paramétrico (U de Mann-Whitney) para el estudio comparativo entre grupos (bioterio y área quirúrgica). Para las variables categóricas (tipos de microorganismos) se han empleado frecuencias absolutas y relativas porcentuales. Además de una prueba Chi-cuadrado para la comparación entre crecimientos microbianos en las dependencias en estudio (bioterio y área quirúrgica).
En todos los casos, como grado de significación estadística se ha empleado un valor p < 0,05 (intervalo de confianza, IC = 95 %).
RESULTADOS
Se realizó un muestreo ambiental en diferentes dependencias de las dos zonas principales de las IM: área quirúrgica y bioterio. Se obtuvieron 66 aislados en total, de los cuales 31 (46,97 %) corresponden a las dependencias del bioterio y 35 (53,03 %) al área quirúrgica. Estos fueron aislados y caracterizados de forma macro y microscópica, actividad que permitió establecer que, para las dependencias del bioterio, el 58,06 % de los aislamientos realizados se correspondieron con Bacterias Gram Positivas (BGP) y el 41,94 % restante fue de crecimiento fúngico. En el caso de las áreas quirúrgicas, un 65,71 % de los crecimientos fueron BGP, siendo el 34,29 % restante aislados de hongos (Figura 1).

Fuente: Elaboración propia.
Figura 1. Porcentajes de microorganismos obtenidos en la evaluación de la calidad ambiental del Servicio de Medicina y Cirugía Experimental.
Una vez se estableció la identificación morfológica, bioquímica y molecular de los microorganismos se procedió al estudio de la prevalencia de los mismos en las distintas dependencias de las instalaciones con el propósito de evaluar la existencia de una asociación entre la carga microbiana y las instalaciones donde se produjo el muestreo.
Con relación al bioterio, se lograron identificar ocho géneros de microorganismos diferentes, tres se correspondieron con BGP y los cinco restantes con hongos. Los géneros que presentaron un mayor índice de frecuencia fueron Staphylococcus spp. (25,8 %), Aspergillus spp. y Penicillium spp.; estos últimos con un porcentaje del 22,6 % (Figura 2).

Fuente: Elaboración propia.
Figura 2. Representación en diagrama de sectores de los porcentajes de los géneros bacterianos y fúngicos observados en las dependencias del bioterio.
De forma análoga, se realizó el análisis de los resultados obtenidos en las dependencias de la zona quirúrgica del Servicio de Medicina y Cirugía experimental. En esta se identificaron un total de seis géneros diferentes, de los cuales cinco fueron clasificados como agentes micóticos y únicamente uno fue catalogado como BGP. Los géneros que presentaron un mayor índice de frecuencia fueron Penicillium spp. (34,3 %), Staphylococcus spp. (31,4 %) y Aspergillus spp. (25,7 %); siendo el índice de frecuencia de los géneros restantes de un 2,9 %.
Por último, se llevó a cabo una comparación a fin de constatar la posible asociación entre la carga bacteriana y/o fúngica y las instalaciones de diferente idiosincrasia donde se produjo el muestreo (tabla 3 y figura 3). Se realizó la prueba de Chi-cuadrado, utilizando el Odds Ratio (OR) como medida de asociación, obteniéndose un resultado estadísticamente no significativo (p-valor = 0,409).
Tabla 3. Comparativa de los microorganismos aislados en las distintas dependencias del SMCEX.
Género / Instalación | Bioterio | Área quirúrgica |
---|---|---|
Staphylococcus spp. | 25,8 % | 31,4 % |
Bacillus spp. | 9,7 % | 2,9 % |
Streptococcus spp. | 6,5 % | - |
Aspergillus spp. | 22,6 % | 25,7 % |
Penicillium spp. | 22,6 % | 34,3 % |
Arthroderma spp. | 3,2 % | - |
Curvularia spp. | 6,5 % | - |
Fusarium spp. | 3,2 % | - |
Alternaria spp. | - | 2,9 % |
Rhizopus spp. | - | 2,9 % |
Total | 8 | 6 |
DISCUSIÓN
La evaluación de la calidad microbiológica del aire debería ser un ítem más a tener en cuenta en el mantenimiento higiénico de instalaciones relacionadas con el ámbito sanitario. Desde el año 2020, cuando aconteció la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2, se le ha dado más importancia al estatus microbiológico del ambiente, especialmente en dependencias frecuentadas por pacientes inmunodeprimidos o con comorbilidades, en aras de prevenir infecciones nosocomiales tan acuciantes en los últimos años.
Es por ello, que en este estudio se ha considerado de particular interés plasmar la situación actual en lo relativo a las condiciones ambientales con las que se trabajan a diario en el Servicio de Medicina y Cirugía Experimental (SMCEX) del HCDGU-CSVE, concretamente en las dependencias de su área quirúrgica y animalario, circunstancia que no se había realizado con anterioridad. Hecho que, de forma añadida, adquiere una mayor importancia ante la escasez de estudios e investigaciones en el ámbito de la medicina veterinaria y en el uso de animales de experimentación.
Como fin último, este estudio ha tenido por objetivo realizar una primera evaluación de la calidad microbiológica del aire en dichas instalaciones a fin de emitir un juicio de valor en lo relativo al grado de efectividad del protocolo de limpieza y desinfección que ostenta el Servicio de Medicina y Cirugía Experimental en su Plan Normalizado de Trabajo (PNT), estimando si fuera necesario la modificación del mismo.
Según Pepper y Gerba17, las bacterias Gram positivas tienen mayor capacidad para tolerar el estrés por desecación que las bacterias Gram negativas. Esto podría explicar por qué todos los géneros bacterianos identificados en los resultados obtenidos son Gram positivos.
La similitud aparente entre las frecuencias de los microorganismos aislados probablemente fue debida a que, a pesar de ser instalaciones bien diferenciadas y separadas físicamente, se encuentran ambas en el mismo edificio, compartiendo semejantes condiciones ambientales. Además, es preciso mencionar que el Servicio de Cirugía Experimental suele realizar intervenciones con animales de experimentación catalogadas como «sin recuperación», en las que los protocolos de asepsia suelen ser más laxos que los de una intervención quirúrgica habitual en un hospital. Esto último, ha podido ser un factor determinante en la semejanza que se presenta en los resultados del presente estudio en lo relativo a la comparativa entre ambas instalaciones (bioterio y área quirúrgica). Esta última circunstancia no se refleja en otros estudios de referencia, como los publicados por Peña y Camargo1, en los que aparecen distintos perfiles microbiológicos en dependencias contiguas de hospitales con igual o distinta funcionalidad, achacando esta eventualidad al tipo de actividad clínica y al grado de limpieza y desinfección a las que son sometidas.
En los entornos hospitalarios, los géneros bacterianos más comúnmente aislados son Bacillus spp. y Staphylococcus spp.8. Estos microorganismos forman parte de la microbiota normal del ambiente, y se pueden encontrar en la piel, cabello y fluidos corporales tanto de animales como de seres humanos. Debido a su capacidad para producir esporas, pueden resistir condiciones adversas como altas temperaturas, sequedad y escasez de nutrientes. Se mantienen en un estado de reposo hasta encontrar un ambiente adecuado para desarrollarse y recuperar su capacidad infecciosa. La alta prevalencia de estos géneros puede deberse al elevado número de individuos que son portadores de estas bacterias o la posible cercanía de las dependencias con el ambiente exterior, ya que partículas sólidas como el polvo y la materia orgánica arrastradas por las corrientes de aire son capaces de transportar a estos microorganismos.
Según el estudio presentado por Hernández y Mórtola8 sobre la calidad ambiental en una clínica veterinaria, así como la investigación propuesta por Quishpe y Koch18 en laboratorios de un hospital de las Fuerzas Armadas de Ecuador, estos géneros bacterianos fueron los más frecuentemente aislados en el aire de las diferentes dependencias de las instalaciones, coincidiendo con los géneros aislados en el presente estudio. Si bien es cierto que, tras la identificación y caracterización de las mismas, se pudo concluir que ninguna de ellas tenía carácter patógeno, algo que no ocurre en otras publicaciones como las presentadas por García Sánchez19 y Azizi et al.20 donde se hace patente la presencia de bacterias patógenas como Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis en dependencias de hospitales veterinarios. Esto último, tendría su justificación en las diferentes condiciones y prácticas que se realizan en un hospital veterinario y en un animalario con fines de experimentación puesto que, en estos últimos, los animales suelen estar en un régimen controlado y conviven permanentemente en un mismo ambiente, circunstancia que no ocurre en las clínicas y hospitales donde acuden pacientes presumiblemente con alguna patología y provienen de entornos variados.
Desde un punto de vista cuantitativo, la carga bacteriana registrada fue extremadamente baja, circunstancia que nos hace pensar que los protocolos de limpieza y desinfección establecidos para el SMCEX serían adecuados y eficaces. Además, esto nos permite aventurar que la posibilidad de contraer alguna enfermedad de origen bacteriano en sus instalaciones se antoja improbable. En contraposición, se puede decir que, el reducido número de muestras tomadas, así como su no prolongación en el tiempo, nos da una visión sesgada de lo que podría ser el recuento real de microorganismos en estas instalaciones.
En lo relativo al crecimiento fúngico, y más concretamente, a Aspergillus, se aislaron tres especies diferentes: Aspergillus flavus, Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus; siendo este último el que obtuvo una mayor representación en ambas instalaciones, con porcentajes de un 16,1 % para las dependencias del bioterio y un 17,1 % para las del área quirúrgica. El porcentaje que se obtuvo para ambas especies varía en los diferentes estudios ambientales realizados tanto en hospitales de medicina humana como en clínicas y hospitales veterinarios. En cualquier caso, son registros mayores que los reportados por Zenteno Díaz13 en dos hospitales veterinarios, en los que se obtuvieron porcentajes de 3,13 % y 2,7 % para Aspergillus flavus y Aspergillus fumigatus respectivamente. Por otra parte, en estudios similares realizados en quirófanos y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de hospitales de medicina humana se han reportado crecimientos micológicos similares en cuanto a géneros y especies y, además, con escasas diferencias en cuanto a carga fúngica se refiere21,22,23. En la publicación realizada por Azab et al.23 sobre la cuantificación de hongos en salas de UCI del Hospital Universitario de Egipto, se reportó en el aire de estas dependencias crecimiento de Aspergillus flavus con un porcentaje de 24,7 % y un 16,5 % para la especie Aspergillus fumigatus. Por último, cabe mencionar un estudio realizado en las UCI de diez hospitales de Brasil realizado por Ríos24, donde se evidenció un mantenimiento deficiente de los sistemas de aire acondicionado de las instalaciones, siendo éste la fuente de esporas fúngicas que desencadenó en la presencia masiva de Aspergillus niger, Aspergillus fumigatus y Aspergillus flavus en porcentajes del 60 %, 50 % y 40 % respectivamente.
En lo que concierne a Penicillium spp., también se encontraron elevadas frecuencias globales para ambas instalaciones. En el bioterio representó el 22,6 % de los aislados, mientras que para el área quirúrgica fue de un 34,3 %, siendo Penicillium digitatum la especie más representativa. Azimi25 realizó un estudio relativo a la calidad fúngica del aire en las habitaciones de un Hospital de Irán, en el que el 70 % de los aislados correspondieron a este género micológico. Valores tan elevados encontraron su explicación en la permanente apertura de ventanas y puertas, dando algunas de ellas al exterior del hospital, pudiendo estas prácticas comprometer la salud de los pacientes que en ellas permanecían.
El hongo Alternaria spp. también fue aislado en las salas del área quirúrgica, coincidiendo con estudios anteriores como el de Quishpe y Koch18, quienes encontraron dicho género en salas del laboratorio del hospital. Otros géneros aislados como Curvularia spp., Rhizopus spp., Fusarium spp. y Arthroderma spp. también han sido aislados, aunque en menor proporción en dependencias sanitarias tanto humanas como veterinarias, del mismo modo que en el presente estudio.
Referenciando la Tabla 4, podemos observar los estudios ambientales fúngicos más relevantes considerados para la presente investigación. En cuanto a géneros y especies se refiere, se puede aseverar que el crecimiento fúngico es independiente de la zona geográfica e incluso del tipo de instalación, ya que los estudios planteados se desarrollaron en países diferentes y se tomaron muestras de distintas dependencias de hospitales, véanse habitaciones, UCI o quirófanos, registrando géneros prácticamente similares en todos ellos. Cabe mencionar, que el estudio realizado por Zenteno Díaz13 fue realizado en dos hospitales veterinarios, a diferencia del resto, que fueron en el ámbito de la medicina humana.
Tabla 4. Resumen de las investigaciones más relevantes en la evaluación de la calidad del aire y los géneros micológicos más frecuentemente aislados.
GÉNEROS | García-Cruz (2012) | Pérez-Díaz (2013) | Azimi (2013) | Azab (2014) | Zenteno Díaz (2015) | Pardo-Galiana (2023)* | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Aspergillus spp. | 17,3 % | 6,1 % | 14 % | 47,5 % | 2,9 % | 22,6 % | 25,7 % |
Penicillium spp. | 13,4 % | 18 % | 70 % | 10,2 % | 7,25 % | 22,6 % | 34,3 % |
Alternaria spp. | 0,0 % | 2,29 % | 2 % | 0,0 % | 10,14 % | 0,0 % | 2,9 % |
*Los resultados fueron expresados por dependencias (bioterio y área quirúrgica).
En adición, se decidió estudiar si existían diferencias estadísticamente significativas relativas al crecimiento de microorganismos en las dependencias del bioterio y el área quirúrgica, puesto que son zonas totalmente independientes y con prácticas y condiciones desiguales. Los resultados arrojaron que el crecimiento era similar para ambas instalaciones (Figura 4). La interpretación que se le puede otorgar a este suceso viene determinada por dos circunstancias principalmente: el escaso número de muestras y su no prolongación en el tiempo y/o la coexistencia de estas dos instalaciones en el mismo edificio estando expuestas a priori a las mismas condiciones ambientales. Estas premisas chocan con lo publicado por otros autores con investigaciones similares. Por ejemplo, Hernández y Mórtola8 realizaron un muestreo ambiental en las distintas salas de una clínica veterinaria, encontrando disparidad entre dependencias contiguas. Se evidenció una mayor contaminación en los consultorios, prequirófanos y quirófanos, asociándose esta eventualidad a la mayor ocupación de dichas salas, en las que continuamente coexisten pacientes, dueños y profesionales veterinarios. Además, su investigación incluyó un muestreo pre y postdesinfección, en el que evidenciaron la incorrecta aplicación del protocolo de limpieza y desinfección, obteniendo mayor crecimiento tras el tratamiento en algunas dependencias.

Fuente: Elaboración propia.
Figura 4. Diagrama de barras que compara el crecimiento microbiano en las dos instalaciones de interés para el estudio.
Para terminar, es importante recalcar que en el presente estudio se aislaron especies fúngicas causantes de infecciones nosocomiales (Aspergillus spp. y Penicillium spp.) tanto en bioterio como en el área quirúrgica, pudiendo estas suponer focos de infección tanto para los animales de experimentación como para el personal sanitario que trabaja en las instalaciones. Estas especies son las que con mayor frecuencia son reportadas como causantes de infecciones en salas UCI de hospitales de medicina humana1.
A pesar de que es difícil lograr un ambiente completamente libre de especies fúngicas, numerosos estudios han demostrado que los controles periódicos del aire en circulación son eficaces en la reducción del número de esporas, ya que estas presumiblemente acceden a las dependencias a través de los sistemas de ventilación.
Para prevenir las infecciones nosocomiales causadas por hongos, es importante tomar medidas adecuadas como: monitoreos programados, controlar la humedad, realizar limpiezas exhaustivas para eliminar el polvo, utilizar desinfectantes y llevar a cabo un mantenimiento periódico de los equipos. También se recomienda filtrar el aire con filtros de partículas de alta eficiencia, promover la ventilación natural y utilizar sistemas de ventilación con flujo laminar de aire1.
En lo que concierne al desarrollo de la investigación, se encontraron una serie de limitaciones que se deben tener en cuenta para poder dar una correcta dimensión a los resultados obtenidos en el mismo. La escasa investigación en dicho ámbito ha obligado a basarse en estudios similares realizados en hospitales y clínicas veterinarias y en las diferentes dependencias de hospitales de medicina humana. Otros factores que han condicionado este ensayo han sido el carácter transversal del mismo, así como el escaso tamaño muestral seleccionado, entendiendo esto como la posibilidad de haber obtenido unos resultados sesgados que no reflejan fielmente la situación real en cuanto a la calidad microbiológica del aire del Servicio de Medicina y Cirugía Experimental del HCDGU-CSVE.
Las pautas seguidas para el desarrollo del estudio pueden servir de base para futuras investigaciones e incluso dejan la puerta abierta a la continuación del mismo a fin de precisar y obtener más información sobre la calidad microbiológica del aire en el Servicio de Medicina y Cirugía Experimental del HCDGU-CSVE. Por último, decir que las medidas utilizadas son válidas y confiables dando estas, consistencia a los resultados adquiridos.
Este proyecto de investigación tiene por objeto final la apertura de nuevas líneas de investigación en lo que atañe a la calidad microbiológica del aire en el ámbito de la medicina veterinaria, y de forma particular en los animalarios con fines de experimentación. Una adecuada calidad ambiental asegura el bienestar animal y su óptimo estado de salud previniendo la concurrencia de infecciones en aras de que estos presenten las mejores condiciones, permitiendo así una mayor precisión en los estudios en los que intervienen para favorecer el desarrollo y mejora de las prácticas en los ámbitos de la medicina, ya sea humana o veterinaria.
CONCLUSIONES
Los resultados sugieren que tanto el bioterio como las dependencias quirúrgicas son ambientes propicios para el crecimiento de hongos y bacterias. Surge así la necesidad de tomar medidas para controlar su crecimiento y propagación.
A pesar de las diferencias existentes en infraestructura, condiciones ambientales y uso, los crecimientos obtenidos para ambas instalaciones fueron similares, no existiendo diferencias estadísticamente significativas entre ellos.
Las bacterias Gram positivas aisladas en las instalaciones no representan ningún riesgo para la salud tanto de los animales de experimentación como para el personal sanitario, ya que ninguna de ellas tuvo carácter patógeno, no siendo así para los géneros fúngicos aislados de forma más frecuente (Aspergillus spp. y Penicillium spp.) siendo estos responsables habituales de infecciones nosocomiales en ambientes hospitalarios.
Los bajos niveles de unidades formadoras de colonias (UFC) evidenciadas en los resultados permiten aseverar la eficacia del Programa Normalizado de Trabajo del Servicio de Medicina y Cirugía Experimental relativo a los protocolos de limpieza y desinfección de las instalaciones.
En definitiva, este trabajo de investigación ha demostrado la importancia de seguir explorando y profundizando en cuestiones de calidad microbiológica ambiental en dependencias sanitarias, especialmente en el ámbito veterinario, donde se abre una nueva puerta a futuros proyectos relacionados con las zoonosis y las propias infecciones nosocomiales. A través del estudio, la investigación y el análisis, podremos obtener una mejor comprensión de los problemas y situaciones a las que nos enfrentamos como profesionales sanitarios a corto y medio plazo, estando en el punto de mira actual, la resistencia que están adquiriendo estos microorganismos que se desarrollan en las instalaciones hospitalarias. No es descabellado aventurar que en las próximas décadas la casi totalidad de recursos sanitarios irán dirigidos hacia la medicina preventiva, en aras de anticiparse a los posibles escenarios que se nos puedan presentar.