Un modelo de atención que se adapta por completo a una crisis emergente por la grave amenaza que supone para la salud pública la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 no es, para nada, un sistema prescindible. La Atención Primaria ES EL SISTEMA. Tal y como apuntaba Ángel Ruiz Téllez 1, médico especialista de atención familiar y comunitaria, la Atención Primaria ha jugado un papel irrelevante, en cuanto a protagonismo presupuestario se refiere, siendo la invisibilidad su peor amenaza.
Pero esto depende, diría yo, del cristal con que se mire pues, como diría el otro, "lo esencial es invisible a los ojos". ¿Qué opina usted?
Los centros de salud se han reconvertido plenamente, de la noche a la mañana, en espacios comunitarios, geográfica y estratégicamente bien ubicados, para el cribado y abordaje de los casos, permutando por completo su método asistencial hacia un modelo a distancia. Actualmente, los profesionales de Atención Primaria hacen seguimiento telefónico de miles de pacientes que se encuentran en sus domicilios, confinados bajo medidas de aislamiento, a la espera de mejoría clínica y siguiendo las recomendaciones establecidas en el documento técnico del Ministerio de Sanidad sobre "Manejo en atención primaria del COVID-19" 2.
Algunos autores exponen fórmulas más adecuadas a los nuevos tiempos para el contacto con los pacientes, dado el distanciamiento necesario para evitar los contagios. Greenhalgh, Koh y Car 3 describen cómo la mayoría de los casos con COVID-19 pueden ser abordados a distancia, no solo telefónicamente sino incluso a través de la video-consulta, la cual provee de mejores claves visuales, adicionales, para la valoración de la situación clínica y del estado de salud.
¿Es viable esto en nuestro sistema sanitario público? Debería, dado que la sociedad "nos lo exige". No parece técnicamente imposible… pero hay que dar decididamente el paso. La Universidad de Oxford ha publicado una guía práctica para el manejo de la vídeo-consulta en Atención Primaria 4. Totalmente pertinente y necesaria. Urgente incluso. Con el beneficio, a la postre, de que es muy probable que todos estos cambios que ahora se implementen en nuestro modelo asistencial queden instalados en nuestras rutinas de práctica. Esta sería "la cara buena" de la pandemia.
Debemos estar cerca de las necesidades de cuidados en salud de nuestra población. Disponer de los medios necesarios asegura una atención oportuna y de calidad. La información en salud "corre como la pólvora" a través de las nuevas redes sociales que dictan las normas de interacción que rigen nuestro medio. La información transita, igual de rápido o más que el propio virus, a lo largo y ancho de cada lugar. Pero también la desinformación y los bulos. Si pretendemos mantener buenos cuidados de la salud de nuestras poblaciones, el manejo de estos elementos resulta primordial. Y, ante el COVID-19, más aún si cabe.
"Es poco probable que la teoría de la información pueda decirnos qué nos depara el futuro, pero una cosa es segura. Con una mayor interconectividad en el mundo, tendremos que mejorar la velocidad de nuestra forma de pensar y de nuestra forma de tomar decisiones. En una sociedad más interconectada somos más propensos a los cambios repentinos. La información mutua simplemente aumenta muy rápidamente y si queremos tomar buenas decisiones necesitamos asegurarnos de que nuestra propia forma de procesar la información puede seguir el ritmo. El futuro, al parecer, no será solo de los más osados sino también de los más rápidos" 5.
La Atención Primaria es "el muro de contención". Y hay que obrar rápido. Estamos ante un problema de salud pública de primer orden, como nunca se había vivido, una emergencia comunitaria sanitaria, social y económica a nivel mundial. Podemos preguntarnos ¿es válido el modelo de atención? Nuestra respuesta es evidentemente sí. Retomamos el lema de la OMS en su informe de 2008 "La atención primaria: más necesaria que nunca" 6.
Ahora que nos encontramos en los límites de lo cotidiano sabemos que reforzar el modelo de Atención Primaria nos permitirá tener un sistema sanitario más fuerte y robusto cuando todo esto pase. Somos la primera línea.