La reforma curricular producida por la implementación del proceso de Bolonia trajo consigo a nuestro contexto el paradigma de la educación medica basada en competencias, aunque este concepto aparece por primera vez en 1996 en la Brown University en Estados Unidos. La adopción de este modelo ha comportado el abandono del modelo de la enseñanza basada en los tradicionales objetivos educativos poniendo el énfasis en aquellas competencias que se espera que un alumno haya adquirido al final de un programa formativo. En el año 2005 apareceó un nuevo concepto, el de las actividades profesionales confiables (APROC), que nace para superar la brecha entre los marcos de competencias bien elaborados y la práctica clínica en la atención al paciente. Las APROC son las unidades de actividades prácticas profesionales que constituyen lo que los médicos hacen en su trabajo diario. Pueden considerarse como las responsabilidades o tareas que deben realizarse en atención al paciente. Constituyen la lista de tareas que cada departamento clínico o profesional de la salud tienen que realizar en un determinado período. Esta plenaria pretende describir la evolución seguida en la planificación curricular desde los conocidos objetivos docentes a las competencias y de éstas al nuevo concepto de APROC y la sistemática para poner en marcha este tipo de actividades.