Las investigaciones que se publican en las revistas científicas se sustentan en conocimiento previo, representado en las referencias bibliográficas que los autores presentan en sus artículos. Toda investigación parte de una adecuada búsqueda de información usando una rigurosa metodología y relevancia en el estudio. Las referencias son asociaciones de concepto con las ideas científicas que se están trabajando en la investigación y en la actualidad constituyen un medidor de la calidad y relevancia de la investigación [1]. Se observa que las revistas científicas muchas veces establecen una regla sobre las referencias bibliográficas en la que se pide que ‘los artículos no deben tener más de cinco años de antigüedad’, y los libros, ‘no más de diez años de antigüedad’. ¿Existe una norma validada que sustente esta regla?
Las citas, en las cuales un artículo se refiere a trabajos anteriores, son un medio estándar por el cual los autores reconocen la fuente de sus métodos, ideas y hallazgos, y a menudo se usan como una medida aproximada de la importancia de un artículo. Hace cincuenta años, Eugene Garfield publicó el Science Citation Index (SCI), el primer esfuerzo sistemático para rastrear citas en la literatura científica.
En un artículo en el que se revisaron los 100 trabajos más citados hasta el año 2014 [2], ocupó el primer lugar uno publicado en 1951, ‘Protein measurement with folin reagent’ (http://www.jbc.org/content/193/1/265.long), citado 215.095 veces según Pubmed y la editorial JBC o 305.148 según Web of Science. Segundo lugar: año 1970, citado 213.005 veces, ‘Cleavage of structural proteins during the assembly of the head of bacteriophage T4’ (https://www.nature.com/articles/227680a0). Tercer lugar: año 1976, citado 155.530 veces, ‘A rapid and sensitive method for the quantitation of microgram quantities of protein utilizing the principle of protein-dye binding’ (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0003269776905273). Estos artículos se citan hasta la actualidad.
Ninguno de esto trabajos hubiera podido citarse en trabajos de investigación en el día de hoy según las reglas de algunas revistas de investigación. Si se observa, en la lista de los más citados [2], el más antiguo es de 1925 (citado 220.690 veces), y el más nuevo, de 2008 (37.978 veces), y aún se citan. Según el International Committee of Medical Journal Editors, los autores deben proporcionar referencias directas de la fuente original y que sean relevantes siempre que resulte posible [3].
En mi opinión, no hay fecha de vencimiento para un trabajo. Sin embargo, aunque alguien puede ver el contenido científico y pensar que es obsoleto, otro científico puede leer entre líneas y encontrar una gran idea que podría surgir de ese documento. Creo que todos estamos de acuerdo en que muchos desarrollos en la ciencia provienen de la transferencia de los viejos conocimientos adquiridos en un campo nuevo a otro campo. Una buena regla general es utilizar fuentes bibliográficas de los últimos diez años para la investigación en ciencias sociales. Para campos de ritmo más rápido, las fuentes publicadas en los últimos 2-3 años son un buen punto de referencia, ya que son más actuales y reflejan los descubrimientos, teorías, procesos o mejores prácticas más recientes. Se recomienda a las revistas científicas revisar algunas normas para los autores porque muchas veces influyen en la manera de citar y de reconocer el conocimiento científico.