Introducción
Se acepta generalmente que la medicina y las profesiones sanitarias tienen un marcado sentido vocacional [1,2] en el que pueden identificarse diferentes componentes. El profesor Gregorio Marañón indicaba que vocación es ‘la voz que nos llama hacia la profesión y ejercicio de una determinada actividad', lo que puede contribuir a la elevada motivación de los estudiantes de medicina [3,4] y dar sentido a la existencia de cierta predisposición innata que acompaña a características de la personalidad, tales como empatía, comprensión, motivación, idealismo y compromiso ético [5,6]. Estas características no pueden ser modificadas por la educación pero sí deben ser cuidadas a lo largo de los estudios y de la actividad profesional [2].
Diversos autores han analizado las razones por las cuales los estudiantes eligen estudiar medicina. Hay quienes sostienen que son las mismas razones de siempre; es decir, para cumplir con la determinación de saber para ayudar al que sufre, para obedecer al impulso de conocer, para transmitir a las nuevas generaciones eso que logramos saber, y dar testimonio, con nuestra conducta, de aquello que cuando nos iniciamos quisimos ser [7]. Otros invocan la oportunidad de trabajar con personas [3,8], los componentes humanos de la medicina [9,10], ayudar a la gente [11,12], o el interés en la biología humana y realizar investigación orientada a la enfermedad [9,13].
Pero también es cierto que los factores vivenciales y ambientales pueden influir [14-16], siendo frecuente la alusión a la influencia de los padres, de familiares sanitarios [14,17,18], o aspectos relacionados con la propia vivencia de la enfermedad [19]. Por otra parte, diferentes estudios sugieren la existencia de una serie de grupos de factores o circunstancias que condicionan la decisión de estudiar medicina. Entre ellos, el deseo de ayudar, la voluntad de servicio y el espíritu de sacrificio [18], el interés humanístico, científico, y el logro de una posición social [20], que se han agrupado en dos tipos de motivaciones: la intrínseca, con predominio de los valores sociales y el altruismo, y la extrínseca, más centrada en la adquisición de prestigio y estabilidad económica [12,21,22]. Otros autores lo resumen en ‘un conjunto de razones personales, sociales, científicas y prácticas' [23].
Un estudio realizado en nuestro medio hace unos años [24] sugiere que una amplia mayoría (68%) accede por razones altruistas (ayudar a la gente) y un 25% lo hace por razones intelectuales (es una profesión de desafíos, estimulante, científica y exigente), mientras que las de índole personal (presión familiar, familiares médicos, contacto con la enfermedad) e instrumentales (prestigio social, nivel socioeconómico, salidas profesionales) sólo alcanzan un 4% en cada caso. Estos resultados fueron cumplimentados en otro estudio realizado por autores diferentes unos años después [25] en el que también detectaron que las razones aludidas varían según el curso de la titulación en el que se realiza la encuesta, sobre todo entre cursos preclínicos y clínicos.
En este artículo se presentan los resultados obtenidos mediante encuestas cumplimentadas por nuestros estudiantes de primer curso del Grado en Medicina en tres años académicos diferentes.
Sujetos y métodos
En el estudio han participado estudiantes del primer curso del Grado en Medicina de la Universidad de Oviedo matriculados en la asignatura ‘Introducción a la medicina, documentación y método científico' en los años 2014-2015 (n = 147), 2015-2016 (n = 144) y 2017-2018 (n = 150).
Para obtener el material de análisis se planteó a los estudiantes un ejercicio abierto bajo el epígrafe ‘explique brevemente las razones que le han llevado a matricularse en el Grado en Medicina'. En los tres cursos se solicitó su colaboración durante el desarrollo de los seminarios programados en la asignatura y se llevó a cabo durante el primer mes del curso. Se les indicaba que ‘la respuesta es optativa, anónima y no es objeto de calificación, por lo que no contribuye a la nota final de la asignatura'. También se les pidió que indicaran el sexo del estudiante. El estudio fue autorizado por el Comité Ético de Investigación del Principado de Asturias (ref. 2020.279).
Los textos originales fueron custodiados como documento de referencia. También se mecanografiaron para obtener un documento de trabajo en el que, además del texto escrito por los estudiantes, se incluía numeración correlativa en cada año, el sexo del alumno y un espacio para anotar los tipos de razones propuestas para acceder al Grado en Medicina. Estas razones se extrajeron directamente del texto atendiendo a la literalidad o el sentido de lo redactado, sin que hayan sido deformadas por los autores de este artículo. Con esta información se confeccionó una base de datos mediante la cual se han realizado los siguientes análisis: identificación y clasificación de las razones aducidas por los estudiantes, cálculo del número de razones que aporta cada estudiante, cálculo de la media de razones por el conjunto de estudiantes y en cada uno de los años, y su distribución en mujeres y hombres. Así mismo, se anotó el número de estudiantes que indicaba que su decisión de estudiar medicina se produjo de forma precoz (antes de los 16 años) y se ha evaluado el porcentaje de estudiantes (mujeres y hombres) que han dejado constancia de este hecho en cada uno de los años estudiados.
Por otra parte, a efectos comparativos de la evolución a más largo plazo, los motivos expresados por los estudiantes se han agrupado en categorías siguiendo las propuestas por Soria et al [24] (altruismo, motivos intelectuales, motivos instrumentales y motivos personales) y por Gutiérrez et al [25] (voluntad de servicio, interés científico, circunstancias personales, gratificación personal, vocación y relevancia social de la medicina).
Análisis estadístico
Se ha realizado una distribución de frecuencias, mostrándose los datos como valores absolutos y relativos. Además, se calculó la media, la desviación y el error estándar de la media. Para estudiar el grado de significación se utilizó el test chi cuadrado de Pearson, considerándose significativo un valor p < 0,05.
Resultados
El número total de estudiantes matriculados en los tres años ha sido de 441, de los cuales 367 (83,2%) han manifestado su opinión mediante una redacción abierta. No obstante, los porcentajes de respuestas han variado en cada edición (Tabla I). La media de participación fue del 83,2%. La diferencia en el porcentaje medio de respuesta entre las mujeres (83,7 ± 4,8%) y los hombres (82,4 ± 5,1%) no fue estadísticamente significativa (p = 0,56). Por otra parte, los porcentajes de respuesta fueron similares entre ambos sexos en el año 2014-2015, ligeramente superiores entre los hombres en el curso 2015-2016 y mayores entre las mujeres en el 2017-2018.
Alumnos matriculadosa | Encuestas distribuidas | Encuestas contestadasb | Distribución de encuestas contestadas c | Porcentaje respecto a matriculados | |||
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Mujeres | Hombres | Mujeres | Hombres | ||||
Año 2014-2015 | 147 (86/61) | 138 | 108 (78,3/73,5%) | 62 (57,4%) | 46 (42,6%) | 72,1% | 75,4% |
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Año 2015-2016 | 144 (105/39) | 138 | 124 (89,3/86,1%) | 88 (70,9%) | 36 (29,0%) | 83,8% | 92,3% |
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Año 2017-2018 | 150 (106/44) | 138 | 135 (97,8/90,0%) | 101 (74,8%) | 35 (25,9%) | 95,3% | 79,5% |
aMujeres/hombres;
bPorcentaje frente a encuestas distribuidas/porcentaje frente a matriculados;
cPorcentaje sobre el número de encuestas contestadas.
Decisión precoz
El porcentaje de estudiantes que decide estudiar medicina de forma precoz es variable en los diferentes años (19%, 25,5% y 27% para las mujeres y 15,5%, 25% y 17,6% para los hombres en 2014-2015, 2015-2016 y 2017-2018, respectivamente). El valor medio global fue del 22,5%, sin diferencias significativas entre mujeres (23,8%) y hombres (19,4%).
Razones manifestadas
Los estudiantes aportan un número variable de razones para estudiar medicina, que oscilan entre una y siete, siendo el 84,9% los estudiantes que aducen entre una y tres razones. La media global de razones aducidas por todos los estudiantes fue de 2,5 ± 0,06, valores que se mantienen muy similares en los tres años: 2,5 ± 0,1 (2014-2015), 2,7 ± 0,11 (2015-2016) y 2,5 ± 0,06 (2017-2018). Cuando evaluamos las diferencias de sexo en este aspecto, obtenemos que las mujeres refirieron un número ligeramente superior de razones (2,54 ± 0,07) que los hombres (2,31 ± 0,1), diferencias que no fueron significativas (p = 0,063).
La lectura de las narraciones de los estudiantes ha permitido identificar 23 razones invocadas para acceder al Grado en Medicina, que se mantienen con ligeras oscilaciones en los tres años académicos estudiados (Tabla II). La suma de las diez primeras razones aducidas alcanza el 84,35%. La que ha obtenido mayor puntuación en todos los cursos ha sido la voluntad de ayuda, descrita por el 52,1% de los estudiantes y que supone el 20,7% de todas las razones identificadas (Figura). La vocación se ha invocado en tercer lugar, por detrás de la adquisición de conocimientos científicos, como motivo de acceso.
Año 2014-2015 (n = 108) | Año 2015-2016 (n = 124) | Año 2017-2018 (n = 135) | ||||
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n | % | n | % | n | % | |
Voluntad de ayudar | 57 | 52,8 | 64 | 51,6 | 70 | 51,8 |
Adquirir conocimientos científicos | 21 | 19,4 | 43 | 34,7 | 57 | 42,4a |
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Vocación | 36 | 33,3 | 38 | 30,6 | 26 | 19,3b |
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Profesión gratificante | 25 | 23,1 | 24 | 19,4 | 35 | 25,9 |
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Realizar investigación | 25 | 23,1 | 13 | 10,5 | 30 | 22,2c |
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Compromiso social | 13 | 12,0 | 19 | 15,3 | 21 | 15,5 |
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Salidas profesionales | 16 | 14,8 | 21 | 16,9 | 10 | 7,4 |
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Contacto con la enfermedad | 12 | 11,1 | 19 | 15,3 | 10 | 7,4d |
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Reto personal | 15 | 13,9 | 16 | 12,9 | 6 | 4,4e |
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Influencia del entorno | 9 | 8,3 | 9 | 7,2 | 18 | 13,3 |
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Emulación profesional | 10 | 9,3 | 16 | 12,9 | 6 | 4,4 |
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Consideración social de la medicina | 7 | 6,4 | 12 | 9,7 | 2 | 2,2 |
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Salvar vidas | 6 | 5,5 | 2 | 1,6 | 12 | 8,8 |
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Valores profesionales | 5 | 4,6 | 10 | 8,1 | 5 | 3,7 |
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Humanismo médico | 4 | 3,7 | 10 | 8,1 | 2 | 1,5 |
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Realización personal | 1 | 0,9 | 3 | 2,4 | 7 | 5,2 |
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Remuneración económica | 3 | 2,7 | 6 | 4,8 | 1 | 0,7 |
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Series médicas | 2 | 1,9 | 3 | 2,4 | 1 | 0,7 |
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Presión familiar | 1 | 0,9 | – | – | 2 | 1,5 |
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Hacer el bien | 1 | 0,9 | – | – | – | – |
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Imagen social del médico | 1 | 0,9 | – | – | – | – |
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Educar/enseñar | – | – | 1 | – | – | – |
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Trabajo en equipo | – | – | – | 1 | 0,7 | |
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Total | 270 | 329 | 322 |
aAño 2014-2015 frente a 2015-2016 (p = 0,01); año 2014-2015 frente a 2017-2018 (p = 0,0002).
bAño 2014-2015 frente a 2017-2018 (p = 0,01); año 2015-2016 frente a 2017-2018 (p = 0,03).
cAño 2014-2015 frente a 2015-2016 (p = 0,01); año 2015-2016 frente a 2017-2018 (p = 0,011).
dAño 2015-2016 frente a 2017-2018 (p = 0,018).
eAño 2014-2015 frente a 2017-2018 (p = 0,01); año 2015-2016 frente a 2017-2018 (p = 0,014).
Algunos de los motivos de acceso han experimentado modificaciones estadísticamente significativas con el transcurso del tiempo. Es el caso de la vocación, el reto personal o el contacto con la enfermedad, que disminuyen de un año a otro. En cambio, la voluntad de ayudar es un motivo muy estable, siendo muy similar el porcentaje de estudiantes que la señalan como razón para acceder al grado. Una de las razones que se ha incrementado significativamente es el acceso para la adquisición de conocimientos científicos, que pasa de un 19,4% en 2014-2015 a un 42,4% en 2017-2018 (p = 0,002). En cambio, la realización de investigación es una motivación oscilante, con un descenso en el año 2015-2016 y un ascenso posterior (Tabla II).
En líneas generales, las mujeres citan con mayor frecuencia que los hombres que acceden a los estudios de medicina por todas las razones excepto para dedicarse a la investigación, por las salidas profesionales, la consideración social de la medicina, la remuneración económica o la influencia de las series médicas (Tabla III). Sin embargo, esta diferencia sólo fue significativa en el caso de la consideración social de la medicina.
Todos (n = 367) | Mujeres (n = 252) | Hombres (n = 115) | ||||
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n | % | n | % | n | % | |
Voluntad de ayudar | 191 | 52,1 | 136 | 53,9 | 55 | 47,8 |
|
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||||
Adquirir conocimientos científicos | 121 | 32,9 | 88 | 34,9 | 33 | 28,7 |
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||||
Vocación | 101 | 27,5 | 77 | 30,6 | 24 | 20,9 |
|
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||||
Profesión gratificante | 84 | 22,9 | 60 | 23,8 | 24 | 20,9 |
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||||
Realizar investigación | 68 | 18,5 | 46 | 18,3 | 22 | 19,1 |
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Compromiso social | 53 | 14,4 | 39 | 15,5 | 14 | 12,2 |
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Salidas profesionales | 47 | 12,8 | 29 | 11,5 | 19 | 16,5 |
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||||
Contacto con la enfermedad | 41 | 11,1 | 25 | 9,9 | 15 | 13,1 |
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||||
Reto personal | 37 | 10,1 | 39 | 15,5 | 14 | 12,2 |
|
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||||
Influencia del entorno | 36 | 9,8 | 24 | 9,5 | 12 | 10,43 |
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||||
Emulación profesional | 32 | 8,7 | 23 | 9,1 | 9 | 7,8 |
|
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||||
Consideración social de la medicina | 21 | 5,7 | 10 | 3,9 | 11 | 9,5a |
Salvar vidas | 20 | 5,5 | 16 | 6,3 | 4 | 3,5 |
|
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||||
Valores profesionales | 20 | 5,5 | 15 | 5,9 | 5 | 4,3 |
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||||
Humanismo médico | 16 | 4,4 | 12 | 4,8 | 4 | 3,5 |
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||||
Realización personal | 11 | 3,0 | 9 | 3,6 | 2 | 1,7 |
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Remuneración económica | 10 | 2,7 | 5 | 2,0 | 5 | 4,3 |
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||||
Series médicas | 6 | 1,6 | 3 | 1,2 | 3 | 2,6 |
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||||
Presión familiar | 3 | 0,8 | 1 | 0,4 | 2 | 1,7 |
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||||
Hacer el bien | 1 | 0,3 | 1 | 0,4 | – | – |
|
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||||
Imagen social del médico | 1 | 0,3 | – | – | 1 | 0,9 |
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||||
Educar/enseñar | 1 | 0,3 | 1 | 0,4 | – | – |
|
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||||
Trabajo en equipo | 1 | 0,3 | 1 | 0,4 | – | – |
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Total | 922 | 645 | 277 |
ap = 0,03.
Categorización de las razones
A efectos comparativos, hemos agrupado las 23 razones esgrimidas por los estudiantes en las categorías propuestas por Soria et al [24] y por Gutiérrez et al [25], para lo cual, en el primer caso, se han agrupado en cuatro, y en el segundo, en siete. Siguiendo la categorización de Soria et al, las razones altruistas (39,65%) ocupan el primer lugar de elección, seguido de los motivos intelectuales, los instrumentales y los personales (Tabla IV). En comparación con los datos de estos autores, se mantiene el porcentaje de estudiantes que acceden por motivos intelectuales, disminuyen de forma importante los que acceden por altruismo y aumentan los que llegan por motivos instrumentales y personales. En el análisis por sexos, las mujeres acceden por motivos altruistas en mayor proporción que los hombres. En cambio, hay un porcentaje superior de hombres que acceden por motivos instrumentales y personales.
Categorías | Otros estudiosa | González-García et al b | |
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Categorización según Soria et al [24] | Altruismo | 68% | 39,7% |
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Motivos intelectuales | 25% | 24,6% | |
Motivos Instrumentales | 4% | 18,9% | |
| |||
Motivos personales | 4% | 16,8% | |
| |||
Categorización según Gutiérrez et al [25] | Vocación | 19% | 10,9% |
Interés científico | 22% | 20,6% | |
| |||
Voluntad de servicio | 16% | 28,9% | |
| |||
Gratificación personal | 16% | 15,4% | |
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Circunstancias personales | 11% | 16,7% | |
Por exclusión | 7% | – | |
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Relevancia social de la medicina | 9% | 7,5% | |
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aSoria et al [24] (124 estudiantes de segundo curso) y Gutiérrez et al [25] (57 estudiantes de segundo curso);
b367 estudiantes de primer curso.
En la categorización de Gutiérrez et al [25], los motivos de acceso en nuestro estudio se producen en el siguiente orden: voluntad de servicio > interés científico > circunstancias personales > gratificación personal > vocación. En comparación con los datos de estos autores, el porcentaje de estudiantes que invocan la vocación como motivo de acceso se ha reducido, se mantiene el acceso por interés científico y aumentan la voluntad de servicio y los motivos personales. Utilizando esta categorización, las mujeres puntúan más alto en voluntad de servicio, en vocación y en interés científico, mientras que los hombres alcanzan mayor puntuación en el acceso por gratificación personal, relevancia social de la medicina y circunstancias personales.
Discusión
El número de datos analizados puede ser suficiente para tener una idea aproximada de las razones que esgrimen los estudiantes para estudiar medicina y permite comparar sus resultados con los obtenidos años antes por otros autores [24,25]. La media de encuestas cumplimentadas fue superior al 80% y no hay diferencias porcentuales significativas entre mujeres y hombres. Nuestro estudio se ha basado en las razones descritas por los estudiantes y no en un cuestionario cerrado, lo que permite analizar su estilo narrativo, en el que utilizan verbos activos (ayudar, curar, conocer, comprender), un lenguaje que transmite optimismo y una fuerte voluntad y determinación de llevar a cabo la formación y de ejercer la profesión, aunque reconocen que es un reto personal importante, y está de acuerdo con la motivación descrita para los estudiantes de medicina [3,4].
Un 22,5% de los estudiantes indican que eligen de forma precoz estudiar medicina, hecho que es significativamente más frecuente en mujeres que en hombres. Esto concuerda con los datos de Soria et al [24], que indican que hay una decisión precoz de elegir estos estudios, lo que está muy alejado de aquel ‘hemos de decidir nuestro futuro sin otra razón de peso que la de que somos bachilleres en junio y antes del próximo octubre hemos de estar matriculados en esta o en otra escuela superior o facultad' [1], que describió Gregorio Marañón en 1930. Alguno de nuestros estudiantes indica que ‘jugaba con los muñecos y el fonendoscopio', aunque no faltan quienes aseguran que ‘no saben reconocer el origen de esa pasión'.
La utilización de una redacción abierta en este estudio puede justificar, al menos parcialmente, que las razones identificadas sean diferentes de las de un cuestionario cerrado en el que los estudiantes se pronuncian sobre una serie de cuestiones predeterminadas. En principio, los datos indican que no se elige estudiar medicina por una única razón (opción esgrimida por el 16,35% de los estudiantes), sino por una media de 2,5 razones, sin que exista una diferencia significativa entre mujeres y hombres.
De las 23 razones diferentes identificadas para acceder al grado, la primera, la voluntad de ayudar, es esgrimida por el 52,1% de los estudiantes y supone el 20,7% de todas las razones citadas, datos acordes con los descritos en otros países [9-12]. Esto sugiere el valor predominante de la voluntad de ayudar en el acceso a los estudios de medicina, seguido por el interés de adquirir conocimientos científicos y de los que invocan la vocación. Los datos sugieren, además, que algunos motivos de acceso, tales como el contacto con la enfermedad, considerar la titulación como un reto personal o la gratificación profesional, están perdiendo vigencia en el acceso al Grado en Medicina. No obstante, la combinación de estas 23 razones puede confeccionar perfiles de acceso diversos, como han señalado otros autores [23,26].
Cuando categorizamos las 23 razones, el altruismo sigue ocupando el primer lugar de la elección de los estudiantes, seguido de los intereses intelectuales. No obstante, nuestro estudio sugiere que el peso del altruismo ha disminuido (del 68% al 40%) respecto al estudio de Soria et al [24], mientras se mantienen los motivos intelectuales en segundo lugar (25% frente a 24,6%) y aumentan de forma importante los motivos instrumentales y personales. También sorprende que la vocación ocupa sólo un 10% en las categorías de Gutiérrez et al [25], con un peso también significativo de la gratificación personal por los contenidos del título y la práctica de la profesión.
El hecho de que las dos primeras categorías sean los valores altruistas y los motivos intelectuales relacionados con la investigación científica sugiere que estamos en vías de conseguir ese ‘médico híbrido' del que hablaba Levi-Montalcini, un médico ‘con un pie en la clínica y en la aplicación del conocimiento y el otro en la generación del mismo; es imprescindible que estos nuevos médicos lleguen a ser líderes de los grupos de investigación' porque ‘lo hicimos en el pasado; fuimos investigadores y médicos' [19]. Este perfil está en línea con lo descrito por autores de diferentes países [8,9,13] y demandado desde hace tiempo por diversos autores en España [27,28] para contribuir a las demandas de actividad científica que exige la actividad clínica actual. Esto es importante y lo hemos resaltado en estudios previos de nuestro grupo que sugieren buena aceptación por los estudiantes y una importante implicación de los profesores y profesionales sanitarios en el desarrollo de las competencias de investigación de los estudiantes durante el grado [29,30]. También es significativo el hecho de que las mujeres indican con mayor frecuencia que los hombres su interés científico, lo que sugiere que el perfil de mujer que accede al Grado en Medicina está cambiando. Los hombres siguen puntuando más alto en valores instrumentales y motivos personales. Un último dato que llama la atención es que la influencia familiar, la consideración social de la medicina o la imagen social del médico se han invocado con muy poca frecuencia. Sin embargo, estos aspectos pueden ser sensibles a diferencias culturales o socioeconómicas. Por ejemplo, en la India, el deseo de los padres y el prestigio profesional ocupan los primeros puestos en las razones para acceder a los estudios de medicina [31], mientras que en Latinoamérica, los principales motivos son sociales/altruistas, según un estudio realizado en diez países [12].
En síntesis, el estudio sugiere que los alumnos participantes decidieron estudiar medicina por más de una razón y, en consecuencia, los perfiles de acceso pueden ser bastante amplios. Además, los valores altruistas y el interés por la investigación ocupan los dos primeros lugares en las preferencias de los estudiantes. Las mujeres indican con más frecuencia que los hombres que acceden por motivos altruistas y por interés científico, mientras que los hombres optan por razones personales e instrumentales.