INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la lactancia materna exclusiva (LME) como “dar al lactante únicamente leche materna: no se le dan otros líquidos ni sólidos -ni siquiera agua- exceptuando la administración de soluciones de rehidratación oral o de vitaminas, minerales o medicamentos en forma de gotas o jarabes”1. Hasta 2001, la OMS recomendaba que la LME se extendiera hasta los 4-6 meses, y posteriormente los expertos recomendaron extender esta recomendación hasta los 6 meses debido a la evidencia posterior que mostraba que la LME durante los primeros 6 meses reducía considerablemente las infecciones gastrointestinales y aumentaba el peso de los niños más que una LME de menor tiempo1-3.
Además, la LME se ha mostrado como un factor protector en el lactante de enfermedades a corto plazo, tales como gastroenteritis, infección respiratoria, otitis media, desnutrición en lactantes, enterocolitis necrotizante en prematuros y cáncer de mama, diabetes tipo 2 e hipertensión en madres, y a largo plazo, frente a enfermedades crónicas tales como diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad4-16.
El calostro y la leche materna contienen factores antimicrobianos potenciales, tales como, inmunoglobulinas, citocinas, oligosacáridos, lisozima, lactoferrina, otras glicoproteínas, y péptidos antimicrobianos que pueden inactivar patógenos individualmente o de forma sinérgica17. Además, de una reducción de los costes económicos asociada a una mayor morbilidad en niños que han recibido LME, la alimentación con leche materna se ha mostrado más coste efectivo que la alimentación con fórmulas infantiles18-19. Conjuntamente, el consumo de leche materna facilita la aceptación de nuevos sabores20-21.
Entre los factores asociados a la LME se ha observado que influyen tanto variables maternas (educación, ocupación, estado de salud y edad) o en el lactante (sexo, orden del nacimiento y enfermedad) como el contexto cultural (iniciación de la lactancia materna e introducción de alimentos complementarios)22.
En Chile a finales de la década de los 70, la prevalencia de LME en el sexto mes de vida no superaba el 5%, llevando a campañas específicas a favor de la lactancia para revertir este problema. En el año 1993, tras la realización de una campaña por parte del Ministerio de Salud (MINSAL), la prevalencia aumentó hasta el 16%, y progresivamente esta prevalencia ha ido aumentando hasta el 43% en 2002 según datos de las encuestas nacionales realizadas en Chile23.
En el año 2011, el gobierno de Chile incorporó la Ley 20.545 en el artículo 197 bis del Código del Trabajo, donde se indica que: “las trabajadoras tienen derecho a un permiso postnatal (licencia maternal) de 12 semanas u 84 días a continuación del período postnatal, durante el cual tienen derecho a percibir un subsidio, lo que permite alcanzar casi 5,5 meses antes de la reincorporación al mundo laboral”23. Sin embargo, se desconocen los efectos de esta nueva medida sobre la prevalencia de LME, si la aplicación de la Ley ha incrementado la LME al sexto mes. El objetivo del presente artículo es determinar la evolución de la lactancia materna exclusiva en Chile entre los años 2011 al 2015.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio ecológico con los datos de prevalencia de LME en Chile de los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. Los datos fueron extraídos (15/02/2016) de las bases de datos anuales del Departamento de Estadísticas e Información (DEIS) del MINSAL del Gobierno de Chile. Concretamente corresponde al registro mensual estadístico a la serie A. El universo de estudio que corresponde a 2.444.426 menores de 12 meses registrados en las bases de datos de los centros de Atención Primaria del país. Para los datos correspondientes al año 2014 y 2015, hasta la fecha de su extracción el MINSAL los considera datos preliminares. Se obtuvo información de la LME al mes de nacimiento, a los 3 meses, a los 6 meses y a los 12 meses. También se recogió información sobre si las mujeres habían disfrutado de los tipos de permisos remunerados y los motivos que habían llevado a esas mujeres en el año 2013 a cesar LME en esos 6 primeros meses de vida de los niños.
Los análisis estadísticos se realizaron con software SPSS 22.0. Se estimó la prevalencia de LME para los meses 1º, 3º, 6º y 12º para cada año de estudio. Para comparar la evolución temporal de la prevalencia de LME se utilizó el estadístico χ2 para tendencia lineal. Y para comparar si la prevalencia LME fue mayor en aquellas mujeres que tenían permisos remunerados se utilizó también el estadístico χ2. Se describó utilizando porcentajes los motivos por los cuales se había cesado la LME antes de los 6 meses en el año 2013.
RESULTADOS
La evolución de la LME en Chile entre los años 2011 y 2015 se muestra en la Figura 1. La LME entre los años 2011-2015 fue similar, con excepción para el período de los seis primeros meses donde se observó un aumento del 12% entre el año 2014 y 2015 (p<0,001).

Figura 1 Prevalencia de lactancia materna exclusiva al primer, tercer, sexto mes de vida y al año, en Chile en el período 2011-2015.
En la Figura 2 se presenta la prevalencia de LME de 6 o más meses diferenciando en mujeres trabajadoras con acceso al descanso prenatal, descanso postnatal y descanso parental remunerador. En ella se observa claramente que la prevalencia de LME fue superior en aquellas mujeres que tuvieron permiso remunerado aplicado con la puesta en marcha de la Ley.

Figura 2 Prevalencia de lactancia materna exclusiva de 6 o más meses en mujeres trabajadoras con acceso al descanso prenatal, descanso posnatal y descanso parental remunerado en Chile, en el período 2011-2015.
Los principales motivos que las madres refirieron para el cese de la lactancia materna fueron “el lactante quedaba con hambre” (27,2%), problemas de mama o pezón (14,7%) e inicio de la madre en actividades laborales o estudiantiles (10,4%) (Figura 3).
DISCUSIÓN
El principal resultado del presente estudio es el incremento de la LME al 6º mes de vida en 12 puntos porcentuales entre 2014 y 2015, aunque este aumento necesita de unos años de aplicación de la Ley para ser efectivo. Además, la prevalencia de LME es mayor en las mujeres que acceden a los beneficios de la Ley respecto a aquellas que no pueden acceder. La Ley en la actualidad presenta una elevada cobertura, no obstante, quedan excluidas las estudiantes y las mujeres que tienen trabajos informales.
En Chile se han realizado cinco Encuestas Nacionales de Lactancia Materna: en 1993, 1996, 2000, 2002 y siendo la última el año 2005, en muestras representativas de la población, se hace necesario actualizar dicha información.
Entre las Metas Sanitarias de 2015, se esperaba llegar al 60% de menores con LME en el 6º mes de vida24. Entre las acciones recomendadas para incrementar la LME están: (a) incorporar un consejo breve sobre los beneficios de la LME en todos los controles de salud de la gestante y luego en los controles de salud del menor desde su ingreso como recién nacido; (b) fortalecer en todos los Centros de Subsecretaría de Redes Asistenciales/División de Atención Primaria Salud, Clínicas de lactancia materna donde se atienda de inmediato a las madres que acuden por problemas agudos relacionados con la lactancia25.
Se estima que la prevalencia de LME al 6º mes a nivel mundial alcanza al 40%25; al comparar la prevalencia observada en Chile, esta se ubica bajo Suecia quien presenta una prevalencia del 75%26, pero superior a países como Brasil (41%)27, España (28%)28, Estados Unidos (16%)29, Canadá (13%)30, Egipto (9,7%)31 e Irlanda (0,2%)32.
Desde la entrada en vigencia de la nueva Ley de Permiso Postnatal Parental en Chile (Ley 20.545), la prevalencia de la LME hasta el 6º mes alcanzó un 53%. Así lo indica la sexta Encuesta Nacional de Lactancia Materna24, sin embargo, el incremento de la LME no parece estar asociado directamente a la nueva Ley, puesto que no hubo mayores cambios antes y después de ella.
Es probable que dicha mejoría en los registros de la LME se asocie a la Resolución Exenta N° 88033 de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, publicada en el Diario Oficial el 02 de octubre 2014, la cual aprueba las metas sanitarias para el año 2015 e incluye a LME como una de ellas, hecho que hasta el año previo no existía. De cumplirse las metas establecidas, se asocian a incentivos económicos o, dicho de otra forma, asignación de desarrollo y estímulo al desempeño colectivo por el personal regido bajo la Ley N° 19.378 la cual establece el Estatuto de Atención Primaria de Salud Municipal34. Esta resolución al parecer se condice con el posterior aumento de LME al sexto mes.
El cambio se observa solamente entre el año 2014 y 2015 para el 6º mes de vida y sin cambios para los cortes del mes 1º, 3º y 12º, lo que se condice con la exigencia de la meta sanitaria anteriormente mencionada.
Asimismo, es importante mencionar que al primer mes de vida el 25% de los lactantes pierden la LME, lo que indudablemente tiene relación con el trabajo de clínicas y hospitales, y los profesionales médicos y no médicos de salud que realizan el control del niño durante esta primera etapa. Un estudio realizado en CESFAM del Servicio de Salud Central, donde se encuentra una de las más bajas prevalencias de LME, muestra una baja capacitación de los profesionales de la salud en especial médicos y enfermeras en lactancia materna35. La capacitación en lactancia materna debe jugar un rol central en el aumento de la LME, como también la mantención de horas protegidas de clínicas de lactancia materna y derivación espontánea a especialistas en lactancia materna (nutricionistas) en Atención Primaria.
La ocupación de la madre también es una variable que modifica la lactancia, en efecto, las mujeres que aún estudian lactan significativamente menos (46,6%) que las mujeres que trabajan (53,1%) o que son dueñas de casas (59,2%)32.
Actualmente, el fomento de la LME no toma en cuenta ni el estado nutricional, ni la alimentación de la madre. Un reciente estudio comparativo mostró que la leche materna de madres obesas tiene un perfil de ácidos grasos proinflamatorio y la disminución de las concentraciones de ácidos grasos y carotenoides, que han mostrado tener un papel crítico en el desarrollo visual y neurológico36.
Entre las debilidades de este estudio se encuentra que, al ser global, no permite diferenciar las variaciones por territorio en función de la Ley o incentivos a los funcionarios de salud como se discutió previamente, además sólo incorpora a los niños y niñas atendidos en el sistema público de salud.
CONCLUSIONES
Se ha incrementado la prevalencia de LME al sexto mes de vida, aunque este aumento ha necesitado de unos años de aplicación de la Ley puesto que se implementa en el año 2011 pero no es hasta el año 2014 cuando se notan los efectos. Los incentivos económicos asociados al cumplimiento de metas sanitarias han tenido un excelente resultado en el aumento de la prevalencia de la lactancia materna exclusiva al 6º mes de vida, situación que no aplica de igual forma al incremento para 1 y 3 meses para LME. También destacar que aquellas madres que trabajan dentro del mercado de manera informal no se ven favorecidas por la Ley, es importante seguir trabajando para llegar al 60% de LME.