Mensajes Clave
El 73,3% de niños y niñas que participaron de la investigación presentaron inseguridad alimentaria.
El 11,2% de niños y niñas participantes de la investigación presentaron inseguridad alimentaria severa.
Niños y niñas migrantes presentaron mayores niveles de inseguridad severa que sus pares chilenos.
El mayor nivel de inseguridad alimentaria fue de niños migrantes con un 16,1%.
Introducción
La pandemia de COVID-19 comenzó en 2019 tras la declaración de la Comisión Municipal de Salud Wuhan, China1. Por su parte, los efectos de la pandemia en Chile fueron reportados a inicios del año 20202 y el comienzo de las cuarentenas fue declarado el 26 de marzo del mismo año3.
Una de las principales consecuencias de las cuarentenas fue el cierre de los establecimientos educacionales, generando incertidumbre respecto de la entrega de alimentos en recintos educacionales, dado que niños y niñas en situación de pobreza dependen del servicio de alimentación escolar. En abril del 2020 se detectó que el 35% de los hogares con niños y niñas menores de 18 años sufren de inseguridad alimentaria4.
La seguridad alimentaria (SA) se define como la existencia de acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer las necesidades alimenticias y llevar una vida activa y sana, en todo momento5. Está caracterizada por cuatro aspectos fundamentales: disponibilidad física, acceso, utilización y estabilidad6. Los cuatros aspectos fundamentales de la SA se vieron afectados por las implicancias generalizadas a nivel económico, político y logístico de la pandemia.
Miles de familias se vieron afectadas debido al cierre de pequeñas empresas o a la imposibilidad de desarrollar actividades laborales informales lo cual redujo el número de empleos7. En el caso de trabajadores informales la cesantía total ocasionó una disminución del ingreso económico, aumento de la pobreza y mayor riesgo de inseguridad alimentaria8.
En términos generales, se han evidenciado diversos factores que afectan la seguridad alimentaria9. Uno de ellos es el nivel de ingresos de los padres, en un estudio reciente previo a la pandemia se analizó el consumo de frutas en niños y niñas con madres de diferentes niveles de ingreso económico y escolaridad, reportando que el consumo es mayor para los escolares pertenecientes a hogares con ingresos superiores, comparados con los de ingresos medios y bajos10. Otro factor es la accesibilidad y variedad de los alimentos, al estudiar familias agrícolas; las familias de granjas pequeñas que tenían mayor cercanía a establecimientos comerciales y tiendas de frutas y verduras reportaron un mayor consumo y más variado de alimentos que las que vivían en granjas grandes11. Un tercer factor es la migración, que, dada la inestabilidad laboral, bajos ingresos y en ocasiones desventajas idiomáticas se favorece el desarrollo de inseguridad alimentaria12.
En esta línea, se ha reportado la falta de programas gubernamentales y soluciones para combatir la inseguridad alimentaria13. Por ejemplo, en California, Estados Unidos, entre 2018 y 2019 la inseguridad alimentaria era de un 22,2%. En 2020, con la pandemia, el desempleo aumentó luego del inicio de las cuarentenas afectando directamente a hogares de bajos ingresos. En este contexto, y gracias a los sistemas existentes para identificar e inscribir rápidamente a las familias elegibles en California y las acciones de respuesta por parte del Gobierno Federal la inseguridad alimentaria disminuyó significativamente a un 14%14.
El programa de alimentación escolar (PAE) dependiente del Ministerio de Educación de Chile se encarga de la distribución y entrega de alimentos a estudiantes pertenecientes al 60% de las familias más vulnerables15. Esto ha sido un apoyo importante en la trayectoria académica de estos estudiantes, cuya alimentación depende en gran medida de este programa. Producto de las cuarentenas hubo un periodo durante el cual no se entregó el beneficio, posteriormente el Gobierno optó por entregar canastas de alimentos para cada familia15-16.
En este contexto, cabe mencionar que la inseguridad alimentaria está asociada a la desnutrición y bajo peso, como también, puede reportarse en personas con sobrepeso y obesidad. En esta línea, el último informe del Mapa Nutricional del Ministerio de Educación identificó que un 25% de los estudiantes vivían con malnutrición por exceso, donde los hombres tienen mayor riesgo en la etapa de pre kínder a quinto básico (de 4 a 10 años) de obesidad severa. Por su parte, las mujeres presentaron mayor prevalencia de sobrepeso17. En el caso de estudiantes extranjeros, presentaron un 44% de prevalencia de malnutrición por exceso, en comparación con los estudiantes chilenos que reportaron un 55% en la misma categoría. Respecto de la malnutrición por déficit, los escolares extranjeros presentan un 12% de desnutrición o bajo peso, frente a un 7% de escolares chilenos17.
Por lo expuesto, el presente estudio tuvo como objetivo comparar el nivel de seguridad alimentaria en escolares migrantes y chilenos residentes en Antofagasta durante la pandemia COVID-19. En esta línea, se espera que los niveles de seguridad alimentaria en estudiantes migrantes sean menores que en estudiantes chilenos con independencia del sexo y nivel cursado.
Metodología
Participantes y tipo de estudio
Se realizó un estudio transversal analítico. La muestra total estuvo compuesta por 542 escolares de ambos sexos pertenecientes al primer y segundo ciclo escolar, esto es de primero a octavo básico (primaria). Los participantes provenían de seis países: Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Cuba. Cabe mencionar que los participantes pertenecían a una institución educativa pública de la comuna de Antofagasta, que corresponde a la segunda comuna de Chile con mayor número de migrantes18. El reclutamiento de los participantes se realizó a través de un muestreo no probabilístico intencionado combinado con técnica de bola de nieve19.
Instrumentos
Para evaluar el nivel de seguridad alimentaria en escolares se utilizó la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA)5, diseñada y validada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Es una escala de medición basada en la experiencia de hogares que busca determinar niveles de inseguridad alimentaria. La ELCSA está constituida por quince preguntas, las cuales están divididas en dos dimensiones. Las primeras ocho preguntas tienen relación con aquellas situaciones que conllevan la inseguridad alimentaria experimentada por adultos. La segunda dimensión está compuesta de siete preguntas referidas a condiciones que afectan a menores de 18 años en el hogar. La escala genera un puntaje total de 8 en caso de solo haber personas adultas en el hogar y 15 en caso de contar con adultos y menores de 18 años. La clasificación para hogares con menores de 18 años es 0=Seguridad alimentaria, de 1 a 5=Inseguridad leve, de 6 a 10=Inseguridad moderada y de 11 a 15=inseguridad severa.
Procedimiento
Esta investigación fue revisada y aprobada por el Comité de Ética Científica de la Universidad Católica del Norte bajo la resolución 014b-2019. Previo al contacto con los participantes se siguieron todos los conductos regulares propuestos por la Corporación Municipal de Desarrollo Social, de la cual dependen los establecimientos educacionales municipales para la obtención de las autorizaciones correspondientes para ejecutar el estudio. En la presente investigación se trabajó con la institución educativa con mayor número de escolares extranjeros de la región durante los meses marzo y julio de 2021. La batería de cuestionarios se diseñó y difundió a través de Google Forms en formato de autoreporte. La difusión del estudio y los instrumentos se realizó a través de correo electrónico y página web de la institución, ambos canales formales de la institución educativa. Cabe destacar que, antes de completar los cuestionarios, los padres o apoderados de los participantes debían firmar el consentimiento informado, por su parte los escolares el asentimiento informado.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo utilizando frecuencia absoluta y relativa para las variables cualitativas. La prueba Chi-cuadrado por capas se utilizó para evaluar el nivel de significación estadística de la diferencia en el nivel de seguridad alimentaria observado entre inmigrantes y chilenos. Los análisis estadísticos fueron realizados mediante el programa IBM SPSS V24. Para la significancia estadística se consideró un p-valor<0,05.
Resultados
En la Tabla 1 se presentan las principales características sociodemográficas de la población, agrupadas por sexo y por nacionalidad. El 58,4% de las familias de los participantes reportaron un ingreso mensual menor a 346 USD. El 68,1% de los participantes tiene una familia compuesta por entre 3 y 6 personas.
Tabla 1. Descripción de la muestra estudiada.
Chilenos | Migrantes | Total | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Niños (n=175) | Niñas (n=205) | Niños (n=87) | Niñas (n=87) | Niños (n=262) | Niñas (n=262) | Total (n=554) | |
Edad (M-DE) | 10,0-2,4 | 9,8-2,5 | 9,8-2,3 | 10,1-2,2 | 10,0-2,4 | 9,9-2,4 | 9,9-2,4 |
Rango de edad | 6-15 | 6-15 | 6-15 | 6-14 | 6-15 | 6-15 | 6-15 |
Nivel n (%) | |||||||
Primero básico | 16 (9,1) | 24 (11,7) | 4 (4,6) | 6 (6,9) | 20 (7,6) | 30 (10,3) | 50 (9,0) |
Segundo básico | 26 (14,9) | 30 (14,6) | 21 (24,1) | 11 (12,6) | 47 (17,9) | 41 (14,0) | 88 (15,9) |
Tercero básico | 21 (12,0) | 21 (10,2) | 10 (11,5) | 9 (10,3) | 31 (11,8) | 30 (10,3) | 61 (11,0) |
Cuarto básico | 12 (6,9) | 18 (8,8) | 9 (10,3) | 11 (12,6) | 21 (8,0) | 29 (9,9) | 50 (9,0) |
Quinto básico | 33 (18,9) | 29 (14,1) | 10 (11,5) | 10 (11,5) | 43 (16,4) | 39 (13,4) | 82 (14,8) |
Sexto básico | 20 (11,4) | 22 (10,7) | 12 (13,8) | 13 (14,9) | 32 (12,2) | 35 (12,0) | 67 (12,1) |
Séptimo básico | 28 (16,0) | 37 (18,0) | 11 (12,6) | 20 (23,0) | 39 (14,9) | 57 (19,5) | 96 (17,3) |
Octavo básico | 19 (10,9) | 24 (11,7) | 10 (11,5) | 7 (8,0) | 29 (11,1) | 31 (10,6) | 60 (10,8) |
País de origen | |||||||
Chile | 175 (66,8) | 205 (70,2) | - | - | - | - | 380 (68,6) |
Bolivia | - | - | 52 (19,8) | 42 (14,4) | - | - | 94(17,0) |
Perú | - | - | 10 (3,8) | 15 (5,1) | - | - | 25 (4,5) |
Colombia | - | - | 17 (6,5) | 27 (9,2) | - | - | 44 (7,9) |
Venezuela | - | - | 8 (3,1) | 1 (0,3) | - | - | 9 (1,6) |
Cuba | - | - | 0 | 2 (0,7) | - | - | 2 (0,4) |
Ingreso económico* | |||||||
Menos de 326 | 102 (58,3) | 114 (55,6) | 55 (64,0) | 52 (59,8) | 157 (60,2) | 166 (56,8) | 323 (58,4) |
Entre 326 y 500 | 61 (34,9) | 71 (34,6) | 28 (32,6) | 27 (31,0) | 89 (34,1) | 98 (33,6) | 187 (33,8) |
Entre 500 y 800 | 10 (5,7) | 13 (6,3) | 3 (3,5) | 7 (8,0) | 13 (5,0) | 20 (6,8) | 33 (6,0) |
Más de 800 | 2 (1,1) | 7 (3,4) | 0 (0,0) | 1 (1,1) | 2 (0,8) | 8 (2,7) | 10 (1,8) |
Personas con las que vive | |||||||
Menos de 3 | 19 (10,9) | 28 (19,7) | 15 (17,2) | 11 (12,6) | 34 (13,0) | 39 (13,4) | 73 (13,2) |
Entre 3 y 6 | 120 (68,6) | 134 (65,4) | 59 (67,8) | 64 (73,6) | 179 (68,3) | 298 (67,8) | 377 (68,1) |
De 7 a 9 | 24 (19,7) | 31 (15,1) | 8 (9,2) | 9 (10,3) | 32 (12,2) | 40 (13,7) | 72 (13,0) |
Más de 9 | 12 (6,9) | 12 (5,9) | 5 (5,7) | 3 (3,4) | 17 (6,5) | 15 (5,1) | 32 (5,8) |
*M326 equivale aproximadamente a USD $ 346;
M: media; DE: Desviación estándar.
Respecto de los niveles de seguridad e inseguridad alimentaria, entre chilenos y migrantes por sexo descritos en la Tabla 2 no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre grupos (χ2=5,375; p=0,146). Se destaca dentro de los resultados que la proporción de inseguridad alimentaria severa es mayor en migrantes, tanto hombres como mujeres, ver Tabla 2.
Tabla 2. Niveles de seguridad alimentaria entre chilenos, migrantes, hombres y mujeres.
Chilenos (p=0,487) | Migrantes (p=0,732) | Total (p=0,711) | |||||
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Niños | Niñas | Niños | Niñas | Niños | Niñas | Total | |
Seguridad alimentaria* n (%) | |||||||
Seguridad alimentaria | 45 (25,7) | 59 (28,8) | 23 (26,4) | 21 (24,1) | 68 (26,0) | 80 (27,4) | 148 (26,7) |
Inseguridad leve | 82 (46,9) | 92 (44,9) | 30 (34,5) | 37 (42,5) | 112 (42,7) | 129 (44,2) | 241 (43,5) |
Inseguridad moderada | 34 (19,4) | 31 (15,1) | 20 (23,0) | 18 (20,7) | 54 (20,6) | 49 (16,8) | 103 (18,6) |
Inseguridad severa | 14 (8,0) | 23 (11,2) | 14 (16,1) | 11 (12,6) | 28 (10,7) | 34 (11,6) | 62 (11,2) |
*(χ2: 5,375; p=0,146).
En la Tabla 3 se detallan los resultados de nivel de seguridad alimentaria de acuerdo a características sociodemográficas entre chilenos y migrantes. Destaca en los resultados que entre chilenos y migrantes que independientemente del nivel educacional, ingreso económico y número de personas del grupo familiar, la sumatoria de las categorías de inseguridad alimentaria están por sobre el 70%. Adicionalmente, respecto del número de integrantes que componen las familias, existen diferencias en la seguridad alimentaria. Para el caso de familias chilenas la seguridad alimentaria disminuye en cuanto aumenta el número de integrantes. Para las familias migrantes sucede lo contrario, la seguridad alimentaria aumenta cuando aumenta el número de integrantes.
Tabla 3. Seguridad alimentaria de acuerdo a variables sociodemográficas.
Chilenos | Migrantes | χ2 | p | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
SA (%) | IL (%) | IM (%) | IS (%) | SA (%) | IL (%) | IM (%) | IS (%) | |||
Nivel educacional | ||||||||||
Primero básico | 25,0 | 55,0 | 15,0 | 5,0 | 10,0 | 30,0 | 50,0 | 10,0 | 6,606 | 0,086 |
Segundo básico | 16,1 | 41,1 | 28,6 | 14,3 | 28,1 | 34,4 | 25,0 | 12,5 | 1,826 | 0,609 |
Tercero básico | 23,8 | 47,6 | 21,4 | 7,1 | 5,3 | 36,8 | 36,8 | 21,1 | 6,229 | 0,101 |
Cuarto básico | 16,7 | 66,7 | 6,7 | 10,0 | 20,0 | 35,0 | 35,0 | 10,0 | 7,654 | 0,540 |
Quinto básico | 25,8 | 51,6 | 12,9 | 9,7 | 30,0 | 50,0 | 10,0 | 10,0 | ,213 | 0,975 |
Sexto básico | 42,9 | 33,3 | 16,7 | 7,1 | 20,0 | 40,0 | 16,0 | 24,0 | 5,899 | 0,117 |
Séptimo básico | 35,4 | 35,4 | 18,5 | 10,8 | 38,7 | 45,2 | 6,5 | 9,7 | 2,684 | 0,443 |
Octavo básico | 30,2 | 46,5 | 11,6 | 11,6 | 35,3 | 29,4 | 17,6 | 17,6 | 5.375 | 0,656 |
Ingreso económico* | ||||||||||
Menos de M326 | 23,6 | 47,2 | 17,6 | 11,6 | 18,7 | 41,1 | 23,4 | 16,8 | 4,080 | 0,253 |
Entre M326 y 500 | 34,1 | 45,5 | 14,4 | 6,1 | 36,4 | 30,9 | 21,8 | 10,9 | 4,562 | 0,207 |
Entre M500 y 800 | 26,1 | 34,8 | 21,7 | 17,4 | 30,0 | 50,0 | 10,0 | 10,0 | 1,228 | 0,746 |
Más de M800 | 22,2 | 44,4 | 33,3 | 0,0 | 0,0 | 100,0 | 0,0 | 0,0 | 1,111 | 0,574 |
Personas con las que vive | ||||||||||
Menos de 3 | 27,7 | 51,1 | 17,0 | 4,3 | 15,4 | 30,8 | 30,8 | 23,1 | 9,511 | 0,023 |
Entre 3 y 6 | 28,0 | 46,1 | 15,7 | 10,2 | 24,4 | 38,2 | 23,6 | 13,8 | 5,276 | 0,153 |
De 7 a 9 | 25,5 | 45,5 | 21,8 | 7,3 | 35,3 | 47,1 | 5,9 | 11,8 | 2,601 | 0,457 |
Más de 9 | 25,0 | 33,3 | 20,8 | 13,5 | 50,0 | 50,0 | 0,0 | 0,0 | 4,978 | 0,173 |
SA: Seguridad alimentaria; IL: Inseguridad leve; IM: Inseguridad moderada; IS: Inseguridad severa.
*M326 equivale aproximadamente a USD $ 346.
Discusión
El objetivo principal de la investigación fue analizar el nivel de seguridad alimentaria en escolares migrantes y chilenos de Antofagasta durante la pandemia COVID-19. La hipótesis que sustentó la investigación indicaba que los niveles de seguridad alimentaria en estudiantes migrantes serían menores que en estudiantes chilenos independiente del sexo y nivel educacional.
El impacto relacionado con la pandemia y la inestabilidad económica afectó de manera directa a niños y niñas en situación de pobreza que dependen en gran medida de los servicios de alimentación escolares. En 2020 se reportó que el 35% de los hogares con niños y niñas menores de 18 años sufrían inseguridad alimentaria, el doble en comparación con el año 20186. En la presente investigación la sumatoria de las tres categorías de inseguridad alimentaria alcanza un 73,3% sin diferencias entre migrantes o chilenos. Con respecto de las categorías de inseguridad alimentaria en Chile se reportó que un 15,6% del país tiene inseguridad alimentaria moderada y un 3,8% de la población vive con inseguridad alimentaria severa20. La presente investigación evidenció que la inseguridad alimentaria moderada fue de un 18,5% y la inseguridad severa fue un 11,2%.
Respecto del sexo, la inseguridad alimentaria en hombres alcanzó un 74% y en mujeres un 72,6% sin diferencias estadísticamente significativas. Que el sexo no fuera una variable determinante de un mayor riesgo de inseguridad alimentaria podría ser explicado por la reducción trasversal de empleos formales, informales, y tiempo laboral, que aumentó la situación de pobreza y deterioro de la seguridad alimentaria8. Cabe mencionar que estos niveles de inseguridad alimentaria fueron elevados a pesar de que se otorgaron beneficios estatales que mitigaron la falta de ingresos económicos a sectores más vulnerables15.
En relación al nivel educativo que cursaban niños y niñas no se observaron diferencias estadísticamente significativas en los niveles de inseguridad alimentaria. Lo que se condice con estudios previos que reportaron un efecto generalizado8.
Respecto del ingreso económico, se ha reportado que un menor ingreso familiar determina un menor acceso, selección y consumo de alimentos21. Lo que concuerda con los resultados obtenidos de la investigación que evidenciaron altos niveles de inseguridad alimentaria tanto en niños y niñas chilenos como migrantes. Cabe destacar que aquellas familias chilenas y migrantes con ingresos mayores a M800 fueron las únicas familias en no presentar inseguridad alimentaria severa. Lo que refuerza la importancia de apoyos gubernamentales suficientes y a tiempo en situaciones extremas como los confinamientos masivos durante la pandemia14.
En cuanto al número de integrantes que componen las familias, existen diferencias en la SA. Para las familias chilenas la SA disminuye en cuanto aumenta el número de integrantes. Para las familias migrantes sucede lo contrario, la seguridad alimentaria aumenta cuando aumenta el número de integrantes. Esta dinámica ha sido reportada en estudios previos, donde una mayor concentración de migrantes favorece las redes de apoyo colaborativas con un impacto positivo sobre la salud nutricional de migrantes22.
En cuanto a limitaciones, se realizó un muestreo intencionado por conveniencia con la finalidad de trabajar con la institución educativa con mayor número de migrantes a nivel regional. Así mismo, los participantes fueron residentes de la zona norte del país, por lo que en el futuro se espera contar con antecedentes de la zona centro y sur de Chile.
Se proyecta la posibilidad de estudios comparativos con otras zonas geográficas del país y la inclusión de niños y niñas de otras nacionalidades, que permita desarrollar evidencia sólida para el diseño e implementación de intervenciones de educación alimentaria y nutricional de escolares afectados por la pandemia de COVID-19 con énfasis en los requerimientos particulares de niños y niñas migrantes23.
Conclusiones
Siete de cada diez escolares que participaron en el estudio presentan algún nivel de inseguridad alimentaria con independencia de la nacionalidad, sexo y nivel educativo. Adicionalmente escolares migrantes de ambos sexos presentaron mayores niveles de inseguridad alimentaria severa que escolares chilenos.