Introducción
Los medios audiovisuales se usan cada vez más en nuestra sociedad resultando un método de enseñanza muy eficaz. En las salas de hemodiálisis (HD) nos encontramos con demasiada frecuencia pacientes que habiendo sido informados por diferentes profesionales, sorprenden con cuestiones y dudas que se pensaban superadas. Hay diferentes factores que afectan a ésta pérdida de información: al tratarse de una enfermedad crónica, el tiempo hace que poco a poco la olviden, la edad cada vez más avanzada de la población también juega un papel determinante a la hora de ésta pérdida y los casos que comienzan HD de manera urgente sin pasar el periodo previo de consultas1.
Se realizó una búsqueda bibliográfica sobre métodos de enseñanza para pacientes en HD2,3, que hicieran referencia a enseñanza a través de medios visuales y enseñanza grupal, el nivel de conocimientos de los pacientes en HD4 y trabajo con medios audiovisuales. Algunos trabajos apoyan la efectividad del apoyo audiovisual y la enseñanza en grupo5,6, evaluando la efectividad con cuestionarios pre y post intervención6. También se ha publicado la utilidad de las aplicaciones móviles para pacientes en hemodiálisis7.
En nuestra unidad desde hace unos años trabajamos en una consulta de enfermería de enfermedad renal crónica avanzada (ERCA) los aspectos más importantes de los cuidados del paciente con patología renal. Elaboramos una guía en papel específica para el paciente en HD que entregamos como apoyo a lo trabajado y respondemos todas las dudas que nos plantean los pacientes. No obstante, consideramos que hace falta información reiterada para los que olvidan, para los que por algún motivo no la tienen o para los que piensan que lo están haciendo bien y tienen algún aspecto mal aprendido.
Como servir la información de una manera útil, lúdica y sobre todo eficaz era una cuestión a resolver. La queja más recurrente en los pacientes que acuden a un centro para realizar HD es la cantidad de horas que invierten en su tratamiento, por eso citarlos fuera de ese tiempo para brindar la información nos pareció que no era una buena idea. Proporcionarla a todos a la vez, de una manera cómoda, en la sala, utilizando los medios audiovisuales que tenemos, una vez comenzada la sesión de HD y antes de que cada uno realice la actividad que quiera (comer algo, ver la televisión, escuchar la radio, leer un libro o simplemente dormir) podía ser más eficaz.
Tenía que ser una intervención no muy larga para mantener su interés teniendo en cuenta la elevada media de edad de los pacientes.
Nuestro principal objetivo era saber si la herramienta audiovisual que hemos utilizado serviría para aumentar la información de los pacientes y sería efectiva la enseñanza grupal.
Material y Método
Se trata de un estudio analítico, longitudinal, cuasi-experimental y prospectivo. Abarcó desde principios de marzo a mediados de mayo del 2015.
La muestra fue el total de la población en HD y se excluyó solamente a las personas que no quisieron participar o aquellas que no podían seguir las explicaciones por problema de idioma o por deterioro cognitivo. También se eliminaron aquellos que no pudieron realizar la segunda encuesta por ingreso, trasplante o defunción.
Se prepararon tres presentaciones Microsoft Office en formato Power Point en su versión 2007:
"Enfermedad renal crónica", con 19 diapositivas y una duración de aproximadamente 5 minutos.
"Cómo leer el etiquetado de los alimentos", con 16 diapositivas y una duración de 5 minutos y medio.
"Cuidados de la fístula arteriovenosa interna", con 12 diapositivas y una duración de 2 minutos y medio.
El trabajo que íbamos a realizar se presentó personalmente a los pacientes mediante una hoja informativa (Anexo 1) la primera semana de marzo del 2015.
Contestaron un cuestionario de elaboración propia (Anexo 2) que constaba de dos partes. En primer lugar se recogían datos personales para conocer las características de nuestra población (edad, sexo, tiempo en HD y si buscan información sobre la enfermedad renal crónica en publicaciones o internet). A continuación tenían que responder a trece preguntas sobre los cuidados en la enfermedad renal crónica, que se iban a tratar posteriormente en las presentaciones.
Se realizó en dos ocasiones, previa a la intervención y después de ésta, para evaluar su eficacia.
Las presentaciones las visualizaron entre marzo y abril del 2015, cada presentación, que denominamos "micropíldora" en una semana distinta, los lunes y martes, para abarcar todos los turnos. Al terminar volvimos a repetir la secuencia para que así vieran cada una en dos ocasiones.
Se recogieron consentimientos informados explicándoles el proceso y garantizando la confidencialidad de las personas participantes en el estudio, así como la posibilidad de abandonarlo cuando quisieran.
Se ha realizado un análisis descriptivo con la distribución de frecuencias y porcentajes de las variables categóricas y con la media y la desviación típica de las variables cuantitativas. Para la comparación de los resultados de las respuestas de la encuesta pre-intervención y post-intervención se ha utilizado la prueba de McNemar para dos muestras relacionadas con un nivel de significación estadística de p<0,05. Los datos fueron analizados por el software estadístico SPSS versión 23.0.
Resultados
Nuestro estudio constó finalmente con una población de 45 individuos, en la que el 73,3% son varones, con una edad media de 63,82 años (D.E. 16,21), de éstos buscan información en publicaciones o internet el 44% y llevan más de 40 meses en HD el 46,7%.
Encontramos respuesta mejorada, estadísticamente significativa en dos preguntas. En la 1 que hace referencia a la higiene y desinfección de la fístula antes de realizar la HD, con una p=0,031, pasando el porcentaje de un 84,44% a un 97,78%y en la 3, sobre el control de las proteínas que se ingieren, con una p=0,004, pasando el porcentaje de un 42,22% a un 71,11%.
En ocho preguntas más el porcentaje de respuestas acertadas en la post-intervención mejoró aunque no era estadísticamente significativo (Tabla 1).
La pregunta que tuvo un resultado bajo en la pre-intervención y empeoró post-intervención fue la número 4, referente a como disminuir el potasio en las comidas.
Analizando los resultados por edad, en menores de 65 años sí se observa una mejora importante en las preguntas 1 y 2, aunque no son significativas (p=0,063 y p=0,070). Por el contrario, en los mayores de 65 años, en la pregunta 3 sí que hay una mejora significativa (p=0,039) (Tabla 2).
Discusión y conclusiones
El estudio ha servido para probar la utilidad de una herramienta a nuestro alcance para informar a los pacientes que acuden a HD. En la mayoría de los ítems del cuestionario hemos visto una mejoría en las respuestas y en dos de ellas esta mejoría era estadísticamente significativa. En general, la mejora fue mayor en el grupo de edad más joven, pero no muy diferente al de la población mayor que era una de nuestras preocupaciones al plantear este estudio.
Hemos encontrado dificultades a la hora de rellenar los cuestionarios, ya que por las características de nuestra población, a los pacientes les supuso un esfuerzo añadido tener que responderlos en dos ocasiones en un lapso corto de tiempo.
Las primeras veces que pasamos las presentaciones/micropíldoras, preparar el soporte informático y dotar a todos los pacientes de los medios para que pudieran seguir la información, fue un poco complicado para que participaran al mismo tiempo, pero con cada sesión, la preparación fue resultando más sencilla.
Las micropíldoras que fueron analizadas en este estudio aportaban una información muy básica, esto hizo que los resultados en la encuesta pre-intervención fueran en general buenos, lo que dejaba poco margen para que los resultados post-intervención fueran estadísticamente significativos.
Este estudio reafirma lo que otros autores demostraron con sus trabajos2,3, el empoderamiento que tiene un paciente cuando recibe información y con ello la eficacia que puede aportar a sus autocuidados.
Hoy en día sabemos que la persona que tiene una enfermedad, sobre todo si ésta es crónica, debe ser gestora de su salud y para ello necesita estar informada, así su tratamiento será más eficaz y la adherencia más elevada.
Gracias a las nuevas tecnologías tenemos más que nunca al alcance de nuestra mano una gran cantidad de información, pero sabemos que no siempre es correcta o fácil de interpretar. Por otra parte, la población en HD es cada vez más añosa y no siempre puede acceder a ella y además hay autores8 que reflejan que el personal sanitario es el referente principal a la hora de buscar información.
Debemos buscar métodos innovadores7, que atraigan su atención, les resulten didácticos, útiles y no requieran un tiempo adicional5 al que ya les supone su tratamiento.
Analizando la pregunta 4, relativa a cómo disminuir el potasio en la comida, vimos que no estaba correctamente expresada dando lugar a equívocos. Esto nos ha servido para ser más cuidadosas en la elaboración de posteriores micropíldoras. En ellas hemos intentado que la redacción sea más clara para que el mensaje se entienda correctamente.
A raíz de este estudio, los propios pacientes nos han sugerido temas que les interesan y nos han dado pie a la creación de nuevas micropíldoras. Hemos realizado una nueva sobre los cuidados del catéter venoso central para HD y estamos elaborando otra sobre el ejercicio en HD. Respetando el mismo formato y duración ya que vemos que resulta eficaz.
Es difícil encontrar publicaciones que analicen el impacto de usar nuevos métodos de enseñanza en los pacientes de HD. Es por ello, que este trabajo se enmarca en un tema de investigación de gran interés en la actualidad, abriendo camino a futuras investigaciones y a la elaboración de posteriores micropíldoras más completas e incluso con diferentes recursos didácticos.