Introducción:
Para obtener una hemodiálisis de alta calidad es imprescindible un acceso vascular (AV) que nos garantice altos flujos, fácil acceso, larga permeabilidad y pocas complicaciones. Ese AV idóneo es la FAVI. El personal de enfermería es el responsable de vigilar y mantener el AV en las mejores condiciones posibles. Para determinar el flujo de la FAVI y detectar complicaciones de manera precoz el método que empleamos en nuestra unidad es el BTM.
Objetivos:
Analizar la relación existente entre un valor de BTM fuera de los rangos adecuados y la existencia de disfunción en la FAVI (estenosis, trombosis, alta recirculación, ...).
Material y Método:
Estudio descriptivo, longitudinal, retrospectivo en el que se incluyeron a 78 pacientes de nuestra unidad portadores de FAVI (autóloga o protésica). El material utilizado fue el monitor de hemodiálisis Fressenius 5008 (que incorpora la opción BTM) y agujas fenestradas del calibre 15G. Desde marzo de 2016 a febrero de 2017 se realizaron 3 determinaciones de BTM con un intervalo de 5 meses aproximadamente.
Resultados:
Tras analizar y estudiar los resultados obtenidos evidenciamos:
De los cuáles un 18,18% fueron derivados a Cirugía Vascular para valoración de la FAVI.
• Un 33,33% presentan un flujo inferior a 1000ml/ min. De los cuáles un 28,57% fueron derivados a Cirugía Vascular para valoración de FAVI.
• Un 10,25% presentan un flujo mayor a 2000ml/ min. No habiendo derivación.
• Un 10,25% solo presentan una única medición, por FAVI de reciente creación.
• Un 2,56% no se ha podido realizar la medición, debido a la imposibilidad de realizar una punción caudal.
• Un 1,28% de los pacientes se negaron a la medición.