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Journal of Negative and No Positive Results

On-line version ISSN 2529-850X

JONNPR vol.7 n.4 Madrid Oct./Dec. 2022  Epub Sep 25, 2023

https://dx.doi.org/10.19230/jonnpr.4801 

REVISIÓN

Patología orgánica asociada al tabaquismo

Organic pathology associated with smoking

María Jesús Davia-Cantos1  , Loreto Tárraga-Marcos2  , Almudena Tárraga-Marcos3  , Pedro Juan Tárraga-López (orcid: 0000-0002-5222-5784)4 

1.Graduado de Medicina UCLM

2.Enfermera Hospital General Almansa

3.Delegación Provincial Bienestar Social de Albacete

4.Profesor Asociado Medicina de UCLM. Departamento de Ciencias Médicas, Universidad de Castilla la Mancha (España)

Resumen

Introducción:

El tabaquismo es un problema de salud de dimensiones epidémicas con un importante impacto sobre la salud de la población. Según la OMS, esta epidemia mata a más de 8 millones de personas. Además, es uno de los desencadenantes más importantes de enfermedades pulmonares crónicas, cardiovasculares y neoplásicas, por lo que es considerado el factor de riesgo de enfermedad y de muerte prematura evitable más importante a nivel mundial.

Objetivo:

En esta revisión bibliográfica se discutirá la evidencia actual del daño orgánico producido por el tabaco, los mecanismos fisiopatológicos mediante los cuales se produce y la relevancia en la prevención mediante el cese del consumo.

Resultados:

El hábito tabáquico es uno de los desencadenantes más importantes de cáncer, siendo actualmente el responsable del 30 % de los cánceres a nivel mundial. Por otro lado, el aparato respiratorio es uno de los que más sufre el impacto de su consumo, relacionándose de forma estrecha con el desarrollo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma e infecciones respiratorias. Además, tiene un rol muy importante en la patogenia de las enfermedades cardiovasculares; hay evidencia clara de que el tabaquismo constituye un factor de riesgo cardiovascular, estando muy relacionado con el desarrollo de cardiopatía coronaria, enfermedad arterial periférica y accidentes cerebrovasculares.

Conclusiones:

El humo del cigarrillo contiene partículas potencialmente peligrosas para la salud de quien está expuesto a ellas. De este modo, fumar cigarrillo se convierte en un factor etiológico común a muchos tipos de cáncer, de enfermedad cardiovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La nicotina, uno de sus componentes, es un potente agente adictivo. Todo esto en su conjunto hace del cigarrillo un importante problema de salud pública.

Palabras clave: Tabaquismo; riesgo de cáncer; enfermedad cardiovascular; salud mental; patología respiratoria; enfermedad digestiva; daño orgánico

Abstract

Introduction:

Smoking is a health problem of epidemic dimensions with a significant impact on the health of the population. According to the WHO, this epidemic kills more than 8 million people. In addition, it is one of the most important triggers of chronic pulmonary, cardiovascular and neoplastic diseases, which is why it is considered the most important risk factor for disease and premature death worldwide.

Objective:

This bibliographic review will discuss the current evidence of organic damage caused by tobacco, the pathophysiological mechanisms through which it is produced and the relevance in prevention through the cessation of consumption.

Results:

Smoking is one of the most important triggers of cancer, currently being responsible for 30% of cancers worldwide. On the other hand, the respiratory system is one of those that suffers the most from the impact of its consumption, being closely related to the development of chronic obstructive pulmonary disease, asthma and respiratory infections. In addition, it has a very important role in the pathogenesis of cardiovascular diseases, there is clear evidence that smoking is a cardiovascular risk factor, being closely related to the development of coronary heart disease, peripheral arterial disease and cerebrovascular accidents.

Conclusions:

Cigarette smoke contains particles that are potentially dangerous to the health of those who are exposed to them. In this way, cigarette smoking becomes an aetiological factor common to many types of cancer, cardiovascular disease and chronic obstructive pulmonary disease. Nicotine, one of its components, is a powerful addictive agent. All this together makes cigarettes a major public health problem.

Keywords: Smoking; cancer risk; cardiovascular disease; mental health; respiratory disease; digestive disease; organ damage

Introducción

El tabaquismo es un problema de salud de dimensiones epidémicas con un importante impacto sobre la salud de la población. Según la OMS, esta epidemia mata a más de 8 millones de personas en el mundo cada año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos de tabaco y 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno, generando un elevado coste económico.

El hábito tabáquico es uno de los desencadenantes más importantes de enfermedades pulmonares crónicas, cardiovasculares y neoplásicas, por lo que es considerado el factor de riesgo de enfermedad y de muerte prematura evitable más importante a nivel mundial2, 3, 4, 5.

En cuanto a su relación con el cáncer, el tabaco es actualmente el responsable del 30 % de los cánceres a nivel mundial, el cual, además, es responsable de un 30 % de la mortalidad de ellos. De las 7000 sustancias presentes en el humo del tabaco, 70 son reconocidamente carcinogénicas3. Otro hecho a destacar es que, al ser la boca la puerta de entrada del humo del tabaco al organismo, el uso crónico conlleva un importante daño a ese nivel, tinción de los dientes, halitosis, pérdida variable del gusto, pérdida del tejido óseo dentario y factor de riesgo para el cáncer oral3.

En cuanto al consumo de tabaco en España, según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,4% de mujeres y un 23,3% de hombres fuman a diario. El porcentaje más alto en los hombres corresponde al grupo de edad de 25 a 34 años y en las mujeres al grupo de 45 a 54 años. El 2,1% de las mujeres y el 2,6% de los hombres se declaran fumadores ocasionales. El porcentaje más elevado de fumadores ocasionales corresponde en hombres al grupo de edad de 25 a 34 años y en mujeres al grupo de edad de 15 a 24 años. El 16,7% de las mujeres y el 27,6% de los hombres se declaran exfumadores. El porcentaje más alto en mujeres corresponde al grupo de edad de 55 a 64 años y en los hombres al grupo de 75 a 84 años. Según dicha encuesta, un 64,8% de mujeres y un 46,4% de hombres nunca han fumado. 3Los porcentajes más altos en mujeres corresponden al grupo de edad 85 y más años y en hombres al grupo de edad de 15 a 24 años)6, 7.

La nicotina es el principal componente adictico del tabaco, aunque éste también suele contener otros alcaloides farmacológicamente activos, como la nornicotina, la anabasina, la miosmena, la nicotirina y la anatabina. Juntos suponen el 8-12% del total de alcaloides del tabaco8.

Las acciones de la nicotina son múltiples, entre las cuales destaca la sensación de placer, excitación, ansiolítico, mejora la concentración, aumenta los niveles de hormonas endógenas, como la hormona adenocorticotropa, cortisol, hormona del crecimiento, prolactina y vasopresina, de tal forma que la estimulación de la médula adrenal produce la liberación de adrenalina y noradrenalina, lo cual contribuye a los efectos cardiovasculares de la nicotina, al producirse por la acción periférica de éstas un aumento de los ácidos grasos en sangre y produce un aumento significativo de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca9.

La lucha contra el tabaquismo debe ser una labor de todos los profesionales sanitarios, asi Atención Primaria: Debe ser, sin duda, el principal protagonista de la intervención en los fumadores. Esto debe ser así por varias razones10:

  • - El tabaquismo es una enfermedad crónica y es la de más alta prevalencia que afecta a nuestra población.

  • - La Atención Primaria constituye la puerta de entrada al sistema sanitario.

  • - Se sabe que el 70% de los pacientes acuden a la consulta de Atención Primaria al menos una vez al año y se estima que el 95% de la población acude a dichas consultas al menos una vez en 5 años.

Por tanto, es el lugar idóneo para la captación, tratamiento y seguimiento de los pacientes fumadores.

A cualquier paciente que acude a la consulta, por el motivo que sea, se debe preguntar por hábito tabáquico para dejar constancia de si fuma o no y cuantificarlo en caso afirmativo. En la evaluación de los fumadores se debe tener en cuenta fundamentalmente la historia del consumo y lo que la conducta adictiva aporta al paciente.

Consejo motivacional

Es una intervención de educación sanitaria que consiste en que el médico, habitualmente de Atención Primaria o, incluso, el enfermero, preguntan siempre sobre el hábito tabáquico, sobre todo a pacientes crónicos o con enfermedades agudas relacionadas o no con el tabaquismo. El consejo motivacional para la prevención y control del tabaquismo tiene que ser firme, serio, breve y personalizado.

Intervención mínima

Las etapas de la intervención mínima sistematizada son10:

  1. Preguntar: Después de identificar al fumador, se debe seguir preguntando sobre el número de cigarrillos diarios, cuándo se fuma el primero del día, cuántos intentos de cesación ha tenido, grado de dependencia, y recaídas y sus motivos.

  2. Aconsejar: Proporcionar consejo motivacional. Es recomendable que éste sea impartido con entusiasmo, humor, originalidad, y sobre todo que sea convincente.

  3. Apreciar: Valorar la fase de cambio en la que se encuentra el paciente:

  4. Ayudar: Se intentará acordar un día para comenzar el abandono.

  5. Acordar: Establecimiento de un seguimiento adecuado durante un tiempo que puede variar según las estrategias terapéuticas en dos o tres meses.

Objetivos

El objetivo principal es realizar una revisión bibliográfica en la que se analiza la evidencia actual del daño orgánico producido por el tabaco.

Objetivos secundarios: Analizar los mecanismos fisiopatológicos mediante los cuales se producen las enfermedades por tabaco, la importancia de cada una de ellas y la relevancia en la prevención mediante el cese del consumo.

Materiales y Métodos

La metodología es una revisión bibliográfica sobre los estudios más relevantes relacionados con el tabaco y su influencia en el desarrollo de enfermedades. Dicha revisión se ha llevado a cabo en el intervalo de tiempo desde septiembre de 2021 hasta abril de 2022. La información ha sido obtenida de bases de datos como Pubmed y Web of Science. Se han aceptado los artículos y documentos más relevantes publicados en los últimos años (desde 2005 hasta la actualidad), todos relacionados con el tema de este estudio. Se ha incidido principalmente en aquellos artículos que hablan de la patología orgánica asociada al consumo de tabaco. La búsqueda ha sido realizada en inglés y también en castellano, empleando las siguientes palabras claves: "Cigarette smoking", "cancer risk", "cardiovascular disease", "mental health", "respiratory pathology", "digestive disease", "organic damage". Con el fin de aumentar la especificidad de la búsqueda, se han empleado varios operadores booleanos como "AND" y "OR", para obtener así resultados en términos similares, y "NOT", para excluir aquellas categorías no relevantes en el estudio.

Los artículos fueron seleccionados tras hacer una lectura del resumen y su posterior evaluación para comprobar su adecuación a los objetivos planteados en el trabajo.

Como criterios de inclusión para la búsqueda se utilizaron:

  • Artículos comprendidos entre los años 2005 y 2021.

  • Artículos que contengan una o varias palabras clave del trabajo.

Los criterios de exclusión fueron:

  • Artículos con años diferentes de publicación al rango de criterios de inclusión.

  • Artículos que tras la lectura del resumen no fuesen adecuados para la lectura del trabajo.

  • Artículos relacionados con el consumo de otras sustancias, por no ser el objetivo de nuestro trabajo. Los articulos tienen una Escala Hadad 4,1/5

Resultados

Patología respiratoria

Tabaco y Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Según la OMS, la EPOC es sufrida por más de 328 millones de personas en todo el mundo, convirtiéndose además en la tercera causa de muerte tras la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular12. La prevalencia de la enfermedad en la población resultó ser del 15% en fumadores, del 12.8% en exfumadores y del 4% en no fumadores, por lo que se evidencia la relación el tabaco y esta patología11, 13, el cual representa el factor etiológico en el 90 a 95% de los casos3. Además, se considera que las mujeres son más susceptibles a los efectos del tabaquismo que los hombres. Una de las causas podría ser que las mujeres pueden experimentar una mayor exposición al humo del cigarrillo debido a que poseen vías respiratorias más pequeñas que los hombres y, en segundo lugar, las hormonas sexuales femeninas pueden contribuir al estrés oxidativo y, eventualmente, a una mayor lesión de las vías respiratorias14.

El dejar de fumar disminuye rápidamente la tos y el esputo, aunque no mejora la función pulmonar, pues se ha comprobado que la liberación de linfocitos B y T CD8 como respuesta al estrés oxidativo, persiste durante años, incluso habiendo abandonado el hábito tabáquico, lo que perpetúa el proceso3, 11 . Sin embargo, el cese del hábito tabáquico sí consigue frenar la caída de la función pulmonar, aproximando el FEV1 al de los no fumadores, con lo que frena la evolución de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida11.

Tabaco y asma bronquial

La prevalencia de tabaquismo activo en pacientes con asma es similar a la de la población general. Además, se ha estimado que alrededor de la mitad de los asmáticos adultos son fumadores o exfumadores15. A pesar de que no existe una evidencia definitiva sobre que el tabaco sea factor causante del asma, sí que sabemos con certeza que el tabaco agrava la sensibilización alergénica, empeora su pronóstico e interfiere en la eficacia del tratamiento11, 15, 16.

Por otro lado, el tabaquismo pasivo es un factor de riesgo de desarrollo de asma en los niños15. En una revisión sistemática se obtuvo un incremento del riesgo de asma en niños expuestos al tabaco pre o postnatal del 21 al 85%. De hecho, el consumo de tabaco durante el embarazo puede aumentar el riesgo de desarrollar asma en la descendencia17. Además, se ha descrito que el 41% de los niños asmáticos es España son fumadores pasivos en su medio familiar15, lo cual empeora su situación basal y aumenta la frecuencia de crisis asmáticas con visita a urgencias.

Tabaco e infecciones respiratorias

Los fumadores tienen más probabilidad de desarrollar algunas infecciones, que además se caracterizan por tener una mayor duración y severidad11. Los mecanismos involucrados son los siguientes11, 18:

  • Daño anatómico en el tracto respiratorio.

  • Adherencia bacteriana a la mucosa respiratoria.

  • Disminución de los niveles de inmunoglobulinas circulantes.

Las infecciones del tracto respiratorio más frecuentes son el resfriado común, la neumonitis por varicela, gripe y tuberculosis. En este último caso, se ha comprobado que la incidencia de tuberculosis en fumadores es de 2.33 a 2.66 veces mayor que en no fumadores y, además, empeora el pronóstico es casos de enfermedad11, siendo el riesgo de muerte 2,8 veces mayor que en no fumadores3.

Tabaco y neumotórax espontáneo

El tabaco actúa como principal factor de riesgo de sufrir neumotórax espontáneo (NE), de forma que el 85% de casos suceden en fumadores11, 19.

El riesgo relativo de padecer neumotórax en fumadores se estima que es 22 veces superior y 9 veces superior en hombres y mujeres respectivamente, respecto a la población no fumadora11 Además, se ha comprobado que existe una relación dosis-respuesta y que el abandono de consumo de tabaco disminuye el riego de recurrencia11.

Tabaco y enfermedades pulmonares intersticiales (EPID)

El tabaco está relacionado a las EPID; bronquiolitis respiratoria asociada a EPID, neumonía intersticial descamativa, y es un factor de riesgo para la fibrosis pulmonar idiopática. La histiocitosis de células de Langerhans, , está relacionada asimismo con el tabaquismo20. Durante las últimas décadas, el tabaquismo ha cobrado importancia y ha sido implicado en la patogénesis de las EPID, en las mencionadas anteriormente y en otros tipos de EPID en el contexto de colagenopatías, principalmente en la artritis reumatoide20, 21.

La presencia de EPID se asoció con una probabilidad significativamente mayor en personas con historia de tabaquismo y una exposición significativamente mayor al humo del tabaco. Un ensayo de seguimiento con TCAR para el cribado del cáncer ha identificado alteraciones intersticiales en el 9,7% de los participantes que eran fumadores actuales o anteriores con una historia de tabaquismo > 30 paquetesaño20.

Tabla 1. Enfermedades pulmonares intersticiales relacionadas con el tabaco. 

ENFERMEDADES
Bronquiolitis respiratoria – enfermedad pulmonar intersticial difusa.
Neumonía intersticial descamativa
Histiocitosis pulmonar de células de Langerhans
Fibrosis pulmonar idiopática.
Artritis reumatoide – enfermedad pulmonar intersticial.
Neumonía eosinofílica aguda.
Síndromes de hemorragia pulmonar

Tabaco y trastornos respiratorios del sueño

El tabaquismo constituye un factor de riesgo en el desarrollo de ronquidos y el Síndrome de Apneas-Hipopneas del Sueño (SAHS)11. A pesar de la evidencia contradictoria y la falta de estudios que respalden la asociación entre el tabaquismo y el SAHS, muchos investigadores han propuesto mecanismos potenciales para la relación22, 23:

  • Fumar induce el estrechamiento de la orofaringe en la vía aérea superior al aumentar el edema y el grosor de la mucosa uvular, que puede ser el mecanismo más común que subyace al aumento de la gravedad del SAHS.

  • Cambios en la arquitectura del sueño.

  • Relajación de los músculos de las vías respiratorias superiores y los reflejos neurales causados por la nicotina.

  • Aumento del umbral de excitación del sueño causado por la nicotina.

  • Aumento de la inflamación de las vías respiratorias superiores debido a la inhalación de humo.

Sin embargo, a pesar de que los fumadores presentan un riesgo 10 veces superior de desarrollar estos eventos respiratorios nocturnos, todavía está por esclarecer si el tabaquismo constituye un factor de riesgo independiente para el desarrollo de SAHS11.

Tabla 2. Resumen de la asociación entre tabaquismo y patología respiratoria. 

Autor y año Titulo estudio Principales conclusiones
Prida C. 2015 Daño orgánico por tabaco. • La EPOC es de las enfermedades respiratorias crónicas más relacionadas al consumo de tabaco, el cual representa el factor etiológico en el 90 a 95% de los casos. • Hay una relación directa en la progresión y severidad de la EPOC y el grado de consumo, y mientras más precoz se deja de fumar menor es la caida del VEF 1 y menor la discapacidad que se produce. • El fumar aumenta las exacerbaciones y es una de sus causas en el asma. • Los hijos de padres fumadores desarrollan más asma en la infancia y adolescencia. • Los niños de madres fumadoras en el embarazo hacen más asma en la infancia. • El tabaco favorece las infecciones respiratorias tanto virales como el resfriado común, la influenza, asi como el representar un factor de nego en el desarroilo de la neumonia comunitaria. fundamentalmente por disminuir tanto las defensas locales de las vías respiratorias como inmunológicas. • Hay una relación causal entre el tabaquismo y el riesgo de infectarse por el bacilo de la tuberculosis Adernás, en fumadores existe un aumento de mortalidad por tuberculosis y de recaída de una tuberculosis.
Zhao et al. 2017 El tabaquismo y la susceptibilidad genética juegan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el deterioro de la tunción pulmonar. • En este estudio se demostrí que tanto la susceptibilidad genética como el tabaquismo estaban involucrados en el desarrollo de la EPOC y la disminución de la función pulmonar.
Saldías P et al. 2007 El riesgo de infecciones respiratorias en el fumador activo y pasivo. • La exposición al humo de tabaco constituye un importante factor de riesgo para adquirir infecciones respiratorias bacterianas y virales. • En adultos sin enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el tabaquismo está asociado a un aumento significativo del riesgo de neumonia, enfermedad neumocócica invasiva e infección por Legionella • Además, el tabaquismo está asociado a mayor riesgo de influenza tuberculosis y neumonia por virus varicela. • En niños pequeños expuestos al humo de tabaco en sus hogares aumenta el riesgo de infecciones respiratorias bajas y otitis media recurrente. • El tabaquismo pasivo también aumenta el riesgo de neumonía en adultos. • El aumento del riesgo de infecciones respiratonas en el fumador activo y pasivo puede ser parcialmente atribuido al aumento de la adherencia y colonización bacteriana de la mucosa respiratoria, disminucion de la depuracion mucociliar nasal y de la via aérea, y alteraciones específicas de la inmunidad humoral y celular.
Álvarez-Gutiérrez et at. 2021 Documento de consenso sobre asma y tabaquismo del Foro Autonómico de Asma de la SEPAR • El tabaquismo se asocia con un peor control clinico de la enfermedad, una disminución acelerada de la función pulmonar y una respuesta irregular a la terapia con glucocorticoides. • El consumo de tabaco impacta negativamente en la calidad de vida de los pacientes asmáticos y provoca un incremento en el número de visitas y de hospitalizaciones por exacerbaciones. • El hábito tabáquico reduce la respuesta al tratamiento con corticoides mhalados, por lo que se recomienda terapia combinada con broncodilatadores.
Medina-Fáez et al. 2014 Asma y tabaquismo. ¿Una asociación bidireccional? • Los asmáticos fumadores presentan asma más severa y un menor volumen espiratorio forzado en un segundo • La atopia y el conteo eosinofilico es mayor en pacientes fumadores, aumentando la respuesta bronquial y la sensibilizacion de la via aérea. • En terapéutica, estos pacientes presentan menor respuesta a tratamientos con corticoesteroides, pero una mayor al tratamiento con antagonistas del receptor de leucolrienos. • Es posible concluir que existe una relación bidireccional entre el tabaquismo y el asma, en tanto que la adicción al tabaco facilita la hiperreactividad bronquial, mientras la condición asmática en la niñez se encuentra epidemiológicamente asociada con el desarrollo del tabaquismo en la edad adulta.
Ángela Zacharasiewicz 2016 Tabaquismo materno en el embarazo y su influencia en el asma infantil. • La relación causal entre el tabaquismo materno durante el embarazo y el desarroilo de asma está bien documentada y presenta un importante problema de salud para las generaciones venideras. • La alta prevalencia de tabaquismo durante el embarazo es alarmante y los efectos epigenéticos de la nicotina sobre el funcionamiento inmunológico potencian este peligro.
Pinto S et al. 2016 Enfermedades pulmonares difusas relacionadas al tabaco. • Se ha descrito un grupo de EPID, particularmente asociadas al tabaquismo, entre ellas, la histiocitosis pulmonar de Langerhans, la bronquiolitis respiratoria, la neumonia intersticial descamativa y recientemente la fibrosis intersticial relacionada a tabaco. • El diagnóstico suele ser complejo, y la utilización de algunas claves diagnósticas, en conjunto a la tomografia computarizada de tórax de alta resolución y los hallazgos histopatológicos de la biopsia pulmonar, pueden ayudar a diferenciar entre las distintas entidades.
E. J. Pinillos Robles J. Ancochea Bermúdez 2020 Enfermedades pulmonares intersticiales difusas relacionadas con el tabaco • Aunque los mecanismos exactos aún no se conocen bien, existe una relación entre el tabaquismo y el desarrollo de las EPID. quizás más estrecha en unas que en otras y, por otro lado, puede participar en el empeoramiento de una EPID ya establecida. • Los estudios para la detección precoz del cáncer de pulmón con tomografias computarizadas de baja radiación han demostrado que los fumadores pueden presentar anomalias pulmonares intersticiales. • Las EPID principalmente relacionadas con el tabaco son la bronquiolitis respiratoria asociada a EPID, neumonía intersticial descamativa fibrosis pulmonar idiopática, histiocitosis de células de Langerhans y en otros tipos de EPID en el contexto de colagenopatias, principalmente en la artritis reumatoide.
Lorda Galiano et al. 2021 Neumotórax espontáneo • El antecedente de tabaquismo estuvo presente en los participantes de este estudio • Publicaciones de autores mforman el predomínio del tabaquismo en indivíduos con neumotórax espontáneo; las cifras oscilan entre el 60.6 % y el 82.5 % • En este estudio se obtuvieron resultados superiores a 63,9 %. • La elimmación del tabaquismo es la medida terapéutica más importante, en la prevención del neumotórax espontáneo y sus recidivas.
Zhu et al. 2017 Tabaquismo, síndrome de apnea obstructiva del sueño y sus efectos combinados sobre los parámetros metabólicos: Evidencia de un gran estudio transversal • Fumar induce el estrechamiento de la orofannge en la via aérea superior al aumentar el edema y el grosor de la mucosa uvular, que puede ser el mecanismo más común que subyace al aumento de la gravedad del SAOS. • Además, varios otros mecanismos también podrian explicar como fumar causa y agrava el SAOS. al cambiar la arquitectura del sueño, relajar los músculos de las vias respiratorias superiores y reducir la sensibilidad del reflejo neural de las vias respiratorias superiores y aumentar el umbral de despertar del sueño.
Krishnan et al. 2014 Donde hay humo...hay apnea del sueño • La evidencia sugiere la necesidad de más datos objetivos que respalden la hipótesis de que fumar o la exposición actual al tabaco se asocia con una mala calidad del sueño que conduce a la apnea obstructiva del sueño. • No obstante, la evidencia actual sugiere que fumar está asociado con una calidad deficiente del sueño, un paso intermedio en el camino hacia el SAHS. • Dado que las alteraciones se encuentran durante la primera parte de la noche en la cohorte de fumadores, pueden atribuirse a los efectos inmediatos de la nicotina y/o los efectos de la abstinencia de la nicotina durante el período de sueño.

Patología cardiovascular

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, siendo el tabaco el segundo factor de riesgo predominante, solo después de la hipertensión arterial periférica5. Antes del estudio de Framingham, el tabaquismo no era aceptado como una causa real de cardiopatía. Dicho estudio, junto con otros demostraron que los fumadores presentaban un aumento del riesgo de infarto de miocardio o muerte súbita, estimándose que los fumadores tienen 2,5 veces más riesgo de muerte súbita cardiaca que los no fumadores24. En concreto, en el estudio Framingham se observó que, por cada 10 cigarrillos fumados al día, la mortalidad aumenta un 18% en hombres y un 31% en mujeres5. La probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en fumadores se relaciona directamente con el número de cigarrillos consumidos diariamente5, 25. Otro hecho a destacar es que después de 10 años de empezar a fumar se incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares desde un 15 a un 30%25. Como se ha comentado previamente, la nicotina provoca una estimulación de la médula suprarrenal al liberar catecolaminas adrenérgicas que activan el sistema nervioso simpático y producen en el sistema cardiovascular aumentos en la frecuencia cardiaca, en el gasto cardiaco, la contractilidad cardiaca y presión sanguínea, lo que en un periodo de tiempo prolongado genera un aumento del volumen del corazón y deterioro en la función de bombeo, lo que produce insuficiencia cardiaca25.

En cuanto a su relación con el desarrollo de cardiopatía isquémica (CI) el tabaco constituye el principal factor de riesgo modificable5. De hecho, el 29% de las muertes por esta causa se atribuyen al tabaco. La incidencia es de 2 a 4 veces superior entre fumadores5. Uno de los mecanismos por el cual el tabaco constituye un factor de riesgo para el desarrollo de CI es la asociación del tabaquismo con niveles elevados de ácidos grasos libres, triglicéridos, colesterol total y lipoproteína de baja densidad (LDL), con reducción de proteínas de alta densidad (HDL), lo cual constituye un perfil lipídico que favorece la formación de placas de ateroma y eleva el riesgo de ataques al corazón25.

Dentro de las afecciones más severas del tabaquismo en el sistema nervioso central destaca el accidente cerebrovascular (ACV), que al igual que otras enfermedades cardiovasculares, es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo5. En el estudio INTERSTROKE se analizó el riesgo relativo de desarrollo de ictus y el tabaquismo activo se relacionó tanto con el ictus isquémico como con el hemorrágico5. Otro hecho a destacar es que, independientemente del grado de tabaquismo y sexo, los pacientes con hipertensión presentaron el doble de incidencia de ACV5. Por otro lado, el tabaquismo resultó ser un factor que contribuye de manera independiente y significativa al riego de presentar ACV en general, específicamente de tipo isquémico5.

Por otro lado, la American Cancer Society señala que 1 de cada 10 defunciones por eventos cardiovasculares son atribuibles al tabaquismo, específicamente debidas a IAM y ACV, y que el tabaquismo pasivo también es un factor de riesgo importante para el IAM; se ha calculado que la exposición al humo de segunda mano incrementa el riesgo en un 25 a 31%5.

En cuanto a la relación del tabaquismo con el desarrollo de enfermedad arterial periférica (EAP), el tabaquismo constituye el principal factor de riesgo modificable en su desarrollo, siendo el riesgo de 4 a 6 veces superior en fumadores26. Por otro lado, se ha observado que existe una relación dosis-respuesta26. Además, la cesación del hábito de fumar produce regresión de los síntomas y, por tanto, mejoría de la enfermedad cuando ésta no es terminal26.

Además, se ha demostrado que el consumo de cigarrillos es causa suficiente para el desarrollo de diabetes tipo 2 (DM2). El riesgo, además, aumentó paralelamente en relación al número de cigarrillos fumados al día. Curiosamente, en los estudios realizados se demostró un riesgo mayor en hombres que en mujeres27, 28. Además, se ha observado que el consumo de tabaco ejerce un efecto nocivo en los pacientes con DM2, acelerando las complicaciones crónicas, tanto micro como macrovasculares28.

Los efectos del cese del consumo de tabaco sobre la salud cardiovascular son múltiples; se ha demostrado que en exfumadores la presión arterial desciende al igual que la frecuencia cardiaca, hay aumento de los niveles de HDL y un descenso de tromboxano, lo que reduce el riesgo de eventos cardiovasculares29, 30. Por otra parte, la cardiopatía isquémica en un año disminuye a la mitad el riesgo y en 5 años el riesgo de ataque es igual a los no fumadores. La enfermedad cerebrovascular en un año tiene un riesgo igual al no fumador31. En general, la mortalidad total entre los fumadores desciende hasta casi igualar la de los no fumadores 15 años después de haber dejado de fumar 25.

Tabla 3. Resumen de la asociación entre tabaquismo y enfermedad cardiovascular. 

Autor y año Título estudio Principales conclusiones
Reyes-Méndez et al 2019 Efectos cardiovasculares del tabaquismo. • El consumo de tabaco tiene consecuencias adversas en la salud cardiovascular y representa un problema de salud pública a nivel mundial que demanda atención integral. • Doce estudios determinaron una asociación significativa entre el tabaquismo y la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Vilches Izquierdo et al. 2014 Tabaquismo, consumo de alcohol y de café en el espectro de los factores de riesgo para la muerte cardíaca súbita. • En este estudio se incrementó la probabilidad para muerte súbita cardiaca (MSC) en más de 4 veces, lo cual es importante si se tiene en cuenta que la totalidad de los casos correspondian a mueies cardiovasculares. • El estudio Framingham demostró que los fumadores presentaban un aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio y MCS. • Adernás, el riesgo estaba relacionado con el número de cigarrillos consumidos al dig. • Los exfumadores tenían una morbilidad y una mortalidad por cardiopatía isquémica similar a la de los individuos que nunca habian fumado.
Fernández González y Figueroa Oliva 2013 Tabaquismo y su relación con las enfermedades cardiovasculares. • El tabaquismo representa la pnncipal causa de mortalidad y morbilidad cardiovascular posible de prevenir en el mundo. • Los efectos nocivos de sus componentes, en especial de la nicotina, provocan de forma inmediata en el sistema cardiovascular alteraciones hemodinámicas por la liberatión de hormonas adrenérgicas. • Su inhalación crónica conlleva s su efecto aterogénico en el sistema circulatorio causa un re modeIamiento de la estructura del corazón y los vasos sanguíneos y conduce a un deterioro progresivode la función cardiovascular.
Fornaguera y Domínguez 2013 Tabaquismo y enfermedad arterial periférica. • El tabaquismo es el factor de riesgo prevenible y evitable que mayor repercusión tiene sobre el desarrollo de la enfermedad arterial periférica, incide en la calidad de vida del paciente con gran repercusión económico social.
Maddatu et al. 2017 Tabaquismo y riesgo de Diabetes tipo 2. • Los estudios epidemiológicos demuestran una clara asociación entre fumar cigarrillos y un mayor riesgo de Diabeles Mellitus 2, mientras que los datos clínicos sugieren un efecto del tabaquismo y la nicotina en la composición corporal, la sensibilidad a la insulina y la función de las células β pancreáticas. • A pesar de estas incógnitas, esta revisión sugiere que fumar debe elevarse a la categoria de un factor de riesgo modificable y reconocido para el desarrollo de diabetes, de manera uniforme en todas las organizaciones de diabeles. • Adernás, se debe promover el abandono del hábito de fumar junto con el control del peso posterior al abandono como una práctica de salud pública esencial para la prevención de la diabetes.
Soto l. y Sato I. 2017 Tabaquismo y Diabetes. • El tabaco ejerce daño en los pacientes con diabetes mellitus acelerando las complicaciones crónicas, incremento en el riesgo de mortalidad global y cardiovascular. • Dejar de fumar produce una reduction del riesgo. Además, el tabaquismo, tanto activo como pasivo, incrementa la incidencia de diabetes tipo 2. • En un estudio se demostró que los fumadores tienen niveles de HbA1c significativamente mayores y un perfil lipidico con mayor nivel de triglicéridos y colesterol LDL. • Por todas estas razones, es urgente realizar tratamiento del tabaquismo a todo paciente diabético, ya sea en atención ambulatoria como hospitalaria.
Santana et al. 2014 Modificación de conocimientos sobre tabaquismo en un consultorio de Médico de Familia. • El hábito de fumar es reconocido como causa de muerte, no solo por su consumo activo, sino por las consecuencias en el fumador pasivo a pesar de los conocimientos que se poseen, es por ello que el autor considera que la intervención sobre sus efectos nocivos es primordial. • El autor plantea que este es uno de los temas que más debe trabajarse en la comunidad y sobre todo en los adolescentes dado que esta práctica pudiera conducirlos al consumo de otras drogas tanto licitas como ilícitas causándole grandes traslornos al organismo.
Gorrita Pérez et al, 2015 Factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares en adolescentes. • En este estudio se identificaron como factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculars en estudiantes adolescentes: antecedentes patológicos familiares de tabaquismo, hipertensión arterial y obesidad, representando el tabaquismo el factor de riesgo principal.

Tabaco y cáncer

La evidencia de que el tabaco es un agente inductor de cáncer es incuestionable, ya que se sabe que el humo del tabaco es el primer factor etiológico de carcinogénesis (25-30% del total de cánceres) y es el responsable de mayor mortalidad asociada al cáncer32. Constituye la segunda causa de muerte, después de la patología cardiovascular12. Además, se ha estimado que el 30% de las muertes por cáncer en hombres y el 10% en mujeres se deben específicamente al tabaquismo33.

Cáncer de pulmón

Ya desde antes de 1950, la información científica que se había acumulado sobre la asociación del tabaquismo y el cáncer de pulmón era convincente34. El cáncer de pulmón no solo es la primera causa de muerte por cáncer, sino que, además, es la más evitable, ya que la mayoría de casos están asociados al consumo de tabaco. En concreto, su relación con el tabaco es del 80-90% en los varones y del 57-80% en las mujeres35. Existe una clara relación entre la edad de inicio del consumo de tabaco y el riesgo de desarrollo de este tipo de cáncer, estimándose que a los 60 años de edad un 16% de quienes ha comenzado a fumar desde jóvenes desarrollarán cáncer de pulmón34. La relación del tabaco con el cáncer de pulmón ha sido descrita en todos los tipos, tanto para el microcítico como para el no microcítico de pulmón. La intensidad y la duración del tabaquismo también influyen en el tipo histológico de cáncer. Así, el carcinoma de células pequeñas es mucho más frecuente en quienes han fumado durante más de 30 años y durante los primeros 10 años después de haber dejado de fumar34. En los últimos años se ha producido un notable incremento del adenocarcinoma, siendo la estirpe más predominante en la actualidad3, 34.

Por otro lado, se ha observado que quien continúa fumando una vez establecido el diagnóstico de cáncer tiene más posibilidades de cursar con un estadio más avanzado que quien dejó de fumar antes del diagnóstico34. Se ha comprobado que el cese del hábito tabáquico reduce el riesgo de cáncer de pulmón. La reducción del riesgo empieza a ser evidente a partir de los 5 años de abstinencia, llegando a reducirse en un 90% a los 15-20 años sin fumar34 pero incluso con periodos más prolongados de abstinencia siempre tendrán más riesgo que los que nunca han fumado.

Cáncer de cavidad oral y orofaringe

En diversos estudios se ha demostrado que el 90% de las personas con cáncer bucal consumen tabaco de alguna forma y el riesgo aumenta con la duración del hábito y la cantidad de tabaco consumido35, 36. Así, el riesgo aumenta de forma significativa después de 20 años de consumo36 y se duplica en aquellos que fuman más de 20 cigarrillos al día37. Además, se ha observado que la incidencia de cáncer oral es de 2 a 4 veces mayor en fumadores que en aquellas personan que no han fumado nunca.

Por otro lado, se ha observado que el tabaco en pipa incrementa el riesgo de labio y paladar blando. Por su parte, quienes consumen tabaco para masticar o rapé, tienen más probabilidades de padecer cáncer de encía, mejilla y labio36.

Cáncer de laringe

Los mayores factores de riesgo descritos para desarrollar este tipo de cáncer son el tabaquismo y el consumo de alcohol, atribuyéndose hasta 75% del efecto38. La asociación entre fumar y el riesgo de cáncer de cabeza y cuello es más fuerte para el cáncer de laringe39, 40. Una posible explicación para esto podría ser la aerodinámica del flujo respiratorio en las vías respiratorias superiores: este flujo cambia de laminar en la cavidad oral a turbulento en la laringe, lo que puede provocar que la laringe tenga una mayor exposición al humo inhalado que la cavidad bucal40.

Se ha estimado que el 83% de las neoplasias de laringe son debidas al consumo de tabaco35. Como hemos dicho, el consumo de alcohol también es un importante factor de riesgo. Sin embargo, se ha comprobado que los bebedores importantes aumentan su riesgo entre 2 y 6 veces, los fumadores entre 5 y 25 veces35, 39 y los fumadores que beben alcohol lo multiplican por 4038. De estos resultados se deduce que el tabaco constituye en principal agente causal de esta patología y que, combinado con el alcohol, tiene un efecto sinérgico35, 40. El riesgo de padecer esta patología es 10 veces mayor en fumadores varones y 8 veces mayor en fumadores mujeres35.

Cáncer de esófago

Actualmente se considera que más del 80% de los carcinomas esofágicos están relacionados causalmente con el tabaco35, 41, siendo el carcinoma epidermoide el tipo histológico más frecuente y el tercio medio del esófago la porción más frecuentemente afectada41. Por otro lado, se ha observado una relación dosis-respuesta estadísticamente significativa con la duración del tabaquismo y la exposición acumulada42.

El riesgo de desarrollar un cáncer de esófago es de 8 a 10 veces mayor en fumadores. Cuando se suma el efecto del alcohol, el riesgo se incrementa de un 25 a un 50%35. Aunque en menor medida, el tabaco también se ha relacionado con el adenocarcinoma de esófago41. El posible mecanismo oncogénico se atribuye al papel que desempeña el tabaco en el mantenimiento del reflujo esofágico patológico35.

Por otro lado, se ha observado que las personas que habían dejado de fumar durante 10 años seguían teniendo un mayor riesgo de cáncer de esófago que aquellas personas que no habían fumado nunca35, 43, lo que sugiere que el tabaquismo actúa en estadios muy precoces del proceso oncogénico y que los efectos del tabaquismo en la adolescencia y primera juventud pueden ser permanentes35 Además, se ha comprobado que seguir fumando aumenta el riesgo de que el esófago de Barret se convierta en cáncer35.

Cáncer gástrico

A pesar de la disminución de las tasas de incidencia y mortalidad, el cáncer gástrico sigue siendo el cuarto cáncer más comúnmente diagnosticado y la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo44, 45. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un aumento en la incidencia de adenocarcinoma gástrico, situado en la región cardial. Esta localización se relaciona de forma modesta con el consumo activo del tabaco, es independiente del número de cigarrillos consumidos, e incluso se ha observado que su prevalencia está aumentando en fumadores pasivo35.

La evidencia epidemiológica disponible muestra un riesgo de contraer cáncer de estómago localizado en la porción distal notablemente aumentado en los fumadores comparado con los no fumadores46, 47. Además, los adenocarcinomas de estómago localizados en la porción distal se han relacionado con la dosis de consumo47, con la duración de consumo, la edad precoz de inicio y de forma inversa con los años de abstinencia35. A su vez, la infección crónica por Helicobacter Pylori puede también aumentar el riesgo en fumadores46.

Se ha demostrado que el tabaco es cancerígeno en la mucosa gástrica in vitro48. También se ha demostrado que el tabaquismo está relacionado con un aumento en la frecuencia de transición de mucosa gástrica normal a lesiones precancerosas49. Por otro lado, las nitrosaminas y otros compuestos nitrosos presentes en el humo del cigarrillo pueden estar implicados en la carcinogénesis gástrica45.

Cáncer hepático

Se ha observado un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado en los fumadores comparados con los no fumadores46, 50. Se ha demostrado esta asociación de forma muy significativa en pacientes AgHBs negativos, siendo el riesgo 8,4 veces superior en pacientes con consumos superiores a 30 cigarrillos diarios35, por lo que se ha demostrado que fumar cigarrillos tiene un efecto medible sobre el riesgo de hepatocarcinoma incluso en ausencia de infección por VHB o VHB51.

En diversos estudios se ha demostrado que los fumadores de cigarrillos tenían una mayor prevalencia de infección por el VHC, pero no se observó tal asociación con la prevalencia de VHB51. Por otro lado, se ha observado una menor respuesta al tratamiento con antivirales en pacientes con hepatitis C crónica50. Además, se ha demostrado que fumar cigarrillos `puede contribuir a la progresión de la infección crónica por VHB y VHB a hepatocarcinoma51.

Cáncer de páncreas

En diversos estudios se ha demostrado que el consumo de cigarrillos constituye el factor de riesgo ambiental más importante para desarrollar cáncer de páncreas46, observándose un aumento del 71% en el riesgo de cáncer de páncreas en los fumadores actuales y un aumento del 19% en los exfumadores en comparación con los que nunca han fumado52. In vitro, se han comprobado marcadores de daño pancreático en animales expuestos al humo del tabaco46. Según un estudio, el 27% de cáncer de páncreas podrían prevenirse si las personas no fumaran53. Además, se ha demostrado una asociación dosis-dependiente, encontrándose un aumento del riesgo de 2 a 3 veces superior en los fumadores que consumían más de 20 cigarrillos diarios53 . Esta relación parece influenciada por el sexo, siendo mayor en hombres que en mujeres35.

Por otro lado, se ha observado que, tras 20 años de haber abandonado el consumo de tabaco, el riesgo de cáncer de páncreas se iguala al riesgo de quienes nunca han fumado53. La proporción de muertes atribuibles al tabaco se estima sobre un 30%35.

Cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal es la neoplasia de mayor frecuencia es vías digestivas, constituyendo del 9 al 10% de todos los cánceres en el mundo54. Además, es el cáncer más frecuente en España44. Diversos estudios epidemiológicos han encontrado una asociación positiva entre el consumo de tabaco actual o pasado, y el riesgo de desarrollar adenomas o pólipos de colon y recto54, 55, 56. El humo del tabaco puede iniciar la formación de esta neoplasia después de un largo tiempo de consumo (a partir de 20-30 años) teniendo en cuenta la edad de comienzo del tabaquismo54, 55. Uno de los mecanismos implicados en esta asociación sería que los carcinógenos alcanzarían la mucosa colorrectal a través del tracto digestivo o de la circulación y pueden dañar la expresión de genes importantes iniciando la carcinogénesis colorrectal. Se ha demostrado que el tabaquismo está asociado con la aparición de adenomas pequeños durante los primeros 20 años del consumo y, por lo tanto, los componentes del tabaco se consideran como carcinógenos en fases muy precoces de la enfermedad55.

Otra relación entre tabaquismo y cáncer colorrectal es la edad de presentación, ya que hay una tendencia de aparición de tumores a edades más tempranas en fumadores. En diversos estudios, la edad media de diagnóstico de cáncer colorrectal se adelantó 5,2 años en los consumidores de tabaco56. El riesgo de muerte por cáncer de colon y de recto puede llegar a ser un 16 % y un 22 %, respectivamente, mayor en fumadores que en no fumadores35.

Cáncer de vías urinarias

Con respecto al cáncer de vejiga, se ha demostrado una fuerte asociación entre el consumo de tabaco y el riesgo de desarrollarlo57, 58, 59, 60, observándose una relación causal estimada entre el 40% y el 60%59.Además, se ha estimado que este riesgo es mayor en hombres, presentando éstos 3,71 veces más riesgo que las mujeres57. Hay una clara relación con los años de consumo de tabaco y el número de cigarrillos diarios58, 60. El riesgo se mantiene hasta después de 10-15 años de haber abandonado el consumo35, 57. Por otro lado, los riesgos asociados con el tabaquismo fueron mayores para los tumores invasivos que para los superficiales con respecto a los no fumadores60.

Con relación al cáncer renal y de uréter, la asociación con el tabaco es más débil, aunque se ha identificado un incremento del 40% del riesgo en fumadores35. Este riesgo aumenta con la intensidad y precocidad del consumo. Para personas que fuman 20 o más cigarrillos el riesgo de padecer estos tipos de cáncer es de 1,5 a 2 veces mayor que para los no fumadores46. Se ha observado una reducción del riesgo del 15 al 25 % tras 15 años de haber abandonado el consumo35.

Al relacionarlo con el cáncer de próstata no hay evidencias actuales sobre relación causal, pero si la presencia de mayor mortalidad, por esta causa en los fumadores3.

Cáncer de mama

A nivel mundial, representa el tumor más frecuente entre las mujeres, con un 22.7% del total de cánceres femeninos61.

Se ha demostrado una asociación positiva entre el consumo de tabaco y el desarrollo de cáncer de mama61, 62, siendo esta asociación mayor en fumadoras de más de 40 cigarrillos al día y con una duración del hábito tabáquico mayor de 40 años62. Además, la edad de inicio del consumo también se ha establecido como un factor de riesgo, encontrándose una asociación más fuerte a edades más tempranas y en los años previos al embarazo61, 62. Una explicación a este hecho podría ser que el tejido mamario es más susceptible a la carcinogénesis inducida químicamente, antes de la diferenciación completa, que ocurre al finalizar el primer embarazo a térmico en una mujer62. Por otro lado, ha sido demostrado que la exposición intensa, de manera pasiva, al humo del tabaco, se relaciona con el riesgo de contraer cáncer de mama en mujeres postmenopausicas61.

Tabla 4. Resumen de la asociación entre tabaquismo y cáncer. 

Autor y año Título estudio Principales conclusiones
Erazo B. et al. 2017 Cáncer pulmonar el peor efecto del labaquismo. • La incidencia de cáncer de pulmón está directamente relacionada con el nível de exposición al tabaquismo durante la vida. • La exposición puede aumentar el riesgo de esta enfermedad hasta 30 veces. • El riesgo dsminuye exponencialmente con la cesación de esta adiccion, especialmente si ocurre en etapas tempranas de la vida.
Zinser-Sierra JW 2020 Tabaquismo y cáncer de pulmón • El tabaquismo es la principal causa de cáncer de pulmón. • Participa en la etiologia e mfluye en el tipo histológico, el estadio de la enfermedad y el efecto del tratamiento, por lo que nunca es tarde para dejar de fumar. • La toxicidad del humo del tabaco es tan alta que no existe ninguna rnodalidad segura de tabaquismo.
Rodriguez et al. 2020 Consideraciones actuales sobre los factores de riesgo de cáncer bucal • El cáncer bucal es una enfermedad de carácter multifactorial, con factores de riesgo relacionados con estilos de vida inadecuados como: el tabaquismo. el alcoholismo y la ingestion de alimentos calitentes o muy condimentados.
Maasland et al. 2014 Consumo de alcohol, tabaquismo y riesgo de subtipos de cáncer de cabeza y cuello: resultados del estudio de cohorte de tos Países Bajos. • En este estudo se confirma el papel principal del consumo de alcohol y el tabaquismo en la carcinogénesis de tumores de cabeza y cuello y una significativa interactión positiva y multiplicativa entre ambos factores.
Veitía et al. 2010 Consumo de tabaco y alcohol en pacientes con cáncer esofágico y su relación con el tipo histológico • El hallazgo histopatotológico más frecuente fue el carcinoma epidermoide en el 87.5% de las historias revisadas. • El 83% de los pacientes tenían una asociación importante al hábito tabáquico y alcohólico.
Hardikar et al. 2013 El papel del tabaco, el alcohol y la obesidad en la progresión neoplásica a adenocarcinoma esofágico: un estudio prospectivo del esófago de Barrett • El riesgo de adenocarcinoma de esófago aumentó significativamente con el aumento de la edad y la exposición al cigarrillo. • Este riesgo aumentó con los paquetes-año de tabaquismo y la duración.
Huang y Yu 2018 Cáncer de esófago factores de riesgo, asociación genética y tratamento. • Fumar es un factor de riesgo asociado con el esófago de Barrett y el adenocarcinoma esofágico. • Se ha informado que los fumadores actuales tienen un mayor riesgo de adenocarcinoma esofágico, en cornparación con los no fumadores. • El sexo y la duración del abandono del hábito tabáquico también se asocian como factores de riesgo de adenocarcinoma de esófago. • Los hombres con antecedentes de tabaquismo tenian un riesgo ligeramente mayor de adenocarcinoma esofágico que las mujeres. • Seguir fumando también aumenta el riesgo de que el esófago de Barrett se convierta en cáncer.
Moy et al. 2010 Consumo de alcohol y tabaco en reiación con el cáncer gástrico: un estudio prospectivo de hombres en Shanghái, China • Los fumadores alguna vez experimentaron un aumento estadisticamente significativo del riesgo de cáncer gástrico en comparación con los no fumadores. • Entre los no bebedores, los fumadores experimentaron un 80 % más de riesgo de cáncer gástrico. • Estos resultados sugieren que el tabaquismo y el consumo de alcohol pueden ejercer efectos independientes sobre el desarrollo de cáncer gástrico en esta población de alto riesgo.
Cook et al. 2010 Tabaquismo y adenocarcinomas del esófago y la unión esofagogástnca: un análise conjunto del consorcio internacional BEACON. • En este estudio se encuentra una asociación dosis-respuesta estadisticamente significativa entre el tabaquismo y los adenocarcinomas del esófago y la union esofagogástrica que se observó tanto en hombres como en mujeres. • Dejar de fumar redujo el riesgo con una disminución del riesgo asociado con una mayor duración desde que dejó de fumar. • Estos resultados sugieren fuertemente que fumar cigamillos está causalmente relacionado con estos dos tipos de cáncer.
Jain et al. 2021 Tabaquismo y riesgo de cáncer de higado: vias potenoales para la carcinogénesis • Los investigadores han reconocido muchas sustancias químicas del humo del tabaco como caronógenos hepáticos. • El consumo de tabaco también se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de higado con una respuesta lenta a la terapia con INF-α en tos pacientes con hepatitis C crónica.
Chuang et al. 2010 Interacción entre el tabaquismo y la infección por el virus de la hepatitis B y C en el riesgo de cáncer de higado: un metanálisis. • En este estudio se encontró una interacción más que aditiva entre la infección por VHB y el tabaquismo y una interacción más que multiplicativa entre la infección por VHC y el tabaquismo. • Por to tanto, fumar parece interactuar tanto con el VHB como con el VHC para determinar el riesgo de hepatocarcinoma.
Vrieling et al. 2010 Tabaquismo, exposición ambiental al humo del tabaco y riesgo de cáncer de páncreas en la investivación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición • Fumar cigarrillos es un factor de riesgo establecido para el cáncer de páncreas. • Tanto el tabaquismo activo como la exposición al humo de tabaco ambiental están asociados con un mayor riesgo de cáncer de páncreas. • El riesgo se reduce a niveles de nunca fumadores dentro de los 5 anos posteriores a dejar de fumar.
Heinen et al. 2010 Tabaquismo activo y pasrvo y el riesgo de cáncer de páncreas en el estudio de cohorte de los Paises Bajos • En este análisis se confirma que fumar cigarrillos es un factor de riesgo importante para el cáncer de páncreas, mientras que dejar de fumar reduce el riesgo. • Por lo tanto, desde una perspectiva de salud pública, dejar de fumar podria dismmuir la incidencia de cáncer de páncreas. • Por otro lado, no se observa ninguna asociación entre la exposición al tabaquismo pasrvo y el riesgo de cáncer de páncreas en mujeres.
Vanegas Moreno et al. 2020 Revisión: Factores asociados a cáncer colorrectal • El consumo de tabaco predispone al desarrollo de pólipos colónicos, considerado un estado preneoplásico. • El humo de tabaco puede iniciar la formacion de esta neoplasia después de un largo tiempo de consumo. • Los careinógenos alteran la mucosa colorrectal y pueden dañar la expresión de genes importantes como APC entre otras, iniciando la carcinogénesis colorrectal.
Jurado et al. 2015 Hábitos de vida y cáncer colorrectal: Un estudio de casos y controles en una población de ingresos medios y bajos • El humo de tabaco puede iniciar la formación de cáncer colorrectal despuès de un largo tiempo de consumo (a partir de 20-30 años) teniendo en cuenta la edad de comienzo del tabaquismo. • El tabaquismo está asociado con la aparición de adenomas pequenos durante los primeros 20 años de consumo, y por lo tanto los componentes del tabaco se consideran como carcinógenos en fases muy precoces de la enfermedad.
Amarillo et al. 2008 Tabaquismo y cáncer colorrectal. • Al considerar el sexo, en el grupo de labaquistas se observó una leve mayoria masculina. • En el promedio de consumo de cigarrillos/dia no hubo diferencia significativa entre sexos. • Existió una presentación de cáncer colorrectal a edades más tempranas en pacientes tabaquistas (5, 9 años). • Al considerarse el sexo, la edad de diagnóstico fue ampliamente menor en varones fumadores. • No se observaron diferencias significativas en la localización tumoral según sexo y tabaquismo. • Hubo una tendencia a las localizaciones en colon izquierdo. • Los estadios tumorales tendieron a ser más tempranos en pacientes fumadores.
Freedman et al. 2011 Asociación entre el tabaquismo y el riesgo de cáncer de vejiga entre hombres y mujeres • Los riesgos relativos de fumar fueron más altos para mujeres comparables con los de hombres.
Ghadimi et al. 2015 Ocupación, tabaquismo, opio y cáncer de vejiga: un estudio de casos y controles • Fumar cigarrillos, incluso después de dejar de fumar, también se asoció con el cáncer de vejiga. • Según los hallazgos de este estudio, fumar ogamllos y el abuso de opio individualmente se asociaron con el cáncer de vejiga.
Jiang et al. 2012 Tabaquismo y subtipos de cáncer de vejiga • Este estudio informó un mayor riesgo asociado con el tabaquismo para los tumores de vejiga invasivos que para los tumores superficiales. • Se necesitan estudios con tamaños de muestra más grandes para confirmar estos hallazgos y comprender las vias moleculares que podrían explicar la heterogeneidad observada por subtipos de cáncer.
Bazar et al. 2020 Factores de riesgo asociados al cáncer de mama. • El tabaquismo está vinculado a un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas más jóvenes. • El riesgo se incrementa con la intensidad y duración del hábito. • Se ha demostrado que la exposición intensa, de manera pasiva, al humo del tabaco se relaciona con el riesgo de contraer cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. • Además, las mujeres que empezaron a fumar a edades tempranas son más susceptibles de padecerla.
Castburg et al. 2015 Tabaquismo activo y riesgo de cáncer de mama. • Los resultados de este estudio indican que el riesgo de cáncer de mama está asociado positivamente con la duraoon y la intensidad del tabaquismo. • Estos resultados respaldan firmemente el papel del tabaquismo en la etiologia del cáncer de mama, al tiempo que resallan la importáncia del momento de esta exposición.

Patología psiquiátrica

La patología psiquiátrica guarda una importante relación con el tabaquismo63, 64, se ha demostrado que el 33% de las personas diagnosticadas de cualquier trastorno psiquiátrico, son fumadoras64. Además, suelen ser fumadores más adictos a la nicotina, inhalan más profundamente el humo del tabaco y tienen menos probabilidades de cesación con respecto a la población general64.

Tabaco y esquizofrenia

Los pacientes con esquizofrenia tienen la mayor tasa de tabaquismo de todos los grupos de pacientes psiquiátricos, con cifras del 88% en pacientes ambulatorios y del 90% en pacientes institucionalizados63, los que fuman tienen más síntomas positivos y menos negativos63.

En un estudio transversal en pacientes esquizofrénicos ambulatorios se observó que los pacientes fumadores tenían más hospitalizaciones, más intentos de suicidio, más efectos adversos inducidos por los fármacos antipsicóticos, sintomatología más grave, y más impulsividad, depresión y ansiedad respecto a los no fumadores63.

Otro estudio demostró que el tiempo entre el inicio del tabaquismo y el inicio de la enfermedad fue mucho más corto para la esquizofrenia que para otras psicosis. Un estudio más reciente demostró que ser fumador aumentaba el riesgo de desarrollar un trastorno del espectro esquizofrénico en aproximadamente un 40%, con alguna evidencia de que el riesgo aumentaba con el número de cigarrillos fumados al día65. Además, el consumo de tabaco afecta a los efectos farmacocinéticos de los antipsicóticos64.

Tabaco y depresión

Se ha demostrado una fuerte correlación entre el tabaquismo y la depresión mayor, siendo más significativa en mujeres y en sujetos con alta dependencia tabáquica65.

Por otro lado, el hábito tabáquico puede afectar al metabolismo de determinados antidepresivos y antipsicóticos, sobre todo aumentándolo, en aquellos que se metabolizan por el citocromo P450 1A2, hecho que debemos tener en cuenta en pacientes con este tipo de tratamientos66.

Tabaco y ansiedad

La prevalencia de la dependencia de la nicotina es mayor entre las personas con cualquier trastorno de ansiedad que en la población general, con datos que indican que el porcentaje de fumadores actuales varía entre los trastornos de ansiedad, desde el 31,5 % para la fobia social hasta el 54,6 % para el trastorno de ansiedad generalizada67.

Tabaco y trastorno bipolar

Con respecto al Trastorno Afectivo Bipolar (TAB), el consumo de tabaco es muy habitual, algunos autores han estimado la tasa de consumo entre 2 y 3 veces las de población general. En la actualidad, las últimas evidencias publicadas describen que hasta un 67,8% de los pacientes alguna vez ha consumido tabaco y un 46,4% consume actualmente.

Además, existen estudios que han evidenciado que aquellos sujetos diagnosticados de TAB y que fuman, tienen una peor evolución de la enfermedad, con mayor recurrencia a episodios maníacos y mayor recurrencia a descompensaciones de la enfermedad63.

Tabaco y suicidio

En el ámbito de la salud mental, se ha sugerido que el tabaco podría actuar como agente causal en el suicidio a través de la depleción de los niveles de serotonina en el hipocampo (lo que es un conocido factor de riesgo para el suicidio), o actuando como activador del eje hipotálamo-hipofisiario adrenal (siendo la hiperactividad del eje también un conocido factor de riesgo para el suicidio). De este modo, sabemos que existe una relación entre tabaco y suicidio, y que también existe una relación entre el tabaco y diversos factores de riesgo conocidos para el suicidio (como son la presencia de enfermedades como el cáncer, la enfermedad cardiovascular o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica)66, 68.

Patología digestiva

Aparte de las alteraciones oncológicas a nivel gastrointestinal, el tabaco provoca diferentes alteraciones a nivel tanto de motilidad como de secreciones gastrointestinales, al ser un agente anticolinérgico, lo que conlleva una inhibición de la capacidad contráctil. Este mecanismo puede agravar enfermedades o síntomas preexistentes, produciendo una elevada comorbilidad

Reflujo gastroesofágico (RGE)

Son múltiples los mecanismos patogénicos que se han implicado47:

  • - Efectos anticolinérgicos sobre la musculatura esofágica.

  • - Disminución de la presión del esfínter esofágico inferior (EEI).

  • - Incremento de producción ácida en el estómago.

  • - Efectos directos de la nicotina sobre el EEI.

  • - Alteración de la motilidad del esófago.

  • - Mayor estrés oxidativo sobre la mucosa esofágica

Úlcera gástrica

La evidencia sugiere que el tabaquismo crónico (personas que han fumado durante más de 2 años) podría aumentar la secreción de ácido gástrico y disminuir el pH del estómago69. De acuerdo con esta idea, algunos estudios han demostrado una correlación positiva entre el tabaquismo y la probabilidad de infección por Helicobacter pylori, así como con la progresión de la enfermedad70.

Patología intestinal. Enfermedad inflamatoria intestinal

Se ha relacionado de forma causal con la colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, si bien de manera distinta, ya que aumenta el riesgo de Enfermedad de Crohn (EC) pero parece ejercer un efecto "protector" en la Colitis Ulcerosa (CU)70, 71, 72.

Respecto a la CU, como se ha comentado, está ampliamente aceptado que fumar cigarrillos confiere un efecto protector. Existe evidencia clínica que sugiere que la nicotina y/o sus metabolitos, como la cotinina, son los responsables del efecto beneficioso del tabaquismo en pacientes con CU activa70.

Por otro lado, fumar temprano aumenta significativamente el riesgo de EC70. Además, los pacientes con EC fumadores tienen una peor evolución de la enfermedad y calidad de vida, y tienen mayor probabilidad de desarrollar complicaciones, mayor tasa de hospitalización, peor respuesta a los tratamientos y mayor necesidad de cirugía70, 72. Curiosamente, existe una clara asociación entre el tabaquismo y el sitio de la inflamación en estos pacientes, que afecta principalmente al íleon. Además, las tasas de recurrencia clínica y quirúrgica son significativamente más altas en estos pacientes, en comparación con los pacientes no fumadores70.

Al igual que en la CU, el impacto del tabaquismo en la EC es temporal y dejar de fumar mejora el curso de la enfermedad. De hecho, se ha estimado que después de 2 años de dejar de fumar, la actividad de la enfermedad y el requerimiento terapéutico de los ex fumadores son los mismos que los de los pacientes que nunca han fumado70.

Patología pancreática

En diversos estudios se ha comprobado que tanto los fumadores actuales como los que alguna vez habían fumado tenían un mayor riesgo de desarrollar pancreatitis en comparación con los que nunca habían fumado73, 74. Además, el riesgo de pancreatitis aguda no relacionada con cálculos biliares fue más del doble entre los fumadores actuales con un historial de tabaquismo de ≥20 paquetes-año74.

Patología odontológica

Se ha observado que el hábito de fumar constituye un factor de riesgo potencial en el desarrollo de periodontitis75, 76. Las bolsas periodontales de los fumadores conforman un medio más anaerobio que fomenta el crecimiento de especies patógenas Gram negativas de la placa subgingival75. Se estima que el riesgo relativo del fumador bordea en cifras tan altas como el 40 y 50%3. Entre la intensidad de la entidad y la cantidad de cigarrillos fumados por día existe una relación dosis-efecto75, 76.

Por otro lado, se ha demostrado que el tabaquismo causa manchas tabáquicas en los dientes que dejan el esmalte rugoso, facilitando la adhesión de la placa dentobacteriana y posteriormente la formación del sarro dental, los cuales constituyen causas directas de la caries dental77. En el sexo masculino se cuadriplica la probabilidad de desarrollar caries cuando presentan el hábito tabáquico78.

Patología oftalmológica

Dentro de este grupo destaca la degeneración macular relacionada a la edad, para la cual se evidencia actualmente una relación causal con el tabaco, tanto en las formas neovasculares como atróficas. El efecto estaría mediado por el estrés oxidativo secundario a la alteración del óxido nítrico3. Además, fumar puede ser causa sintomática del síndrome de ojo seco79.

Patología urológica

Estudios realizados han reportado que fumar un paquete o más de cigarrillos al día aumenta un 40% el riesgo de padecer disfunción eréctil75, un posible mecanismo para explicar este hecho sería que la nicotina produciría un aumento de catecolaminas en sangre que provoca inhibición alfaadrenérgica, no permitiendo la relajación completa de las fibras intracavernosas, lo que da lugar a erecciones parciales y de menor duración. También se ha relacionado el tabaquismo con el riesgo de padecer eyaculación precoz75.

Patología gineco-obstétrica

Dentro de este grupo, nombraremos solamente las patologías con la suficiente evidencia que nos permitan afirmar que existe una relación causa efecto con el tabaco en el ámbito gineco-obstétrico y de la reproducción:

  • - Las mujeres fumadoras presentan una mayor incidencia de menopausia precoz3, 75, 80

  • - Durante el embarazo, el efecto más conocido del tabaco es un aumento significativo de los niños con bajo peso (entre 150 y 250 gramos menos) lo que estaría asociado a un déficit de vitamina C e hipoxia fetal por el monóxido de carbono (CO) secundario al fumar3, 75, 80

  • - Se ha demostrado una relación causal entre el tabaco y los embarazos ectópicos en la madre que continúa fumando en el embarazo3, 75

  • - También se ha demostrado una relación causal entre la presencia de labio leporino en el feto y la madre fumadora3

  • - Asociar el tabaco y la píldora anticonceptiva aumenta aún más los riesgos cardiovasculares. El riesgo de trombosis venosa, presencia de coágulos de sangre en las venas, se multiplican por 40 en las mujeres de más de 40 años que toman la píldora75, 80

  • - También existen evidencias científicas de que el tabaco afecta a la fertilidad75, 80

Patología autoinmune

Artritis Reumatoide

La Artritis Reumatoide (AR) es otra de las enfermedades en que se ha evidenciado una clara asociación con el consumo de tabaco81, 82. La patogenia pareciera estar involucrada con la disregulación de los linfocitos y el mal funcionamiento de las células dendríticas que se ve en el fumador. Por otra parte, se ha demostrado una pobre respuesta a los inhibidores del TNF alfa en los pacientes con AR3.

Lupus eritematoso sistémico

Se ha documentado la asociación entre el fumar cigarrillos y el lupus eritematoso sistémico (LES). En un metaanálisis se reveló un incremento modesto relativo planteado por el fumar actual, aunque no se asoció riesgo incrementado con el fumar en el pasado83

Discusión

Con los resultados obtenidos, se hace evidente la relación entre el consumo de tabaco y la aparición de una amplia gama de patologías respiratorias, tanto en fumadores activos, como en pasivos, siendo más notable en EPOC, cuyos datos denotan la importancia a nivel sanitario de esta entidad y la responsabilidad del tabaco en su desarrollo y agravamiento por medio de las alteraciones a nivel fisiopatológico que se producen3, 11, 46, 35.

Respecto a las infecciones respiratorias, se ha comprobado que el tabaco se comporta como un facilitador, en gran medida por la alteración del tejido pulmonar y la afectación del sistema inmune que produce, en los fumadores un aumento de la incidencia de gripe común, tuberculosis, neumonitis por varicela, resfriado común y neumonía adquirida en la comunidad3, 87. En cuanto a su relación con la tuberculosis, hay evidencia suficiente para inferir una relación causal entre el tabaquismo y la mortalidad por tuberculosis y entre el tabaquismo y el riesgo de enfermedad de tuberculosis recurrente79. En relación con el neumotórax espontáneo, se señala al tabaco como un importante factor de riesgo, por el daño provocado en los alveolos por la exposición al humo del tabaco88. En cuanto a su relación con el SAHS todavía no está suficientemente claro si el tabaco constituye un factor de riesgo independiente para el desarrollo de SAHS89. Respecto a la relación con las EPID, la cuestión de si el tabaquismo es el único factor de riesgo en los fumadores sigue sin respuesta20

El tabaquismo constituye uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, este estudio muestra, al igual que los publicados por otros autores46, 90, 91, 92, que el tabaquismo se asocia con alteraciones en el perfil lipídico: el nivel plasmático de HDL es más bajo, mientras que el LDL, colesterol total y triglicéridos son más altos, lo que ocasiona una mayor incidencia de enfermedad aterosclerótica en individuos fumadores. El tabaquismo es considerado un importante factor de riesgo de EAP26, 90, 91, 93.

Se ha comprobado que diagnóstico de EAP en fumadores se realiza unos 10 años antes que en no fumadores y las cifras comunicadas de amputaciones de extremidades inferiores de pacientes con EAP que fuman duplican las de personas que no han fumado nunca93.

Llos resultados de nuestro estudio muestran que el tabaquismo aumenta significativamente el riesgo de sufrir un ACV, siendo la causa del 12 al 14% de las muertes por ACV3, 91. Se ha observado que el tabaquismo se asoció a un 50% en la progresión de la ateroesclerosis, el cual fue mayor en sujetos con hipertensión91. Además, hay evidencia suficiente para confirmar que el aumento estimado del riesgo de accidente cerebrovascular por exposición al humo de segunda mano es de aproximadamente 20-30%79. Por otro lado, hay evidencia suficiente para inferir que el consumo de cigarrillos es una causa de diabetes y que el riesgo de tener diabetes es 30-40 % más alto para los fumadores activos que para los no fumadores79.

En cuanto a la relación entre tabaquismo y cáncer, en nuestro estudio se ha demostrado que fumar es actualmente la mayor causa prevenible de muertes relacionadas con el cáncer y representa aproximadamente el 30% de las muertes relacionadas como el cáncer, así como se muestra en otros estudios3, 94. Se ha establecido una relación causal entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón33, 34. También existe una relación causal entre fumar cigarrillos y los cánceres de cabeza, cuello, hígado, vejiga, esófago, colon y recto79. La evidencia es insuficiente para concluir que existe una relación causal entre fumar y los cánceres de mama y próstata; sin embargo, existe un mayor riesgo de morir por cáncer en fumadores con cáncer de próstata y mama79.

En este estudio se ha hablado también de la relación entre el tabaquismo y la salud mental, asi su relación con la esquizofrenia, la evidencia ha identificado que existe una serie de aspectos positivos asociados a la conducta de fumar haciendo referencia a la hipótesis de la automedicación que demuestra que las personas con esquizofrenia consumen más tabaco llegando a paliar los efectos negativos que causa la medicación antipsicótica, mejoran las funciones cognitivas y disminuyen los síntomas negativos de la enfermedad. La población con esquizofrenia comparte unos factores de riesgo con la población general por la conducta de fumar como son el cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedades cardiovasculares, pero además de estos factores, en la población con esquizofrenia destaca mayor probabilidad de padecer patologías graves, mayor riesgo de morir a edad temprana y agravación de la enfermedad,95, 67. Por otro lado, en nuestro estudio hay una relación entre depresión y tabaquismo que es bidireccional en términos de causa-efecto66, 67, 75. En un estudio con 165 sujetos con depresión mayor y 806 controles, y el tabaquismo se asoció a un mayor riesgo de depresión mayor96. En cuanto a su relación con los cuadros de ansiedad, los estudios transversales han indicado uniformemente que fumar, en comparación con no fumar, se asocia con más síntomas de pánico y deterioro tanto en muestras clínicas97. Sin embargo, no está claro si las diferencias individuales relevantes para el pánico específico o los factores socioambientales, desempeñan papeles similares67. Por otro lado, los fumadores también pueden informar que los cigarrillos alivian sus síntomas debido a la atribución errónea del alivio de la abstinencia.

En cuanto a la relación del tabaquismo con la patología reproductiva, en nuestro estudio se observa una clara evidencia hacia una relación causal entre el tabaquismo materno y las hendiduras orofaciales y los embarazos ectópicos3, 75, 80, así como una relación causal entre el tabaquismo y la disfunción eréctil en los hombres3, 79, tal como se muestra en otros estudios79, 94.

Respecto a la relación con las enfermedades odontológicas, que hay una relación causal entre el consumo activo de cigarrillos y las caries dentales79. Por su parte, la periodontitis es la enfermedad más relacionada al consumo de tabaco y la que presenta la mayor evidencia disponible3, 75, 100.

Por otro lado, respecto a las enfermedades oftalmológicas en nuestro se ha observado que hay evidencia suficiente para inferir una relación causal entre el consumo de cigarrillos y las formas neovascular y atrófica de degeneración macular relacionada con la edad, tal como ha sido reportado en otros estudios101, 102.

En cuanto a la relación con la AR, como se ha comentado en este estudio, hay evidencia suficiente para inferir una relación causal entre el consumo de cigarrillos y la artritis reumatoide3, 79. Otras enfermedades autoinmunes se han relacionado con el tabaco como el LES, pero la evidencia hasta el momento no es suficiente83.

Aplicaciones en ciencias de la salud

Este estudio descubre la importancia de aplicar medidas de prevención y detección de fumadores preferentemente en Atención Primaria, primera linea del sistema de salud para reducir las importantes tasas de fumadores en la población general.

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Como citar este artículo:Davia Cantos MJ, Tarraga Marcos L, Tarraga Marcos A, Tárraga López PJ. Patología orgánica asociada al tabaquismo. JONNPR. 2022;7(3):385-408. DOI: 10.19230/jonnpr.4801

How to cite this paper:Davia Cantos MJ, Tarraga Marcos L, Tarraga Marcos A, Tárraga López PJ. Organic pathology associated with smoking. Jonnpr. 2022;7(3):385-408. DOI: 10.19230/jonnpr.4801

Recibido: 15 de Mayo de 2022; Aprobado: 24 de Noviembre de 2022

*Correspondencia: Pedro J. Tárraga López. Departamento de Ciencias Médicas Facultad de Medicina de Albacete C/Almansa 14 Universidad de Castilla la Mancha (España). Email: Pedrojuan.tarraga@uclm.es

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