Introducción
El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)de enfermedades y lesiones relacionados con la carga de trabajo entre 2000 y 2016 reportó que 1.8 millones de muertes y 89.72 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) estuvieron relacionadas con los factores de riesgos ocupacionales a nivel global. Asimismo, las enfermedades relacionadas al trabajo representaron el 80,7 % de las muertes y el 70,5 % de los AVAD, mientras que las lesiones en el trabajo el 19,3 % de las muertes y el 29,5% de los AVAD1.
Para el 2021 la OIT estimó que 317 millones de personas fueron víctimas de accidentes de trabajo; siendo necesario el desarrollo de políticas y programas de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y un sistema de fiscalización eficaz, para asegurar el cumplimiento de los Sistemas de SST; así como, mejorar los sistemas de notificaciones y registros de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, las cuales son esenciales para establecer prioridades y mejorar las estrategias de prevención2.
Para inicios del 2020, la epidemia causada por el SARS-Cov-2 representó una emergencia de salud pública de preocupación internacional, por lo cual, la OMS le dio la categoría de pandemia3. Esta situación obligó a los gobiernos a tomar decisiones para limitar la propagación del virus. Al igual que otros países, el gobierno peruano determinó el cierre de diversas actividades económicas no esenciales cuando declaró el aislamiento social a nivel nacional, conllevando desafíos sanitarios, económicos, sociales y laborales4,5,6,7.
De manera global, el cierre de las actividades económicas generó disminución de las horas de trabajo, aumentando la brecha de productividad entre las economías en desarrollo y las economías avanzadas, como consecuencia se observó un panorama dispar del empleo, el desempleo e inactividad laboral con una lenta recuperación y alta repercusión sobre los jóvenes y mujeres de los países en vías de desarrollo8.
Los efectos de la crisis de la COVID-19 en el mercado laboral aún continúan examinándose, asimismo, se han observado diferencias en las características de la accidentabilidad en el trabajo entre los países según sus ingresos; de esta manera, la disminución de la productividad, el distanciamiento social, cambios en la modalidad de trabajo, incremento de actividades esenciales, priorización de actividades o reducción del equipo de Seguridad y Salud en el Trabajo pudieron contribuir en el cambio del comportamiento, notificación, registros de los accidentes y enfermedades ocupacionales; todo esto en comparación con los años previos a la pandemia(9). Es por todo esto que el objetivo fue el describir el comportamiento y los fatores asociados a la accidentabilidad laboral atendida en el Servicio de Emergencia de un hospital del Seguro Social de Perú de Lima Metropolitana, durante la pandemia de la COVID-19.
Material y Método
El estudio es de tipo observacional, transversal y analítico, desarrollado en los servicios asistenciales de emergencia de un hospital del seguro social de la ciudad de Lima entre 2018 y 2021. La población la conformó los trabajadores atendidos en el área de triaje por algún tipo de accidente de trabajo u ocupacional durante el periodo evaluado. La información se recolectó del software Explota del Hospital del Seguro Social. Se incluyó a todo dato que se haya recolectado durante el período de estudio y que perteneciera a un trabajador asegurado en la institución (Seguro social peruano). Se consideró como criterio de exclusión los datos incompletos de la atención; pero esto no ocurrió en ningún caso.
La variable principal fue el período en el que ocurrió el accidente, para esto se utilizó la información de las estadísticas mensuales de accidentes ocupacionales atendidas durante el periodo de prepandemia (2018-febrero del 2020) y durante la pandemia (marzo del 2020-2021). Las demás variables recolectadas corresponden al formulario de aviso de accidente de trabajo del Ministerio de Trabajo y de Promoción del Empleo, estas fueron el tipo de trabajador, la actividad económica, la fecha de accidente, el tipo de accidente, el agente causante, el lugar del accidente, la parte del cuerpo lesionada, la naturaleza de la lesión y otros factores concurrente.
Luego de la obtención de la base de datos, dos de los autores realizaron una depuración de la misma de forma individual, esto para poder encontrar posibles errores o incoherencias. Luego de dicho control de calidad de la data se procedió a la utilización de los criterios de selección; todo esto se realizó en el programa Microsoft Excel (para Windows 2019). Luego de esto se pasó la información al programa estadístico Stata (versión 16), es aquí donde se etiquetó cada variable y se procedió al análisis descriptivo y analítico.
Para el análisis estadístico primero se describió a la población accidentada, esto mediante las frecuencias y porcentajes de las variables categóricas, así como, las medidas de tendencia central y de dispersión de la única variable cuantitativa (la antigüedad laboral). Para el análisis bivariado y multivariado se usó como variable dependiente (outcome) a cada una de las características de forma, la naturaleza del accidente y la parte del cuerpo afectada, siendo la variable independiente principal el período de ocurrencia del accidente; y en el modelo multivariado se ajustó cada uno de los cruces por el sexo, si hubo un factor que generó el accidente, la antigüedad y tipo de puesto laboral. En estos pasos se obtuvo las razones de prevalencia crudas (RPc), ajustadas (RPa), los intervalos de confianza al 95% (IC95%) y los valores p; los que fueron obtenidos con los modelos lineales generalizados (familia Poisson, función de enlace log y modelos para varianzas robustas). Se consideró como estadísticamente significativos los valores p<0,05.
El estudio requirió el permiso del jefe de la Unidad de Seguridad y Salud en el Trabajo del Hospital del Seguro Social.
Resultados
De los 5753 accidentes analizados, los años con más accidentes fueron el 2018 (45,7%) y el 2019 (23,1%), durante la pandemia (2020 - 2021) hubo 26,0% de la totalidad de accidentes. Los más accidentados fueron los hombres (62,3%), con una mediana de antigüedad laboral de 1 año (rango intercuartílico: 0-6 años), los operarios (43,5%) y aquellos que no tuvieron factores concurrentes que pudieron generar el accidente (98,0%). Tabla 1.
Al analizar la forma en la que ocurrió el accidente, en el modelo multivariado se encontró que en la pandemia hubo más accidentes por aplastamiento (RPa: 2,1; IC95%: 1,5-2,9; valor p<0,001) y de agresiones por arma (RPa: 1,2; IC95%: 1,1-1,4; valor p=0,005), ambos ajustados por el sexo. Tabla 2.
Al analizar la forma en la naturaleza del accidente, en el modelo multivariado se encontró que en la pandemia hubo más accidentes por trauma interno (RPa: 1,6; IC95%: 1,1-2,3; valor p=0,025), por torcedura (RPa: 1,2; IC95%: 1,0-1,4; valor p=0,025) y por fracturas (RPa: 1,5; IC95%: 1,1-1,9; valor p=0,002); por el contrario, hubo menos accidentes por heridas contusas (RPa: 0,7; IC95%: 0,5-0,9; valor p=0,020) y por cuerpo extraño en ojos (RPa: 0,7; IC95%: 0,5-0,9; valor p= 0,013), todos los cruces fueron ajustados por el sexo, si hubo un factor que generó el accidente, la antigüedad y tipo de puesto laboral. Tabla 3.
Al analizar la parte del cuerpo accidentada, en el modelo multivariado se encontró que en la pandemia hubo más accidentes en la región lumbosacra (RPa: 1,4; IC95%: 1,1-1,8; valor p=0,009) y en los dedos (RPa: 1,1; IC95%: 1,0-1,3; valor p=0,046); por el contrario, hubo menos accidentes en los ojos (RPa: 0,7; IC95%: 0,6-0,8; valor p<0,001), en antebrazo (RPa: 0,4; IC95%: 0,3-0,7; valor p=0,003) y en los pies (RPa: 0,7; IC95%: 0,5-0,9; valor p= 0,037), todos los cruces fueron ajustados por el sexo, si hubo un factor que generó el accidente, la antigüedad y tipo de puesto laboral. Tabla 4.
Discusión
El inicio de la pandemia conllevó a la toma de decisiones políticas, sociales y económicas de gran envergadura, lo que trajo oportunidades y/o consecuencias tras éstas. Si bien se han discutido estos cambios, poco se ha reportado su repercusión sobre la accidentabilidad en el trabajo. Es por eso que el resultado principal de esta investigación es mostrar la diferencia en las características de la accidentabilidad de un gran grupo de trabajadores peruanos, lo que puede servir para las instituciones públicas, las empresas y los equipos de salud ocupacional; para que en su conjunto puedan utilizar toda esta información para sus políticas de gestión, el evaluar su propia realidad y generar programas de recuperación según los accidentes más comunes.
En un marco general, el comportamiento de la accidentabilidad fue distinto para cada país, algunas investigaciones en otros países coinciden con el resultado de este estudio en relación a la disminución de la prevalencia de accidentes de trabajo durante el “lockdown”; en contraste con los años de pre pandemia (2018-2019), sin embargo, la proporción varía según la toma de decisiones de cada país, con relación a los tipos de sectores que se consideraron esenciales o no, al horario de trabajo, modalidad de trabajo, edad como factor de riesgo; entre otros9,10. En Austria, Japón, Korea, Australia y USA hubo una disminución de reportes de accidentes y enfermedades relacionadas al trabajo durante la cuarentena por el cierre de sectores no esenciales9,11,12,13.
No obstante, la declaración del COVID-19 como accidente de trabajo o enfermedad ocupacional incrementó el reporte de estos en el sector salud, como por ejemplo en USA, donde se consideró como accidente de trabajo, observándose mayor reporte de accidentes en el 2020 en comparación al 202112. Este escenario no fue considerado en el Perú como accidente de trabajo, sino que fue declarado como enfermedad profesional posterior a la primera ola de casos COVID-19, por lo que, no ingresaron en la notificación de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales del hospital14. Además, se observó cambios en las características de los accidentes de trabajo como la forma, naturaleza, puestos de trabajo, región del cuerpo afectada, impactando también sobre las características sociodemográficas como el género y edad de los trabajadores accidentados.
Con relación al sexo, el mayor número de accidentes fue del sexo masculino, como en el reporte del National Bureu of Economic Research y en otros países, lo cual podría relacionarse al tipo de actividad que permaneció activo o los que fueron reactivados inicialmente, entre estas las actividades manuales y de gran esfuerzo físico; siendo desarrolladas en su gran mayoría por varones15. Resulta importante resaltar que durante la pandemia se perdió gran parte de la fuerza laboral femenina, que venía en crecimiento para alcanzar la igualdad laboral, por lo que, la pandemia generó un impacto negativo en su desarrollo, puesto que muchas mujeres se dedicaban al área de servicios, las cuales fueron consideradas como actividades no esenciales (por lo que perdieron su empleo); otra posible razón de pérdida de la fuerza laboral femenina fue la educación virtual y el cuidado de su familia, que según lo señalado en el reporte de OIT aún no se recupera esta fuerza laboral8,15,16.
Los sectores considerados como esenciales por cada país cambian según las características del accidente, para Japón el sector transporte y servicios presentó mayor número de accidentes, debido a que no cesaron sus actividades y disminuyó el número de accidentes en los operarios de industrias manufactureras y construcción, contrario a lo hallado en esta investigación, donde el sector salud (médicos, técnicos, enfermeros) presentó un alto número de accidentes, lo cual pudo ser originado por la alta demanda del sector, turnos prolongados mayor de 8 horas, fatiga, sueño, sobrecarga laboral17, siendo este un sector altamente afectado, no fue el primero, sino los sectores de actividades esenciales o de la primera fase de reactivación, que desarrollan actividades manuales y de carga, siendo el puesto de trabajo de operario, el más frecuente en accidentarse18.
En una investigación observaron que mayormente los trabajadores accidentados fueron los jóvenes, posiblemente ligado a las medidas preventivas que se tomaron para los trabajadores con factores de riesgo susceptibles al COVID-19, quienes debieron permanecer en aislamiento social obligatorio. Esta situación, conllevó a la contratación de nuevos trabajadores, en especial de menor edad y experiencia, que junto a la falta de empleo en los sectores de servicios y comercio -donde se ubicaba una gran parte de la población considerada como adulto joven-, fueron obligados a buscar e iniciar labores que requieran poca experiencia; como las manuales y de sobrecarga. Sin embargo, la inexperiencia de esta nueva fuerza laboral también se vio reflejada, encontrando que trabajadores con antigüedad menor a un año en el puesto de trabajo fueron los que se accidentaron más frecuentemente9,10.
Con respecto a la forma, en el boletín de reporte de accidente de trabajo de la Universidad de Monash, durante el periodo abril - junio 2021, las formas de accidente más comunes fueron aquellas por cortes, perforaciones, golpes y aplastamiento; las cuales se presentaron en menor número durante el periodo de pandemia, siendo similar a nuestra investigación, donde encontramos mayor número en los accidentes por aplastamiento y agresión por arma, a diferencia de otro reporte que mostró una mayor frecuencia de caídas de nivel o en las escaleras12,19.
La naturaleza del accidente de trabajo señaladas en el “Injuries during the COVID-19” en las etapas de prepandemia y pandemia fueron las de tipo heridas abiertas, difiriendo de nuestros resultados, que fue el trauma interno, seguido de torceduras y fracturas. Sin embargo, una revisión sistemática del departamento de ortopedia de Indonesia reportó mayor frecuencia de fracturas y traumas internos por accidentes vehiculares, considerados como accidentes de trabajo; puede que este resultado sea menor en nuestro sistema debido a que la notificación de accidentes vehiculares es por otro tipo de seguro SOAT, sin embargo, muchos de estos pudieron ser generados durante las actividades laborales11,20,21.
Por último, la región del cuerpo más afectada que reportó una investigación fueron las lesiones de las extremidades superiores, no reportando diferencias significativas en comparación a los años de prepandemia. Sin embargo, en nuestro estudio las regiones más afectadas fueron los dedos de la mano, seguido de la región lumbosacra, pero esto coincide con Ho et al., quienes describieron mayores lesiones en mano, tanto por actividades denominadas como “Hazlo tú mismo (DIY)” y a causa del trabajo, posiblemente asociado a la redistribución de trabajos de jóvenes con poca experiencia en actividades de industria manufactureras o construcción10,19,22.
El estudio tuvo la limitación del sesgo de selección, ya que, al evaluar de forma censal los accidentes reportados a un centro hospitalario solo se puede evaluar las características y las asociaciones de este grupo en específico. Por lo que, esto no puede generar extrapolaciones directas, debido al tipo de muestreo, a que pudieron darse otros accidentes que no fueron reportados y otros motivos que pudieron influir en alguno de los periodos evaluados. A pesar de esto, este sería el primer reporte Latinoamericano de la descripción de los accidentes durante la pandemia, sobre todo, esto se da en el contexto de que Perú fue el país más afectado de todo el mundo; según la cantidad de muertos por cada cien mil habitantes23,24. Lo que genera que este reporte se pueda usar como un importante análisis basal de una realidad en específica, que puede servir para que futuras investigaciones lo tomen como referencia o punto de comparación. Se espera que se generen más investigaciones, que puedan tener una mayor población, con más cantidad de variables y en múltiples escenarios
Por todo lo mostrado se concluye que, en cuanto a la forma, hubo más accidentes por aplastamiento y por agresiones con arma. Según la naturaleza, hubo más accidentes por trauma interno, por torcedura y por fracturas; por el contrario, hubo menos accidentes por heridas contusas y por cuerpo extraño en ojos. Según la parte del cuerpo afectada, hubo más accidentes en la región lumbosacra y en los dedos; por el contrario, hubo menos accidentes en los ojos, en antebrazo y en los pies.