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Anales del Sistema Sanitario de Navarra

versão impressa ISSN 1137-6627

Anales Sis San Navarra vol.45 no.1 Pamplona Jan./Abr. 2022  Epub 07-Nov-2022

https://dx.doi.org/10.23938/assn.0988 

Artículos originales

Evaluación clínica y social de pacientes depresivos en un programa de Hospital de Día Psicogeriátrico

Clinical and social evaluation of depressed patients in a Psychogeriatric Day Hospital program

M Zabala-Baquedano1  , M Echeverría-Echeto1  , C Rubio-Ortega1  , A Goñi-Sarries1  2  , G Jusué-Erro1  2 

1Hospital de Día Psicogeriátrico. Gerencia de Salud Mental. Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Pamplona. España

2Gerencia de Salud Mental. Pamplona. España

RESUMEN

Fundamento:

El objetivo de este estudio fue identificar los problemas de los pacientes con sintomatología depresiva grave (GDS >9) mediante la escala HoNOS65+, evaluar la efectividad de un programa de hospitalización parcial para reducir los síntomas depresivos graves a GDS ≤ 9, e identificar los predictores de respuesta.

Material y métodos:

Estudio pre-post de pacientes con sintomatología depresiva grave tratados en el Hospital de Día Psicogeriátrico (HDPG) de Pamplona (España) entre 2013 y 2020. Se compararon las puntuaciones obtenidas en las escalas HoNOS65+, MMSE, GDS, BARTHEL, ALSAR y COTE al ingreso y al alta, y se determinaron los factores pronósticos de no mejora.

Resultados:

El 75,3% de los 81 pacientes fueron mujeres, con edad media 69,9 años (rango: 57-88). Al alta, la sintomatología depresiva grave se mantuvo en el 25,9% de los pacientes, los cuales mejoraron significativamente en las escalas HoNOS65+ total y COTE, pero mantuvieron los problemas de deterioro físico e incrementaron los cognitivos. Los pacientes con GDS ≤ 9 al alta redujeron significativamente los problemas presentados al ingreso, excepto el nivel de dependencia (Barthel). Al ingreso, los pacientes que no mejorarán mostraron mayores puntuaciones en sintomatología depresiva (GDS) y en problemas conductuales y sociales (HoNOS65+); las tres variables fueron predictores independientes de no mejora de la sintomatología depresiva grave.

Conclusiones:

El programa del HDPG impactó positivamente en los pacientes mayores con sintomatología depresiva grave. La mejoría clínica y social alcanzada apoya el formato de HDPG como una alternativa adecuada para la atención de estos pacientes.

Palabras clave: Hospital de día psiquiátrico; Población geriátrica; Trastornos depresivos; Escalas de valoración

Abstract

Background:

The aim of this study was to identify the problems of patients with severe depressive symptoms (GDS>9) according to the HoNOS+65 scale, to evaluate the effectiveness of a partial hospitalization program to reduce severe depressive symptoms, and to identify independent predictors.

Methods:

Pre-post study of patients with depression treated at the psychogeriatric Day Hospital (HDPG) of Pamplona (Spain). The scores obtained on the HoNOS+65, MMSE, GDS, BARTHEL, ALSAR, and COTE scales were compared at admission and discharge, and the prognostic factors for no improvement of severe depressive symptoms were determined.

Results:

The 75.3% of the 81 patients were women, with a mean age of 69.9 years (range: 57-88). At discharge, severe depressive symptoms only remained for 25.9%, who significantly improved on the HoNOS+65 total and COTE scales while problems of physical deterioration were maintained and cognitive ones increased. Patients with GDS <9 at discharge showed significant reductions in all the problems presented at admisión, except for the level of dependency (Barthel). On admission, the patiens who did not improve showed more severe despressive symptoms and greater behavioral and social problems: the three variables were independent predictors for no improvement of severe depressive symptoms.

Conclusions:

The HDPG program had a positive impact on patients with severe depressive symptoms. The clinical and social improvement achieved supports the HDPG format as an adequate alternative for the care of elderly patients with severe depressive symptoms.

Keywords: Psychiatry day hospital; Elderly; Depressive disorders; Rating scales

INTRODUCCIÓN

La depresión es un síndrome clínico con una elevada tendencia a la cronicidad y a la recurrencia1 que se acompaña muy frecuentemente de sintomatología ansiosa que agrava los cuadros2. Es la causa más habitual de sufrimiento emocional entre las personas mayores1 y disminuye significativamente su calidad de vida3. Como resultado de la interacción entre factores protectores y de riesgo y la predisposición biológica, la depresión psicogeriátrica puede evolucionar con episodios, gravedad y recurrencia variables a lo largo de la vida de una persona4,5. El nivel educativo y socioeconómico altos, la participación en actividades con sentido propio, y las creencias religiosas se identifican como factores protectores5, mientras que los factores de riesgo más relevantes son la presencia de enfermedad crónica, el deterioro sensorial progresivo5, las dificultades con las actividades de la vida diaria, y el sexo femenino1, incluyéndose en las últimas décadas la soledad y el aislamiento social6.

Es muy importante reconocer la sintomatología depresiva en fases tempranas: quejas somáticas, sentimientos de desesperanza, ansiedad e inquietud, disminución o ausencia de la sensación de placer, lentitud motora, abandono o disminución en el cuidado y aseo personal7. Sus consecuencias pueden implicar el declive funcional con diferentes grados de discapacidad, la pérdida de autonomía, el incremento de morbilidad y mortalidad, la sobrecarga de los cuidadores, una mayor utilización de recursos sanitarios, la polifarmacia, la institucionalización inapropiada y la disrupción familiar1,3.

Los tratamientos de elección para este grupo etario deberán incluir diversos aspectos como apoyo emocional, mantenimiento de la autonomía, reducción de la incapacidad, mejora de la calidad de vida y apoyo a los cuidadores8. Las técnicas psicoterapéuticas (terapias de apoyo, interpersonales, cognitivo-conductuales, etc.) deben adaptarse a los déficits sensoriales y cognitivos que pueden presentar las personas con este cuadro5,8.

En España, según recoge la encuesta europea de salud 2014 (INE)9, la prevalencia anual de los trastornos depresivos en mayores de 55 años fue del 12,9%, aumentando al 15% en los mayores de 75 años. Se dispone de una variedad de servicios psiquiátricos para atender y tratar a las personas mayores con trastornos depresivos10; los de hospitalización parcial ofrecen mayor flexibilidad y menor restricción a la libertad de los pacientes que los hospitalarios, y el formato de hospital de día psicogeriátrico (HDPG) facilita el diagnóstico con mayores posibilidades de observación y exploración11. También existen tratamientos complementarios de tipo comunitario. Una revisión sistemática realizada en 201112 concluyó que no hay suficiente evidencia para apoyar unos u otros recursos, ya que ofrecen prestaciones distintas: los HDPG aportan mayor intensidad de intervención con apoyos más completos y multidisciplinares, mientras que los comunitarios aportan las ventajas de tratar en el propio domicilio a pacientes que no podrían desplazarse a un HDPG, involucrando además a los cuidadores, familiares y a diferentes agentes de la comunidad. Existen tres tipos de HDPG13: 1) los que emplean programas de tratamiento diurno, tratamiento intensivo para pacientes que no han respondido al seguimiento ambulatorio; 2) los centros de atención de día, con apoyo estructurado a pacientes con trastornos mentales graves, y 3) hospitales de día de transición, que ofrecen atención a aquellos pacientes que acaban de ser dados de alta hospitalaria y todavía precisan un seguimiento intensivo.

Desde el año 2013 contamos en Pamplona con un HDPG perteneciente a la Red de Salud Mental de Navarra. Se trata de un centro especializado para asistir a pacientes mayores con trastornos mentales primarios (de inicio en la tercera edad) y con trastornos mentales envejecidos que precisen hospitalización parcial. Los criterios de ingreso son: personas con patologías mentales graves, a partir de 64 años (y por debajo de esa edad si presentan deterioro psicosocial marcado, el denominado envejecimiento funcional14), excluyendo a pacientes con descompensación psicopatológica grave o cuadro orgánico que precise un nivel mayor de intervención y cuidados (Anexo 1).

Los objetivos de este estudio fueron: 1) identificar las características sociodemográficas, así como los problemas clínicos y sociales a través de diversas escalas clínicas, de los pacientes con sintomatología depresiva grave que siguen un programa de hospitalización parcial (HDPG); 2) evaluar la efectividad del programa de HDPG para reducir los síntomas de depresión psicogeriátrica; y 3) identificar qué variables recogidas al inicio de la estancia predicen la no mejora de la sintomatología depresiva.

MATERIAL Y MÉTODOS

Estudio observacional pre - post tratamiento (programa de HDPG). La población diana eran los pacientes con sintomatología depresiva grave (puntuación en la Escala Abreviada de Depresión Geriátrica, GDS, entre 10 y 15), atendidos en el HDPG de Pamplona (España), desde marzo de 2013 hasta diciembre de 2020. Los criterios de inclusión fueron permanecer en el HDPG al menos un mes y contar con la evaluación completa mediante las escalas seleccionadas.

Varios miembros del equipo asistencial realizaron las valoraciones inicial y final de los participantes. En ellas se registraron las siguientes variables:

  • - Sociodemográficas: sexo, edad (<65 años, 65-79, ≥80), estado civil (persona soltera, con pareja, separada, viuda), convivencia (con familiares, sola, otros: cuidadores contratados por la familia), formación académica (sin estudios, estudios primarios, medios, superiores), situación laboral (en activo, jubilada).

  • - Clínicas y de servicio: edad de comienzo de la sintomatología psiquiátrica (en años), considerada como la referida por el paciente y/o familiares y, en su mayoría, inicialmente atendida por los médicos de atención primaria y con prescripción farmacológica; número de ingresos previos en otros centros psiquiátricos, como unidades de hospitalización psiquiátrica (UHP), hospitales de día, etc.; pluripatología y polifarmacia (≥2 enfermedades orgánicas distintas y ≥7 medicaciones), ideación e intentos de suicido previos; antecedentes de abuso de alcohol; centro derivador: centros de salud mental (CSM), UHP u otros, como hospital neurológico, centros de rehabilitación psicosocial, etc.; diagnósticos CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª edición); tiempo de permanencia en el HDPG (días naturales); reingresos (más de un ingreso en el HDPG); centro de derivación al alta (CSM o centros privados, centros de tratamiento grupal, recursos sociales, ingreso hospitalario).

A continuación se detallan los instrumentos utilizados para evaluar distintos aspectos.

Los cambios en la salud y en el funcionamiento de los pacientes psicogeriatricos se evaluaron mediante la adaptación española de la escala Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults (HoNOS65+)15, que presenta una fiabilidad de 0,4-0,9, y una α de Cronbach de 0,69. Esta escala evalúa los cambios producidos en las dos últimas semanas a través de 12 subescalas distribuidas en cuatro áreas (problemas conductuales, deterioro físico y cognitivo, problemas clínicos, y problemas sociales). Cada subescala puntúa de 0 a 4, siendo 0 = sin problema; 1 = problema menor que no requiere intervención; 2 = problema leve, pero claramente presente; 3 = problema de moderada gravedad, y 4 = problema grave o muy grave. La puntuación total oscila entre 0 y 48; a mayor puntuación, mayor gravedad. En la subescala 3 (consumo problemático de alcohol o drogas) se consideró únicamente el abuso de alcohol por ser el predominante en el periodo evaluado, a pesar de que algunos pacientes habían consumido otras drogas en el pasado. En la subescala 8, relacionada con los diferentes problemas (fobias, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, etc.), se puntuó únicamente el problema clínico más grave, aunque una persona puede presentar varios simultáneamente.

El deterioro cognitivo se evaluó con el MMSE (Mini Mental State Examination)16, que muestra una buena estabilidad temporal con una fiabilidad test-retest de 0,80. La puntuación oscila entre 0 y 30 puntos; a menor puntuación, mayor afectación cognitiva.

Para evaluar el síndrome depresivo se empleó la escala abreviada de depresión geriátrica (GDS)17, instrumento que presenta una buena estabilidad temporal con una fiabilidad test-retest de 0,85. La puntuación oscila entre 0 y 15; a mayor puntuación, mayor gravedad de los síntomas.

La capacidad para la realización de actividades de la vida diaria se midió a través del Índice de Barthel18, con buena estabilidad temporal y una fiabilidad test-retest de 0,89. La puntuación oscila entre 0 y 100 puntos, desde 0 = completamente dependiente a 100 = completamente independiente.

Las habilidades y recursos en las actividades cotidianas de teléfono, lectura, ocio, manejo de la medicación y económico, transporte, compras, preparación de comidas, cuidado de la ropa, manejo y mantenimiento del hogar, se evaluaron mediante la escala ALSAR (Assessment of Living Skills and Resources)19. Este instrumento presenta una buena estabilidad temporal con una fiabilidad test-retest de 0,89, y está diseñado para detectar si una persona puede volver con seguridad a su domicilio, bien porque sea capaz, bien porque tenga unos buenos apoyos. La puntuación oscila entre 0 y 44; a menor puntuación, mayor independencia y menor necesidad de apoyo en la tarea.

Finalmente, el comportamiento ocupacional de la persona (independencia en el trabajo, interferencia de comportamientos distractores, autonomía, etc.) se midió con la escala COTE (Comprehensive Occupational Therapy Evaluation Scale)20, escala con una fiabilidad test-retest entre 0,7 y 1,2 que valora 26 tipos de observaciones estructuradas en: comportamiento general (8 ítems), interpersonal (6 ítems) y en la tarea (12 ítems). Cada ítem puntúa entre 0 y 4 (comportamiento normal = 0, incidencias o dificultades mínimas = 1, leves = 2, moderadas = 3, severas = 4). La puntuación total oscila entre 0 y 104 puntos; a mayor puntuación, mayor presencia de dificultades o problemas.

Se solicitó permiso a la Gerencia de Salud Mental del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea para revisar las historias clínicas informatizadas. El estudio obtuvo el informe favorable del Comité de Ética de Investigación con medicamentos (CEIm) de Navarra para su realización. No se pudo contar con el consentimiento informado de los pacientes, pero se elaboró una base de datos anonimizada acorde con la protección de confidencialidad y el tratamiento ético de los datos.

Las variables cuantitativas se describieron mediante la media y la desviación estándar (DE) y las variables cualitativas con frecuencias y porcentajes. Las puntuaciones medias pre-post se compararon mediante la prueba t de Student para muestras relacionadas, y el tamaño de efecto se estimó con el estadístico d de Cohen (si d ≥ 0,4 el impacto clínico se consideró significativo). La correlación entre las puntuaciones obtenidas en la escala HoNOS65+ y las otras escalas clínicas se determinó mediante el coeficiente de correlación r de Pearson. Las variables se compararon entre grupos con las pruebas t de Student y Chi-cuadrado. Los factores predictores de no mejora de la sintomatología depresiva grave se estimaron mediante un modelo de regresión logística multivariante (backward según LR). Los resultados se consideraron estadísticamente significativos si los valores de p fueron <0,05. Todos los datos fueron procesados con el paquete estadístico SPSS-25.

RESULTADOS

Entre marzo de 2013 y agosto de 2021 se atendieron 586 pacientes en el HDPG, de los que 202 (34,5%) cumplían los criterios de selección. De ellos, 81 pacientes (40,1%) presentaban sintomatología depresiva grave.

La edad media fue 69,9 años (rango: 57-88), el 78,1% tenía más de 64 años y predominaban las mujeres (75,3%). Más de la mitad tenían pareja y dos tercios convivían con familiares. Solo el 39,4% tenían estudios medios o superiores y únicamente el 7,4% se encontraban laboralmente activos. La edad media de inicio de la sintomatología psiquiátrica fue 47,1 años (DE: 16,5) y la mayoría de pacientes habían precisado varios ingresos previos en centros psiquiátricos (media: 2,4; DE: 1,2). El 76,5% presentaban pluripatología y polifarmacia. El 27,2% habían realizado intentos suicidas y el 21,0% presentaba consumo abusivo previo de alcohol, especialmente varones (40 vs 14,7% en mujeres). Los trastornos afectivos fueron los diagnósticos más frecuentes (56,8%), seguidos de los trastornos neuróticos (22,2%). Derivados en su mayor parte (76,5%) desde sus CSM de referencia situados en Pamplona, ya que solo (7,6%) provenían de CSM situados en otras localidades de Navarra, o desde las UHP (17,3%), la duración del ingreso fue de entre uno y dos meses para el 70,4% de pacientes; el 29,6% presentaron más de un ingreso en el HDPG (Tabla 1).

Tabla 1. Variables sociodemográficas de los 81 pacientes del estudio. 

Variables %
Sexo (femenino) 75,3
Edad (años)* 69,9 (7,2)
<65 28,4
65-80 63,0
≥ 80 8,6
Estado civil
Pareja 56,8
Viudos 19,8
Separados 13,6
Solteros 9,9
Convivencia
Familiares 70,3
Solos 23,5
Otros 6,2
Estudios
Sin estudios 24,7
Primarios 35,8
Medios 35,8
Superiores 3,7
Situación laboral (jubilados) 92,6
Edad de inicio de la sintomatología psiquiátrica* 47,1 (16,5)
Nº ingresos previos en centros psiquiátricos* 2,4 (1,2)
Pluripatología y polifarmacia 76,5
Ideación suicida 35,8
Antecedentes de intentos suicidas 27,2
Antecedentes de consumo de alcohol 21,0
Diagnósticos - CIE-10
F31 6,2
F32 12,3
F33 18,5
F34.1 19,8
F41 18,5
F60 6,2
Otros 18,5
Grupos diagnósticos - CIE-10
F00-F09 6,2
F10-F19 4,9
F20-F29 3,7
F30-F39 56,8
F40-F49 22,2
F60-F69 6,2
Centro derivador
CSM 76,5
UHP 17,3
Otros 6,2
Ingresos previos en centros psiquiátricos* 2,4 (1,2)
Con ingreso previo en HDPG 29,6

*:media (desviación estándar);

CIE: Clasificación Internacional de Enfermedades 10ª edición; CSM: centro de Salud Mental; UHP: unidad de hospitalización psiquiátrica; HDPG: hospital de día psicogeriátrico.

Un 33,3% de los pacientes iniciaron la enfermedad antes de los 40 años (trastornos envejecidos) y solo un 17,2% después de los 65 años (aparición tardía). Atendiendo a la tipología de Marshall13, se detectaron las siguientes necesidades: programa de tratamiento intensivo diurno (65,8%), atención de día para pacientes graves cronificados (16,9%), y tratamiento de continuidad después de ingreso en UHP (17,3%).

Al ingreso, las puntuaciones obtenidas en la escala HoNOS65+ (Tabla 2) mostraron que el 38,2% de pacientes presentaban gravedad alta (respuestas 3 y 4). Los problemas más graves identificados por la escala HoNOS65+ y corroborados por la valoración del resto de escalas fueron, en orden descendente: clínicos, de deterioro, social-funcionales, y comportamentales.

Clínicos: además de la sintomatología depresiva generalizada, las puntuaciones obtenidas en la subescala 8 indicaron sintomatología ansiosa (con rasgos obsesivos e hipocondríacos) por lo que la mayoría de pacientes presentaron cuadros mixtos ansioso depresivos (74,0%). La sintomatología psicótica fue infrecuente, predominando los contenidos de culpa, ruina o enfermedad física.

De deterioro: se alcanzaron altas puntuaciones en la subescala 5 de la HoNOS65+ por la presencia frecuente de sintomatología y discapacidad derivadas de enfermedad física. La escala MMSE puso de manifiesto que el 70,4% de los pacientes presentaba un deterioro cognitivo dudoso o leve. No se observó una tendencia estadísticamente significativa entre una mayor edad y una mayor gravedad del deterioro.

Las puntuaciones de las subescalas 12 y 9 de la HoNOS65+ mostraron problemas sociales de gravedad alta, reflejando la reducida participación de los pacientes en actividades de ocio, la escasez de contactos sociales, y la elevada presencia de conflictos interpersonales-familiares. También la escala COTE informó de deficiencias de leves a graves en comportamiento general (orientación, apariencia, asistencia) y relaciones interpersonales (adecuación e interacción social). La valoración de la funcionalidad, realizada tanto por la subescala 10 de la HoNOS65+ como por el índice de Barthel, mostró que la mayor parte de los pacientes presentaban algún tipo de afectación funcional, mayoritariamente dependencia leve (40,7%) o moderada (32,1%). La edad no se asoció de forma significativa a una mayor afectación funcional, ya que el 52,2% de los pacientes menores de 65 años presentaban una importante afectación de la funcionalidad (Barthel ≤ 95 puntos). La valoración de la escala ALSAR indicó que el 14,5% de los pacientes precisó apoyos para acudir al HDPG. Se observó afectación, con distinta intensidad de las actividades instrumentales, en al menos siete áreas: manejo del teléfono, medicación, economía, transporte, compras, preparación de comidas y mantenimiento del hogar. Pocos pacientes mostraron problemas de alojamiento o vivienda (HoNOS65+, subescala 11) (Tabla 2).

Comportamentales: un escaso número de pacientes presentaron alteraciones conductuales, ideación suicida, así como consumo abusivo actual de alcohol que, cuando se presentaba, era más frecuente en mujeres que en hombres (4,9 vs 3,7%), contrariamente a lo observado en cuanto al consumo en el pasado. La valoración de la participación en las actividades del HDPG, realizada por la escala COTE (Tabla 2) informó de dificultades para realizar las tareas por la presencia de comportamientos productivos, hipoactividad, falta de interés, funcionamiento dependiente, y excesivas demandas de atención.

La puntuación total de la escala HoNOS65+ se correlacionó significativamente con la puntuación de las escalas Barthel (p <0,001), ALSAR (p=0,002) y COTE (p <0,001). Asimismo, la subescala 7 (sintomatología depresiva) se correlacionó con la escala GDS, y la subescala 4 (deterioro cognitivo) con el MMSE, indicando correspondencia en la totalidad de las mediciones (p <0,001 para ambas).

El 81,5% de los pacientes tuvieron una estancia media en el HDPG entre 30 y 60 días, solo el 2,4% estuvieron más de tres meses. Mayoritariamente continuaron en seguimiento en sus CSM o centros psiquiátricos privados, y para un 40,7% de los pacientes se solicitaron, además, diferentes tratamientos en centros específicos. Un 6,2% fueron derivados a centros de mayores, y un 4,9% a centros hospitalarios por empeoramiento psiquiátrico o por enfermedad orgánica.

Al alta, la sintomatología depresiva se redujo notablemente para 60 pacientes (74,1%), con un tamaño de efecto muy grande (d = 1,5), por lo que solo 21 pacientes (25,9%) mantuvieron sintomatología depresiva grave (puntuación GDS= 10-15) (Tabla 2).

Tabla 2. Puntuaciones obtenidas en las escalas al ingreso y al alta por los 81 pacientes del estudio. 

Escalas Ingreso Alta p d
HoNOS65+
Total escala* 21,2 (3,5) 12,8 (5,3) <0,001 1,9
Respuestas de gravedad 3-4 38,20% 16,60%
Problemas comportamentales 2,0 (1,7) 0,6 (1,2) <0,001 1
Respuestas de gravedad 3-4 4,5 % 2,0 %
1. Conducta alborotada 0,8 (0,9) 0,2 (0,6) <0,001 0,7
2. Autolesiones 0,6 (0,8) 0,1 (0,5) <0,001 0,7
3. Consumo problemático alcohol /drogas 0,5 (1,0) 0,2 (0,6) <0,001 0,3
Problemas deterioro 4,8 (1,2) 4,1 (1,6) <0,001 0,7
Respuestas de gravedad 3-4 46,30% 42,60%
4. Deterioro cognitivo 2,1 (0,7) 1,5 (0,9) <0,001 0,7
5. Enfermedad física/discapacidad 2,7 (0,8) 2,5 (0,9) 0,006 0,2
Problemas clínicos 6,3 (1,2) 2,7 (1,5) <0,001 2,7
Respuestas de gravedad 3-4 60,90% 4,4%
6. Delirios y alucinaciones 0,4 (1,0) 0,1 (0,5) 0,001 0,3
7. Síntomas depresivos 2,9 (0,5) 1,1 (0,8) <0,001 1,2
8. Otros problemas mentales/ conductuales 3,0 (0,4) 1,5 (0,7) <0,001 1
Problemas sociales 7,8 (1,7) 7,3 (2,6) <0,001 1,1
Respuestas de gravedad 3-4 41,30% 14,70%
9. Problemas relacionales, sociales o apoyo 2,5 (0,5) 1,6 (0,8) <0,001 1,5
10. Problemas AVD 2,0 (0,9) 1,4 (1,0) <0,001 0,6
11. Problemas generales, condiciones de vida 0,5 (0,9) 0,5 (0,8) 0,32 _
12. Problemas trabajo, ocio, calidad entorno 2,7 (0,5) 1,7 (1,0) <0,001 1,4
GDS
Total escala* 11,4 (1,2) 7,4 (3,4) 0,001 1,5
0-5: normal 0,0 25,9 _
6-9: depresión leve 0,0 48,1
10-15: depresión establecida 100 25,9
MMSE
Total escala* 24,2 (3,3) 24,9 (3,7) 0,12 0,2
<6: deterioro cognitivo severo 0,0 0,0 0,33
6-9: deterioro moderado 0,0 0,0
10-24: deterioro leve a moderado 49,4 40,7
25-26: deterioro dudoso 21 18,5
27-30: no deterioro 29,6 40,7
BARTHEL
Total escala* 92,7 (11,9) 95,1 (8,5) 0,003 0,2
21-60: dependencia severa 11,1 4,9 0,543
61-90: dependencia moderada 32,1 33,3
91-99: dependencia leve 40,7 43,2
100: independientes 16,0 18,5
ALSAR*
Total escala* 13,3 (5,3) 10,8 (5,3) <0,001 0,4
COTE*
Total escala* 26,9 (13,9) 18,9 (12,2) <0,001 0,6

*:Media (desviación estándar);

p: t - Student pareada; d: tamaño de efecto (Cohen); HoNOS65+: Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults; GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica; MMSE: Mini Mental State Examination; ALSAR: Assessment of Living Skills and Resources; COTE: Comprehensive Occupational Therapy Evaluation Scale.

La totalidad de las escalas utilizadas indicaron al alta una reducción significativa de los problemas presentados al ingreso, salvo la MMSE (la mejoría producida fue muy escasa). Las principales mejoras se observaron, por orden decreciente, en los problemas clínicos, sociales, comportamentales, y de deterioro.

La gravedad sintomática descendió en todas las subescalas de la HoNOS65+ salvo la 2, ya que se produjeron dos intentos de suicidio, de carácter leve, durante el ingreso en el centro. Se observó un descenso significativo de los problemas en todas las subescalas excepto la 5 (las patologías graves se mantuvieron) y la 11 (las condiciones de vida apenas sufrieron cambios).

Mejoró la gravedad de los problemas comportamentales, con un tamaño de efecto mediano según la escala COTE (d = 0,6), y grande (d = 1,0) según la HoNOS65+. La mejoría de los problemas de deterioro fue mediana según la HoNOS65+ (d=0,7) y pequeña según el índice Barthel (d = 0,2) y la MMSE, destacando un incremento del 11,1% de las personas valoradas como no deterioro. Se observó una mejoría con tamaño de efecto muy grande para los problemas clínicos en la HoNOS65+ (d = 2,7) y en la GDS (d = 1,5), así como para los problemas sociales (d = 1,1), pero la mejora en la funcionalidad fue más discreta en la subescala 10 (d = 0,6) y escasa en las escalas Barthel (d = 0,2) y ALSAR (d = 0,4).

Los 21 pacientes que no mejoraron su sintomatologia depresiva grave (puntuación GDS al alta entre 10 y 15) no se diferenciaron al ingreso de los 60 pacientes que sí la mejoraron (puntuación GDS al alta ≤9) respecto de ninguna variable sociodemográfica ni clínica (material suplementario). Sin embargo, el grupo que no mejoró la sintomatología depresiva grave mostró mayor gravedad de la sintomatología depresiva (mayores puntuaciones al ingreso en la escala GDS: 11,2 vs 12,3), mayor número de respuestas de gravedad en los problemas evaluados por la escala HoNOS65+, especialmente en los comportamentales (3,9 vs 6,3%) y sociales (37,9 vs 51,2%), y problemas más graves en las condiciones de vida y en la participación en actividades de ocio. La frecuencia de pacientes con dependencia severa según la escala ALSAR fue triple en el grupo de 21 pacientes que no mejoró (Tabla 3). Tal y como indica el modelo de regresión logística multivariante obtenido, por cada punto que aumenta la puntuación GDS inicial, la probabilidad de que la sintomatología depresiva grave no mejore se duplica (Tabla 4), y aumenta más de un 60% por cada punto que aumentan los problemas conductuales y un 80% por cada punto de incremento en los problemas sociales valorados con la escala HoNOS65+.

Tabla 3. Diferencias en las puntuaciones al ingreso entre los pacientes que mejoran y no mejoran tras el ingreso en el HDPG. 

Escalas Puntuaciones al ingreso
Mejoran No mejoran ( p
(GDS al alta ≤9) GDS al alta >9)
N=60 N=21
HoNOS65+ 20,2 (3,1) 24,1 (2,9) <0,001
Respuestas de gravedad 3-4 37,1% 45,7%
Problemas comportamentales 1,7 (1,6) 3,0 (1,7) 0,004
Respuestas de gravedad 3-4 3,9% 6,3%
1. Conducta alborotada 0,6 (0,8) 1,4 (0,9) 0,001
2. Autolesiones 0,5 (0,8) 0,9 (0,8) 0,045
Problemas deterioro 4,6 (1,2) 5,5 (0,8) 0,006
Respuestas de gravedad 3-4 45,80% 61,90%
5. Enfermedad física/discapacidad 2,6 (0,9) 3,0 (0,6) 0,022
Problemas sociales 7,4 (1,6) 8,9 (1,7) 0,001
Respuestas de gravedad 3-4 37,9% 51,2%
11. Problemas generales, condiciones de vida 0,3 (0,7) 1,1 (1,1) 0,003
ALSAR 12,6 (5,5) 15,3 (3,9) 0,019
GDS 11,2 (1,1) 12,3 (1,4) 0,002

Las puntuaciones al ingreso se presentan como media (desviación estándar); p: t-Student pareada; HDPG: hospital de día psicogeriátrico; HoNOS65+: Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults; ALSAR: Assessment of Living Skills and Resources; GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica.

Tabla 4. Modelo predictivo de no mejora de la sintomatología depresiva grave tras ingreso en el hospital de día psicogeriátrico. 

Puntuaciones al ingreso OR IC95% p
Problemas conductuales* 1,64 1,13 - 2,37 0,008
Problemas sociales* 1,8 1,19 - 2,70 0,005
GDS 1,97 1,22 - 3,17 0,005

OR: odds ratio; IC: intervalo de confianza; p: LR hacia atrás;

*:escala Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults (HoNOS65+); GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica.

Los pacientes de ambos grupos evolucionaron positivamente al alta pero con distinta intensidad. El grupo que mejoró mostró mejoría significativa en todas las escalas salvo la Barthel, donde la mejoría fue más escasa. El grupo que mantuvo la sintomatología depresiva grave al alta mejoró significativamente (p <0,001) solo para las escalas HoNOS65+ total y COTE, indicando mejoría de los problemas en su conjunto y del comportamiento y actitud en las tareas; su mejora funcional fue muy escasa (subescala 10 y Barthel). La puntuación de la escala MMSE empeoró al alta en el grupo con sintomatología depresiva grave, indicando progresión en el deterioro cognitivo (Tabla 5). En el proceso de alta, los pacientes de los dos grupos requirieron recursos diferenciados: los que mejoraron precisaron seguimiento en sus CSM y centros de tratamiento específicos (98,3%), y los del grupo que no mejoró, centros de mayores e ingresos hospitalarios (38%) (Tabla 5). Un 29,6% de los pacientes reingresaron en el HDPG, más frecuentemente (aunque de forma no significativa) en el grupo que mejoró la sintomatología depresiva.

Tabla 5. Evolución de los pacientes del estudio según mejora o no de sintomatología depresiva al alta. 

Escalas Mejoran p No mejoran p
n = 60 (74,1%) n = 21 (25,9%)
Ingreso Alta Ingreso Alta
GDS >9 GDS ≤9 GDS >9 GDS >9
HoNOS65+
Total escala 20,2 (3,1) 11,0 (4,1) 0,001 24,1 (2,9) 18,0 (5,3) 0,001
Respuestas de gravedad 3-4 37,1% 10,6% 45,7% 29,3%
Problemas comportamentales 1,7 (1,6) 0,3 (0,6) 0,001 3,0 (1,7) 1,5 (2,0) 0,002
Respuestas de gravedad 3-4 3,9% 0,0% 6,3% 7,9%
1. Conducta alborotada 0,6 (0,8) 0,0 (0,2) 0,001 1,4 (0,9) 0,7 (0,9) 0,003
2. Autolesiones 0,5 (0,8) 0,0 (0,1) 0,001 0,9 (0,8) 0,4 (0,9) 0,086
3. Consumo problemático alcohol /drogas 0,5 (1,0) 0,2 (0,5) 0,001 0,6 (1,1) 0,3 (0,7) 0,031
Problemas deterioro 4,6 (1,2) 3,7 (1,6) 0,001 5,5 (0,8) 5,1 (1,0) 0,035
Respuestas de gravedad 3-4 45,8% 30,0% 61,9% 59,5%
4. Deterioro cognitivo 2,1 (0,7) 1,4 (0,9) 0,001 2,4 (0,6) 2,1 (0,9) 0,055
5. Enfermedad física/discapacidad 2,6 (0,9) 2,4 (1,0) 0,004 3,0 (0,6) 3,0 (0,5) 0,666
Problemas clínicos 6,2 (0,9) 2,3 (1,2) 0,001 6,7 (1,7) 4,0 (1,7) 0,001
Respuestas de gravedad 3-4 61,1% 59,5% 63,6% 19,0%
6. Delirios y alucinaciones 0,3 (0,9) 0,1 (0,5) 0,011 0,7 (1,1) 0,2 (0,5) 0,021
7. Síntomas depresivos 2,9 (0,5) 0,9 (0,7) 0,001 2,8 (06) 1,7 (0,9) 0,001
8. Otros problemas mentales/conductuales 3,0 (0,4) 1,2 (0,5) 0,001 3,1 (0,5) 2,1 (1,0) 0,001
Problemas sociales 7,4 (1,6) 4,6 (2,3) 0,001 8,9 (1,7) 7,2 (2,2) 0,001
Respuestas de gravedad 3-4 37,9% 10,8% 51,2% 30,9%
9. Problemas relacionales, sociales o apoyo 2,5 (0,5) 1,4 (0,8) 0,001 2,6 (0,4) 2,0 (0,8) 0,001
10. Problemas AVD 1,9 (0,9) 1,2 (0,9) 0,001 2,3 (0,8) 2,0 (0,8) 0,031
11. Problemas generales, condiciones de vida 0,3 (0,7) 0,3 (0,7) - 1,1 (1,1) 1,0 (1,0) 0,329
12. Problemas trabajo, ocio, calidad entorno 2,6 (0,5) 1,5 (0,9) 0,001 2,8 (0,6) 2,1 (1,0) 0,001
GDS
Total escala 11,1 (1,0) 5,9 (2,4) 0,001 12,3 (1,4) 11,9 (1,6) 0,251
0-5: normal 0,0 35,0 0,0 0,0
6-9: depresión leve 0,0 65,0 0,0 0,0
10-15: depresión establecida 100 0,0 100 100
MMSE
Total escala 24,2 (3,3) 25,5 (3,5) 0,001 24,1 (3,3) 23,1 (3,7) 0,048
<6: deterioro cognitivo severo 0,0 0,0 0,0 0,0
6-9: deterioro moderado 0,0 0,0 0,0 0,0
10-24: deterioro leve a moderado 48,3 33,3 52,4 61,9
25-26: deterioro dudoso 21,7 18,3 19,0 19,0
27-30: no deterioro 30,0 48,3 28,6 19,0
BARTHEL
Total escala 93,6 (10,7) 95,8 (7,9) 0,022 90,0 (14,9) 93,3 (10,0) 0,054
21-60: dependencia severa 6,7 3,3 23,8 9,5
61-90: dependencia moderada 35,0 31,7 23,8 38,1
91-99: dependencia leve 41,7 45,0 38,1 38,1
100: independientes 16,7 20,0 14,3 14,3
ALSAR 12,6 (5,5) 9,8 (5,5) 0,001 15,3 (3,9) 13,6 (3,6) 0,009
COTE 25,2 (13,2) 16,3 (11,3) 0,001 31,9 (14,9) 26,4 (12,2) 0,001

Las puntuaciones al ingreso y alta se presentan como media (desviación estándar); p: t-Student; HDPG: hospital de día psicogeriátrico; GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica; HoNOS65+: Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults; AVD: actividades de la vida diaria; ALSAR: Assessment of Living Skills and Resources; COTE: Comprehensive Occupational Therapy Evaluation Scale.

DISCUSIÓN

El programa de tratamiento del HDPG redujo significativamente el número de pacientes con sintomatología depresiva grave, objetivo ya alcanzado en otros HDPG21,22,23,24,25. Las características de los pacientes del presente estudio siguen tendencias ya identificadas previamente1,14,22,27,28, como el predominio del sexo femenino, probablemente debido a factores biológicos, hormonales y sociales26. El porcentaje de pacientes que vivían solos, aunque importante, es inferior a los detectados en otros países europeos21,25, lo que podría reflejar diferencias culturales y sociales. El consumo abusivo de alcohol fue más frecuente en hombres, aunque algunas mujeres tendían a ocultarlo o minimizarlo, por lo que es importante su identificación en las fases iniciales atendiendo a las variables sociales que puedan enmascarar el problema29. Otros estudios describieron mayor duración del ingreso21,22 y menor número de readmisiones21,24,25, lo que podría indicar, en nuestro caso, una mayor voluntad de seguir sosteniendo a los pacientes en el medio familiar27. El reducido número de pacientes provenientes de otras localidades conduce a deducir que el HDPG de Pamplona no atiende más que una pequeña parte de las necesidades de los pacientes de la provincia, por lo que será necesario implementar programas de apoyo comunitario adecuados30. Después del tratamiento persisten déficits funcionales que precisarán cuidados y coordinación con otros servicios27,31.

El efecto positivo del programa del HDPG sobre la escala GDS fue similar al descrito en dos HDPG de Suiza24 y Canadá25, este último con un tamaño de efecto muy grande pero inferior al del presente trabajo (1,1 vs 1,5). En los tres casos, las variables sociodemográficas de los pacientes tuvieron un escaso impacto en los resultados, indicando que el programa de HDPG resulta beneficioso para una variedad de pacientes con sintomatología depresiva25. La ausencia de relación puede deberse a la variabilidad en las características de los pacientes, frecuente en las investigaciones realizadas en HDPG25. La dispersión etaria supuso, en nuestro caso, una dificultad adicional para organizar los grupos de intervención, pero también aportó diversidad y riqueza en aprendizajes y experiencias. Al alta, solo los pacientes que habían mejorado la sintomatología depresiva grave mejoraron de forma significativa la funcionalidad y la capacidad cognitiva, como se observó en un HDPG de Alemania21; sus predictores de mejora fueron ser varón y tener una corta historia de depresión, mientras que en nuestro estudio fueron presentar al ingreso menor gravedad depresiva en la escala GDS y menores problemas conductuales y sociales detectados por la escala HoNOS65+.

El programa del HDPG redujo significativamente la puntuación de la escalaHoNOS65+ global, coincidiendo con otros estudios30,32,33,35. La puntuación al alta fue muy similar, pese a las diferencias clínicas y sociales entre las distintas muestras, a la de dos estudios realizados en Madrid (personas mayores de 65 años en situación de exclusión social)32 y en Holanda (pacientes psiquiátricos mayores de un centro de SM)30, pero inferior a la obtenida por la Unidad de Psicogeriatría de Zaragoza33, probablemente porque eran pacientes institucionalizados de edad más avanzada.

Como en otros estudios en HDPG, se logró una notable mejoría en los problemas clínicos, especialmente en la sintomatología ansioso-depresiva22, cuya comorbilidad es un hallazgo recurrente en la literatura2,22,36 que nosotros observamos en mayor proporción que la descrita por Montorio y col36 (74,0 vs 57,1%).

También se redujeron los problemas de deterioro, muy prevalentes entre los adultos mayores3,4. Los resultados de la escala MMSE señalaron mejora cognitiva tras el tratamiento únicamente para los pacientes que superaron la sintomatología depresiva, reflejo de la estrecha relación entre ambas1,21,26. Aunque las puntuaciones de la escala MMSE al ingreso fueron en general bajas, y es conocido que la afectación cognitiva es común en personas con trastornos depresivos1, no siempre se trató de un deterioro cognitivo instaurado. Hay que tener en cuenta dos cuestiones: una, que muchos pacientes (sobre todo mujeres) tienen una escolaridad muy baja, siendo algunas de ellas casi analfabetas6 (aunque no sea un impedimento para su recuperación8) y, dos, que algunos pacientes psiquiátricos presentan autoestigma34 como parte de su sintomatología depresiva: expresan quejas subjetivas de pérdida cognitiva sin correspondencia con su rendimiento en pruebas estandarizadas. Es destacable el elevado volumen de demandas de los centros derivadores para evaluar a los pacientes ante la sospecha de déficits cognitivos graves o principios de demencia (confirmados en escasos pacientes que fueron derivados a Neurología para seguimiento). Este volumen de demandas ya fue descrito por Hoggarth22, y en nuestro caso creemos que se relaciona con el hecho de que el HDPG cuenta con una unidad de Deterioro Cognitivo muy conocida por la Red de Salud Mental de Navarra. Esto pone de manifiesto una de las fortalezas reconocidas de los HDPG: constituirse en recursos idóneos para las evaluaciones neuropsicológicas de los pacientes psicogeriátricos11. Los problemas físicos se presentaron de forma generalizada en todas las edades, apoyando la fuerte relación entre el deterioro de la salud y la sintomatología depresiva6,35.

Los pacientes presentaron marcados problemas sociales derivados de la falta de relaciones, de participación social y del disfrute de actividades ocupacionales y de ocio, generalizada en los mayores con trastornos depresivos1,6, y relacionada tanto con la aparición del trastorno como con su mantenimiento1. Es destacable la repercusión social de los efectos secundarios de las medicaciones (rigidez e inestabilidad motora, temblor) y de las limitaciones sensoriales, especialmente la hipoacusia35,37. La notable mejora de esos problemas sociales al alta está en la base de la recuperación del trastorno depresivo de los pacientes38; cuya interacción con sus iguales y con los profesionales durante la estancia en el HDPG resultó de gran ayuda en su recuperación24.

Coincidiendo con otros estudios, las limitaciones funcionales en actividades de la vida diaria fueron muy prevalentes incluso entre los más jóvenes35,39, afectando tanto a habilidades básicas (que mejoraron en todos los grados de dependencia21 pero especialmente en las severas y leves35) como en las instrumentales (incluyendo la autonomía para los desplazamientos), que mejoraron significativamente solo en los pacientes que habían mejorado la sintomatología depresiva21.

Las limitaciones del estudio fueron: 1) el pequeño número de pacientes evaluados en algunas pruebas disminuyó la potencia de esos resultados; 2) las intervenciones psicoterapéuticas y farmacológicas se evalúan en conjunto, lo que no permitió identificar los aspectos del tratamiento más determinantes en la mejoría de los pacientes, y 3) la ausencia de grupo control no permitió establecer causalidad. Tampoco se evaluó el malestar subjetivo de los pacientes con instrumentos de medida apropiados. Las principales fortalezas fueron la utilización de instrumentos estandarizados y estructurados para evaluar los trastornos mentales, adaptados a las características de las personas mayores, y las aportaciones de diferentes profesionales con abordajes y visiones complementarias.

Este estudio aporta evidencia de que el tratamiento ofertado por el HDPG es efectivo para reducir la sintomatología depresiva y otros problemas psicogeriátricos. Los predictores de peor respuesta terapéutica fueron mayor gravedad depresiva en la escala GDS y mayor número de problemas detectados por la escala HoNOS+ 65. También ha identificado las características de los pacientes al inicio y al finalizar el programa, lo que propiciará una mejor adecuación de los tratamientos.

Todo ello apoya que el HDPG es una alternativa para la atención de personas mayores con sintomatología depresiva grave, de calidad adecuada y poco restrictiva, ya que los pacientes se mantienen dentro de la comunidad, mejorando su capacidad de autocuidado y promoviendo sus contactos sociales, aunque algunos requieran mayores apoyos en transporte y soporte social para acudir al centro. Para futuras investigaciones sería deseable contar con estudios que valoren la satisfacción de los pacientes usuarios y de sus familias.

Agradecimientos

No aplica.

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38. Correa-Palacio AF. Psicoterapia grupal para adultos mayores con depresión y ansiedad. Psicogeriatría 2016; 6: 51-59. https://www.viguera.com/sepg/pdf/revista/0602/602_0051_0059.pdfLinks ]

39. Herrman H, Patrick DL, Diehr P, Martin ML, Fleck M, Simon GE et al. Longitudinal investigation of depression outcomes in primary care in six countries: the LIDO study. Functional status, health service use and treatment of people with depressive symptoms. Psychol Med 2002; 32: 889-902. doi: https://doi.org/10.1017/s003329170200586xLinks ]

FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación externa para la realización de este estudio.

ANEXO 1

Intervención realizada en el Hospital de Día Psicogeriátrico (HDPG) de Pamplona, España

El HFPG dispone de 16 plazas y la estancia media oscila alrededor de los dos meses. Ofrece una combinación de tratamientos psicológicos, farmacológicos y sociales en formato individual y grupal, lo que permite individualizar el tratamiento a cada persona atendida. El equipo interdisciplinar está compuesto por: psiquiatra, enfermera, psicóloga, terapeuta ocupacional, trabajadora social y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.

Dentro del plan de intervención se ofrecen dos tipos de programas diferenciados y complementarios; actividades terapéuticas estándar, y actividades terapéuticas específicas. Todos los pacientes que ingresan en el HDPG, salvo que su situación clínica lo desaconseje, se incluyen en el programa estándar. El programa de actividades terapéuticas específicas se desarrolla en el contexto de una intervención clínica, en función de los objetivos a conseguir en el proceso de tratamiento durante el ingreso y según un plan de tratamiento individualizado (PTI) previamente establecido. Estas actividades estarán programadas por los distintos profesionales del centro y se desarrollarán de forma estructurada pero flexible (Tabla 1).

Tabla 1 Actividades incluidas en la programación. 

Sesiones semanales* Programa de Actividades Terapéuticas
Estándar Específicas
5 Reunión de buenos días
2 Actividad física Estimulación cognitiva
Psicomotricidad
Taller creativo
1 Reminiscencia Educación para la salud
Actividad lúdica Psicoeducación y manejo de síntomas
Actividad musical Psicoterapia grupal cognitivo-conductual para la depresión
Habilidades sociales
Actividades de la vida diaria
Según necesidades Intervención familiar

*:La duración de todas las sesiones es de 1 hora, a excepción de la intervención familiar.

Estrategias:

  • - Sesiones de terapia grupal, que buscan fomentar la participación y la expresión de los pacientes.

  • - Intervención multidisciplinar de diferentes contenidos terapéuticos, en formato grupal, y de forma individualizada.

Del resultado de la evaluación al ingreso se realizará el perfil del paciente y se obtendrán sus indicadores para establecer el tipo y formato de intervención psicoterapéutica y su inclusión/exclusión de los grupos de actividades (Tabla 2).

Tabla 2 Variables indicadoras para la asignación al formato grupal. 

Variable Obtención
Estado cognitivo MMSE
Nivel de gravedad psicopatológica SSPI, HoNOS65+, GDS y entrevista clínica
Nivel de abstracción y razonamiento social Entrevista clínica
Capacidad de insight y conciencia de enfermedad Entrevista clínica
Habilidades metacognitivas Entrevista clínica
Experiencia previa en grupos Entrevista clínica y anamnesis
Rasgos de personalidad Entrevista clínica y anamnesis

MMSE: Mini Mental State Examination; SSPI: Signs and symptoms of psychotic illness; HoNOS65+: Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults; GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica.

Material suplementario

1137-6627-asisna-45-01-e0988-suppl01.pdf

Tabla 1. Puntuaciones al ingreso en escalas y subescalas sin diferencias significativas entre los pacientes que mejoraron la sintomatología depresiva grave (GDS ≤ 9) y los que no (GDS >9) tras su ingreso en el HDPG. 

Puntuaciones al ingreso pa
Mejoran No mejoran
n = 60 (74,1%) n =21 (25,9%)
HoNOS65+*
3. Consumo problemático alcohol /drogas 0,5 (1,0) 0,6 (1,1) 0,718
4. Deterioro cognitivo 0,1 (0,7) 0,4 (0,6) 0,081
Problemas clínicos 0,2 (0,9) 0,7 (1,7) 0,256
Respuestas gravedad 3-4 61,1% 63,6%
6. Delirios y alucinaciones 0,3 (0,9) 0,7 (1,1) 0,233
7. Síntomas depresivos 2,9 (0,5) 0,8 (06) 0,679
8. Otros problemas mentales/conductuales 0,0 (0,4) 0,1 (0,5) 0,214
9. Problemas relacionales, sociales o apoyo 0,5 (0,5) 0,6 (0,4) 0,339
10. Problemas AVD 0,9 (0,9) 0,3 (0,8) 0,088
12. Problemas trabajo, ocio, calidad entorno 0,6 (0,5) 0,8 (0,6) 0,351
MMSE 24,2 (3,3) 24,1 (3,3) 0,824
1-5: deterioro cognitivo severo 0 0
6-9: deterioro moderado 0 0
10-24: deterioro leve a moderado 48,3 52,4
25-26: deterioro dudoso 21,7 19,0
27-30: no deterioro 30,0 28,6
BARTHEL 93,6 (10,7) 90,0 (14,9) 0,23
21-60: dependencia severa 6,7 23,8
61-90: dependencia moderada 35,0 23,8
91-99: dependencia leve 41,7 38,1
100: independientes 16,7 14,3
COTE 25,2 (13,2) 31,9 (14,9) 0,059

*: Media (desviación estándar); p: t - Student; HoNOS65+: Health of the Nation Outcome Scales for Older Adults; AVD: actividades de la vida diaria; MMSE: Mini Mental State Examination; COTE: Comprehensive Occupational Therapy Evaluation Scale.

Tabla 2. Variables generales al ingreso, en función de la escala GDS al alta. 

Variables % GDS ≤0-9 GDS >9 p
60,0 (74,1%) 21,0 (25,9%)
Sexo (mujer) 73,3 81,0 0,486
Edad (años)* 70,1 (6,9) 69,5 (8,3) 0,75
<65 26,7 33,3 0,949
65-79 66,7 52,4
≥ 80 6,7 14,3
Estado civil 0,745
Pareja 58,3 52,4
Viudos 18,3 23,8
Separados 15,0 9,5
Solteros 8,3 14,3
Convivencia 0,751
Familiares 71,7 66,7
Solos 23,3 23,8
Otros 5,0 9,5
Estudios 0,231
Sin estudios 20,0 38,1
Primarios 40,0 23,8
Medios 35,0 38,1
Superiores 5,0 0
Situación laboral(jubilados) 93,3 90,5 0,647
Edad comienzo sintomatología psiquiátrica* 48,3 (15,9) 43,8 (18,0) 0,315
Nº ingresos previos centros psiquiátricos* 2,3 (1,2) 2,6 (1,2) 0,913
Pluripatología + polifarmacia 73,3 85,7 0,249
Ideación suicida 30,0 52,4 0,066
Intentos suicidas previos 26,7 28,6 0,866
Consumo de alcohol previo 21,7 19 0,632
Diagnósticos - CIE-10 _
F31 5,0 9,5
F32 6,6 28,5
F33 18,4 19,1
F34.1 20,0 19,0
F41 25,0 0
F60 6,7 4,8
Otros 18,3 19,1
Grupos diagnósticos - CIE-10 _
F00-F09 6,7 4,8
F10-F19 5,0 4,8
F20-F29 1,7 9,5
F30-F39 50,0 76,2
F40-F49 30,0 0
F60-F69 6,7 4,8
Centro derivador 0,195
CSM 78,3 71,4
UHP 18,3 14,3
Otros 3,3 14,3
Duración ingreso (días) 0,198
30 5,0 9,5
31-60 80,0 61,9
61-90 11,7 28,6
>90 3,3 0
Reingreso en el HDPG 31,7 23,8 0,497
Recursos al alta 0,001
CSM o centros privados 53,3 33,3
CSM+ Programas específicos 45,0 28,6
CSM+ Centros de Mayores 1,7 19,0
Ingreso hospitalario 0 19,0

*:media (desviación estándar) comparada con t-Student;

GDS: Escala Abreviada de Depresión Geriátrica;

p: χ2; CIE: Clasificación Internacional de Enfermedades; CSM: centro de Salud Mental; UHP: unidad de hospitalización psiquiátrica; HDPG: hospital de día psicogeriátrico

Recibido: 30 de Marzo de 2021; Revisado: 06 de Julio de 2021; Aprobado: 22 de Julio de 2021

Correspondencia: Margarita Zabala Baquedano. Hospital de Día Psicogeriátrico, Gerencia de Salud Mental. Avda. Villava, 53, 31015 Pamplona, España. E-mail: mzabalab@cfnavarra.es

Conflictos de interés

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

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